El Eterno Femenino y los rostros del alma.. parte I

29.11.2013 12:20

La guerra de sexos no tiene ningún sentido, la oposición de sexos aún menos. Es buscar fragmentar lo que esta intímamente ligado en cada uno de nosotros, hombres y mujeres. Decir que Los hombres vienen de Marte (libros  publicados recientemnte con un suceso remarcable, mediocre desde un punto de vista literario e intenciones particularmente oscuras) buscando expresar tal opinión diciendo del otro lado Las mujeres vienen de Venus, es buscar instalar una división en la unidad, significa buscar a fragmentar la unidad humana. ¡No es fragmentando que la esencia prevalece!

Las palabras que en nuestra lengua terminan por un "a" o un "dad" designan muy a menudo una esencia. La Belleza, la Creatividad, la Bondad, la esencia de lo que es bello, del acto creativo, del acto de ser bueno, una esencia, es lo universal que se realiza en lo particular. En todo corajudo se encuentra la esencia misma del Coraje, como en toda mujer reside la esencia misma de la femineidad.

 

De esta manera entendida, la femineidad no es solamente la imagen de la mujer segun las costumbres que son las nuestras (aquellas de la post-modernidad o como queramos llamar a nuestras sociedades y nuestro mundo actual) que busca que ella sea "femenina" segun la moda.

No es tampoco la representacion cultural de la mujer (aquella del Occidente, aquella de la India, aquella del Japón, de la China, etc etc).

La femineidad no es tampoco lo que es un caracter biológico en cuanto a una función de la mujer respecto a aquella de un hombre: la mujer no es tan solo una hembra como el hombre tampoco se reduce a ser un simple macho. La femineidad conjuga en su esencia todo aquello que es característico de la mujer, lo que implica que debe existir en su ser valores femeninos y una especie de direccion femenina de la Vida.  Debe existir ademas una dimensión al interior de la femineidad y es por esta razón que podemos hablar de un Eterno femenino.

 

La dirección femenina de la Vida, como la orientación masculina de la vida son principios que están igualmente presentes en el alma.

Platón en su libro el Banquete da las primicias,  muestra el simbolo en la imagen del Andrógeno, un ser en el cual  lo femenino y lo masculino se encuentran reunidos.

El  Andrógeno simboliza la figura de la unidad del Si. Platon nos cuenta que si los Andrógenos fueron tan fuertes segun lo demuestra la mitologia y pudieron desafiar los dioses era porque eran Uno y, de ningun modo, divididos.

Fue entonces que Zeus tomó la decisión de cortarlos, de separarlos en dos para debilitarlos, cada cual debiendo encontrar su mitad, el hombre buscando a la mujer, la mujer buscando al hombre, de manera a reencontrar la unidad primitiva. La idea es que el alma encontrara su totalidad, su integralidad si ella reune la unidad de lo femenino y de lo masculino (texto). Si hay desequilibrio en la vida en favor de los valores guerreros de lo masculino, es tal vez, precisamente, que seria necesario de llevar la vida un poco mas por su dirección femenina. Reanudar con lo femenino en Si.

 

C. G. Jung aporta una nueva luz en este mismo sentido. Segun Jung, en las pronfundides del alma nacen o aparecen los arquetipos fundamentales, sus términos para nombrarlos son anima y animus estan presentes en cada uno de nosotros como Formas Arquetipales. El animus es un arquetipo fundamental que funde la idea que nosotros nos hacemos del hombre. El animus representa los valores de la fuerza, de lo deportivo, del hombre de accion, del maestro. Por lo contrario, el anima, es un arquetipo fundamental intimamente ligado a la femineidad: la dulzura maternal, la belleza, la gracia, el amor, la profundidad de sentimientos, la paz. Estos valores de la femineidad que se encuentran representados en toda cultura con nombres femeninos que engloban una simbólica tipica: en la cultura Griega a cada una de de las divinidades femeninas se les atribuye una conotacion particular: Afrodita difiere de Atena, de Hera. En la cultura judeo-cristiana Eva es el símbolo de la primera mujer, despues sigue Maria. Eva es la matriz primordial de lo humano, la primera mujer, Maria la virgen que encarna el coraje, la devoción, y el amor de la Madre divina.

En el contexto extremadamente rico de la cultura India, se le dará otros nombres para especificar o realzar tantos poderes o cualidades fluyentes de los diferentes aspectos de la femineidad.

Saraswati es la diosa de la sabiduria, Lakshmi encarna la belleza. Parvati es la potencia de la fertilidad immanente de la Naturaleza asociada a Shiva, lo divino, en tanto que trancendente al mundo etc. En el shivaïsmo, está explicado que la naturaleza del principio masculino se caracteriza por una serie de numeros impares, entretanto, que el principio femenino se caracteriza por los números pares, por lo cual la femineidad es doble: humilde, sometida y exaltada, esclava y diosa, la mujer aparece como amante sometida y madre todopoderosa. Como amante, ella es la potencia creadora del principio masculino que sin ella seria esteril, infecundo. Ella es la imagen del shakti, Fuerza sin la cual los dioses mismos no tendrian realidad alguna. Es en el vientre de la madre que se situa el pasage de lo no manifestado, el avyakta, a lo manifestado, el viakti, el lugar donde el ultimo principio de la Manifestacion se manifiesta, el punto donde lo divino y lo humano se encuentran y re-encuentran.

Es por ende, que la Madre es la fuente, el principio de la vida. Es por ello que, en tanto que madre,  es venerada. Esta Madre esta desprovista de artificios, ella se presenta sin maquillaje, sin avatres, el niranjanâ. Ella es la paz y el consuelo para el hombre perdido en el gran desierto del mundo. Ella es el perdon y la compasion sin limites, ella es la imagen de la Naturaleza, Prakriti, principio elemntal que es la base de la realidad material. La mujer es el axis mundi en el seno familiar, su polo de estabilidad, centro de toda celula social. Pero este centro esta, como lo es la imagen de la mujer, representado de manera secreta, misterioso e interior, el es el santuario donde reside la diosa delante de la cual el padre de familia realiza los ritos de iniciacion.

 

El simbolismo permite de figurar, de representar y significar una imagen femenina del alma, y esto sea cual sea la cultura o la Tradicion. Esta representacion es evidentemente variable de una cultura a otra pero reposa inevitablemente sobre estos  arquetipos universales. Existe por ejemplo una relacion profunda de correspondencias entre el pantheon griego y y el pantheon indio. Segun esta hipotesis  la femenidad seria de alguna manera una manifestación del alma que reside en las profundidades de la conscienciaa y no constituye en nada el Yo de la superficie. Los valores femeninos son manifestaciones sutiles del alma, de los cuales, las interpretaciones culturales son una expresion exterior y visible.

Que en ciertas culturas se venere a la Virgen Negra, a María o a Sita, es ante todo para manifestar la esencia de la feminidad, esencia que transciende el espacio y el tiempo de donde fluyen y se esparcen las culturas.

Esta esencia de la femineidad, en sus valores mas delicados, en todo aquello que la mujer puede representar en terminos de amor, de compasion, de cuidados universales, de belleza, de delicadeza, en lo que la mujer incarna en tanto que autoridad tierna y dura a la vez, no podemos dejar de pensar que el mundo de mañana tiene una urgente necesidad.

André Breton decia en uno de sus poemas que "la mujer es el avenir del hombre" (el hombre entendido como humanidad, como concepto universal) tal vez, y de esto estoy convencido, si se le mira en la necesidad de converger hacia la unidad y no como desgraciadamente lo plantean las feministas hacia la fragmentación, la división, la oposición, no sea un simple juego de palabras.

Podríamos por ejemplo manifestar el deseo que se incluya un poco mas de dulzura, de feminidad en este mundo de brutalidad en el cual vivimos. Es totalmente legítimo añorar y desear un mundo donde los valores femeninos sean por fin respetados como valores modelos y arquetipales, como esencia misma de este mundo y de nuestra naturaleza de ser humanos, talvez esta integración nos conduzca a comprender que en todo ser existe una parte de divinidad que busca a manifestarse, que lucha por realizarse, y que no lograndolo genera seres frustados, dolientes y sicologicamente desestabilizados.

El mensaje mismo del Cristo tendía en esta direccción pues veia al hombre como un "icono roto" que aspiraba a su más íntima reconstrucción y no esa logorrea providencialista y culpabilizadora que la iglesia catolica por intermedio de una interpretacion fraudolosa de los textos sagrados durante 2000 años viene ventilando e inculcando en la consciencia de los hombres.

 

Para terminar dire que, existe realmente una gran diferencia entre ser mujer y ser femenina.

Ser mujer es una característica que se funda en la naturaleza misma de la mujer con todo lo que este concepto significa de inclusivo.

Ser femenina se caracteriza por ser una respuesta a una adquisión cultural y nada mas. Tal vez que exista un falso debate en la idea de pensar que todo es natural o todo es cultural en el hombre y que todo no sería mas que una diferencia de conceptos, en la medida que tomemos como objeto de observación sea lo que la naturaleza hace y ha hecho en nosotros o lo que la cultura a modificado, integrado e interpretado como tal.

La feminindad segun lo que he estudiado y analizado a través de la historia de las religisones, mitologías, leyendas funadmentales y el lenguaje de los signos es una esencia intemporal, sin embargo la imagen cultural de la mujer es temporal, una construcción del instante que responde a ciertas exigencias, de igual que el feminismo es un fenomeno historico. La esencia no se deja ver y no se manifiesta que en la dimension mas intima del ser, al interior, el alma que se baña en todo individuo comporta una gota femenina y otra masculina, y hay valores que estan mas orientados hacia un lado que hacia el otro, y esto no priva a un ser o de su virilidad o de su femineidad.

Es bastante cusrioso remarcar que esta dimensión interior puede ser considerada como en contradicción con la naturaleza biológica de un individuo, la pregunta sería:

¿es solamente una cuestión de imagen cultural?

La respuesta es NO. El problema, si problema existe, ni siquiera se manifiesta puesto que existe una cuestión de identidad.

Si yo pienso ser un hombre, si yo pienso que mi identidad es masculina, y que la naturaleza me hubiera hecho de mi una mujer, entonces, esta búsqueda de la identidad precpitaria la dificultad de ser en un cuerpo que no reconozco como mio.

Tal vez que me equivoque y que mi verdadera identidad se encuentra mas alla de esta idiota opocisión entre femenino/masculino. Los valores de la feminidad, en todo caso, no se reducen a una caricatura, tal que la mujer-objeto, y aun menos a las supuestas iluminaciones y pretenciones del militantismo feminista, puesto que este movimiento, mas alla de su valioso aporte en cuanto a la legitimidad historica, a hecho de la mujer un "hombre a medias", un ser sin esencia, un simple avatar con atributos culturales. La esencia de lo femenino esta intimimanete vinculado con lo Sagrado, como lo decia anteriormente, a lo divino en el Hombre, a la divinidad tal cual se incarna en la mujer. La vision, y el simbolo judeo-cristiano mas realizado, es la imagen de Maria Magdala delivrada de los 7 demonios por el Cristo y en la cual se funden los 3 aspectos de la mujer: social, cultural y divino.

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