Por la elección de un parto en paz, consciente y sano

23.04.2013 13:42

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 la ciencia oficial tampoco reconoce el influjo traumático del parto por la razón de que no existe memoria (cognitiva) de estos acontecimientos debido a la inmadurez del sistema nervioso del neonato. Si no hay recuerdo no puede haber trauma -concluyen- en la evidencia de que los primeros recuerdos de nuestra infancia suelen estar fechados entre los 3 o 4 años. Antes de eso no puede existir memoria traumática puesto que no hay memoria cognitiva para establecer etiquetas sobre los acontecimientos.

¿Pero puede existir una memoria no cognitiva? ¿Existen recuerdos preverbales que son causa de trauma en los adultos?¿Puede existir una impregnación traumática no local?

 

Pronto se dictaminó que el psicoanálisis y la psicoterapia eran ineficaces en los pacientes psiquiátricos precisamente porque estos no eran capaces de mantener un estado de conciencia colaborador con esa tarea de recordar, repetir y elaborar.

Poco a poco fueron refinándose otro tipo de terapias influidas por el psicoanálisis que podrian aplicarse a pacientes psicóticos pero nunca se cuestionó su principio básico : de lo que se trataba era de recordar el trauma, aunque las más de las veces en los pacientes reales no hubiera trauma histórico alguno de descubrir.

Hasta que alguien se preguntó acerca de un trauma que se estableciera en un momento donde no hubiera palabras para codificarlo y volvemos otra vez a las ideas de Otto Rank.

Y si hubiera un trauma del parto ¿cómo se manifestaría?

No cabe ninguna duda de que podria manifestarse a través de una neurosis común, un trastorno de la personalidad, una psicosis o una enfermedad psicosomática dependiendo de la vulnerabilidad genética de cada cual. Pero es seguro que no podría manifestarse nunca a través de un recuerdo verbal en tanto es verdad que no podria ser decodificado en palabras.

No cabe ninguna duda de que el parto debe ser una experiencia aterradora tanto para el bebé como lo es para la madre, durante su evolución y dinámica existen peligros reales a los que se enfrentan ambos actores, pero voy a referirme tan sólo a algunos relacionados con el bebé y que tienen que ver con eso que los ginecólogos llaman “sufrimiento fetal” y otras condiciones ligadas al periparto.

1.- Prematuridad.- La ginecología ha logrado minimizar algunos de los accidentes groseros del parto que tiempo atrás se saldaban con una oligogrenia o retrasos mentales ligados a daño cerebral por hipoxias o traumatismos obstétricos graves. Es evidente que la medicina ha logrado hacer sobrevivir a muchos niños que sin los cuidados médicos actuales moririan en el periparto pero hoy sabemos que la prematuridad es un factor de riesgo para casi todas las enfermedades mentales y algunas fisicas incluyendo a la esquizofrenia. La experiencia de soledad que un niño debe sentir en la incubadora es dificil de adivinar pero fácil de empatizar para cualquiera: este tipo de niños sustituyen pañales, calor, ternura y mimos, por tubos, goteros, respiradores y un aislamiento quirúrgico perfecto. La asepsia se impone sobre el calor humano y es fácil suponer que algun efecto ha de tener la permanencia en un lugar asi en el psiquismo futuro del niño. Hoy se sabe que la hipoxia tiene el mismo efecto – o muy parecido-sobre el psiquismo que la falta de amor y que no sólo se manifiesta a través de deficits neurologicos sino tambien en una atribución permanente de amenaza frente al mundo.

2.-Trauma ligado al parto propiamente dicho.- El parto es una situación que el niño debe percibir como una situación de grave amenaza para su vida y debe percibirlo de una manera difusa a través de todas las células de su cuerpo y no solamente a través de la memoria cognitiva. La situación de esfuerzo por abrirse camino en el canal del parto, los tropiezos en la estrechez de ese canal, los enredos con el cordón o las dificultades de la madre para dilatar deben resultar excepcionalmente dramáticas para el bebé que pugna por emerger desde un mundo previsible, acuoso y cálido, casi ingrávido a un mundo aéreo, grávido, lleno de estimulos chirriantes y ambientalmente hostil. No debemos olvidar que ese tránsito culmina con un grito primordial mediante el que el niño a través de su primera respiración modifica su estatus de feto en bebé, un paroxismo parecido al de la muerte y que debe dejar su impronta en el psiquismo de ese niño. No es de extrañar que algunos autores piensen que este momento es una experiencia muy parecida a la de aquellos que han estado en ese umbral entre la vida y la muerte y que han vuelto para contarnos -esta vez si- su experiencia.

3.- Trauma fetal durante la gestación.- ¿De que modo pueden influir en un feto el estrés de su madre durante la gestación? Lo cierto es que sabemos muy poco del asunto aunque el sentido común y la observación clínica apuntan que el rechazo inconsciente del embarazo provocan no pocos disturbios en el vinculo madre-hijo. Una madre que, por ejemplo, sufra una perdida importante durante su embarazo puede impregnar y hacer vulnerable a su hijo a través de ciertas hormonas de estrés como el cortisol: se sabe que las perdidas significativas de la madre durante su embarazo correlacionan con la salud futura del hijo, su inteligencia y rendimientos intelectuales y también con complicaciones del parto y la propensión a enfermedades respiratorias.

4.- No existen estudios que correlacionen la presentación fetal con la patologia futura, tampoco sabemos de que modo el nacimiento por cesárea influye sobre el temperamento del niño pero algunas observaciones apuntan hacia una relación entre esta común práctica medica que trata de proteger el estatu quo del parto, puede tener consecuencias futuras para el niño aun mal conocidas. Una de las mas señaladas es el hecho de que el parto natural exige del niño un cierto esfuerzo, empuje y deseos de nacer, mientras que el parto por cesárea no implica este primer hálito de vida y resistencia. Si esta diferencia tiene implicaciones clinicas o no será el tiempo el que lo dirá dado que el parto por cesarea ya comienza a ser la regla y no la excepción.

Consecuencias para el tratamiento.-

De existir un trauma ligado al parto es evidente que no será a través de la charla psicoterapeutica como podrá integrarse aquel horror primordial. Es por eso que cada vez más se imponen las terapias a través del cuerpo y no tanto las intelectualmente famosas y sofisticadas sesiones psicoterapéuticas. Es necesario revivir este trauma (igual que todos los traumas) para que pueda ser integrado en la conciencia total y seguramente no podrá establecerse una conexión con él sino  a través de un estado modificado de conciencia.

De eso se ocupa precisamente la psicología transpersonal y existe técnicas muy variadas a fin de inducir estos estados modificados de conciencia que se conocen con las siglas de ENOC (estados no ordinarios de conciencia). A veces algunos de nostros podemos contactar con estos no-recuerdos a través de los sueños, durante un viaje psicodelico o en determinadas experiencias inusuales.

 

Contacto

María del Carmen

609458688 idrisazzahra@gmail.com