Concepto de estados de conciencia desde la teoría psicológica
03.04.2013 17:17
ia. Cada persona, desde su potencial psicogenético,
historia, madurez personal, capacidades, creatividad, meditaciones, experiencias,
identificaciones, apegos y demás vivencias y circunstancias experimenta y podría
reconocer en sí misma una conciencia exclusiva. Por no poderse equiparar, en rigor
concluimos con que existen tantos EC como sujetos y situaciones.
e "Los estados mentales neurofisiológicos
clásicamente derivados y estudiados desde enfoques psicobiológicos"
e los "estados alterados de conciencia son
todos aquellos que no obedecen al ritmo cerebra
"ritmo
cerebral" las "oscilaciones de potencial, que se producen en la corteza cerebral como en
muchos otros órganos"
e "estado
alterado de conciencia", como:
un estado mental que puede ser reconocido subjetivamente por un individuo (o por un observador objetivo del
individuo) como diferente, en funciones psicológicas, del estado "normal" del individuo, del estado de alerta y de
vigilia
J. Rof Carballo: Junto a la "conciencia ordinaria", mejor dicho, junto a los estados de "conciencia discretamente ordinaria" o
habitual, como prefiere decir Charles T. Tart, hay "estados alterados de conciencia". Nuestros padres lo admitían
siempre. Se conocían el arrobo, el trance, el éxtasis místico o el orgasmo sexual, etc. Pero las investigaciones sobre
el sueño activo o paradójico y el análisis de la neurofisiología cerebral moderna han llevado a la conclusión de que
estos estados alterados de conciencia forman constantemente, no en seres excepcionales o en situaciones de
excepción sino en todo hombre un continuo, de constante vigencia, con la conciencia llamada habitual, la cual es una
cosa "socialmente construida"
Definimos estados de conciencia como diferentes maneras de expresarse la conciencia,
o sea, formas de la razón humana desde las que tienen lugar procesos mentales
característicos, niveles de pensamiento y/o grados de evolución interior. Socialmente
suelen ir acompañados de contenidos mentales (sentimientos, actitudes, prejuicios,
procedimientos, conceptos, anhelos...) muy asociados entre sí.
P.D. Ouspensky (1978) identifica tres características de los EC, observables
(autoevaluables) "por cada uno en sí mismo": a) Duración del pensamiento propio de la
conciencia, b) Frecuencia de los procesos propios, y c) Amplitud y penetración: "Pues
esto puede variar mucho con el crecimiento interior del hombre"