Blog

01.06.2015 22:29
 
“(…) todo lo que son células embrionarias
es un negocio
,
un negocio que no está planteado
ni siquiera para curar
sino simplemente para comercializar
.”
 
“La comunidad científica sabe ya
desde hace muchos años
que las células madre embrionarias
son absolutamente inútiles para curar
porque se hacen tumorales.”
 
(sobre las células madre de adulto):
 
“Se está haciendo una investigación fabulosa,
quizá como nunca la ha habido,
hay 200 tipos de células madre en nuestro organismo.”
 
Dra. Natalia López Moratalla
 
Fuente original Crónicas de la ciencia del 1 diciembre 2011
 
“La Doctora Natalia López Moratalla ha visitado recientemente Venezuela y México para impartir unos ciclos de conferencias y varias ruedas de prensa. En esta ocasión, transmitimos una de las entrevistas radiofónicas que le hicieron en México sobre las células madre ante la última resolución dictada por el Tribunal de Justicia Europeo que prohíbe las patentes de células madre embrionarias.
 
Sergio Sarmiento (SS), conductor en Radio Red (México):
Bueno, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó que las células madre, obtenidas a partir de la destrucción de un embrión humano no se pueden patentar aún y cuando se utilicen con fines científicos, pero ¿qué pasa con los que ya están comerciando con las células madre para enfermedades severas como las enfermedades renales o para consideraciones estéticas? ¿Y qué pasa con la investigación, se va a ir simple y sencillamente a Estados Unidos y otros lugares del mundo? Vamos a conversar con Natalia López Moratalla, ella es Doctora en Ciencias Biológicas y catedrática de bioquímica y biología molecular de la Universidad de Navarra, allá en España.
 
Buenos días, Doctora López Moratalla. A ver, cuéntenos de esta decisión controvertida, que ha generado una gran discusión allá en la Unión Europea, ¿cuáles son los principales temas de esta discusión?
 
NLM: Mire, los estudios que buscaban usar las células madre procedentes de embriones para curar ya han terminado porque estas células no sirven para medicina regenerativaLa comunidad científica sabe ya desde hace muchos años que las células madre embrionarias son absolutamente inútiles para curar porque se hacen tumorales; no se ha conseguido nunca nada en experimentos que se han hecho con animales y, recientemente, hace unos meses ya se ha derivado al fin cuál es el mecanismo que las hace tumorales cuando se sacan del embrión. Únicamente sirven para investigar e incluso este tema ya está cerrado.
 
S.S: ¿Entonces por qué  el interés en seguir las investigaciones con estas células?
 


NLM: Durante algunos años, los partidarios de las embrionarias (que tenían las patentes de aislamiento de esas células) han seguido insistiendo mucho en sus beneficios como controles de seguridad de las células madre de adulto, pero ahora ya tampoco son necesarias ni siquiera como controles porque en 2007 surgieron, de manos del japonés Yamanaka, las revolucionarias iPS(Células de pluripotencialidad inducida): células de adulto llevadas hacia atrás, rejuvenecidas hasta un estado próximo a embrionario. Y esto, sin que le pase nada a la célula, ni se haga tumoral, con lo cual ni siquiera como controles son necesarias. La cuestión de fondo es económicaEstados Unidos tenía las patentes del aislamiento de estas células y había invertido fuerte. Entonces, han intentado mantener esa patente, incluso, buscaban que en Europa también se pudieran patentar. Pero el proyecto es inútil. Si no sirven para curar y tampoco para investigar, pues es muy fuerte que un embrión se use como producto industrial. No es que antes se hubiera justificado destruir embriones, pero por lo menos tenía el fin bueno de estudiar para curar, esto está cerrado y, por tanto, es lógico que Europa, a estas alturas ya, no haga una patente de un producto cuando ya se sabe que sólo van a servir para usos industriales.
 
GJ (Conductora): Doctora, ¿qué pasa con las personas que ya están utilizando esto, qué pasa con quienes ya están haciendo negocio, incluso, para curar enfermedades severas o hasta estéticas?
 
NLM: No, mire, no hay nadie que esté curando nada con estas células embrionarias. Las que se están utilizando con mucho éxito y van avanzando mucho son las células del propio paciente, conocidas como células madre de adulto. Tenemos unas reservas enormes de células madre en el organismo, especialmente, en la médula ósea y en este momento, está ya en fase final que se pase a un uso masivo en distintos centros y para bastantes enfermedades que antes eran incurables. Eso ha crecido enormemente y es lógico. Las células de adulto son del propio paciente por lo que no producen rechazo y se pueden diferenciar a células específicas que sanen el tejido dañado. La célula embrionaria además de volverse cancerígena, produce rechazo y de ahí toda la historia que se ha vivido en la última década con la clonación humana terapéutica de un embrión con la misma dotación genética del paciente: un mito que también fracasó.
Entonces, las células embrionarias no sirven, nadie las usa, nadie está curando con ellas y no hay nada probado ni publicado de que están sirviendo para algoes más, hay muchos datos que confirman que no se pueden usar porque producen tumores. Es muy distinto con las células que tenemos en nuestro propio organismo que tienen como función acudir cuando hay alguna lesión, alguna enfermedad degenerativa, de eso hay en todo el mundo laboratorios, distribuidos además en redes, que están consiguiendo curaciones reales y además estudiar ya las cantidades de células que se requieren,etcétera, para ponerlo ya a un uso masivo en hospitales sin necesidad de grandes investigaciones.
 
S.S: ¿Cuáles son los avances más significativos con las células madre de adulto?
 
NLM: Se está haciendo una investigación fabulosa, quizá como nunca la ha habido,hay 200 tipos de células madre en nuestro organismo. Hemos hecho entre todos redes donde unimos los conocimientos: “mejor esto que aquello…”, son estudios multicéntricos y eso va avanzando y la terapia regenerativa para enfermedades graves como diabetes, esclerosis múltiples y otras muchísimas van dando grandes pasos. Esto quiere decir que la andadura comienza a inicios del 2000. El primer experimento no humano se hace en el año 2002, en el corazón para curar un infarto y, claro, es un avance en la medicina espectacular y todo lo que son células embrionarias es un negocio, un negocio que no está planteado ni siquiera para curar  sino simplemente para comercializar.
 
SS: Bueno, pues yo quiero agradecerle Doctora Natalia López Moratalla el haber conversado con nosotros esta mañana. Y para concluir este tema complejo, que quizá yo no entienda muy bien, pues lo que nos está diciendo la Doctora es que las células embrionarias no sirven para curar,  y que las células madre del propio cuerpo de uno sí tienen un sentido médico. ¡Muchas gracias!
 
Nota: Conoce más sobre la historia de las células madre en esta última década en la línea de tiempo publicada en este mismo blog (https://blogs.lainformacion.com/cronicas-de-la-ciencia/). Te será de ayuda, interesante y despejará algunas dudas que puedas tener.”
 
------------------
 
*Puedes consultar otros trabajos y entrevistas sobre células madre de la Dra. Natalia López Moratalla:
 
*Los del Lobby pro uso de embriones y clonación terapéutica reconocen al fin su gran error, Natalia López Moratalla, 10 octubre 2011https://blogs.lainformacion.com/cronicas-de-la-ciencia/2011/10/10/los-del-lobby-pro-uso-de-embriones-y-clonacion-terapeutica-reconocen-al-fin-su-gran-error/
 
*”Ética de la investigación en terapia regenerativa”, Natalia López Moratalla, 2008
 
*Seleccion de embriones humanos. Diagnóstico genético preimplantación, Natalia López Moratalla, 2011https://www.aebioetica.org/revistas/2011/22/2/75/243.pdf
 
*¿Qué hay de nuevo sobre las células troncales? La utopía de la “clonación terapéutica”, Natalia López Moratalla, 2007https://www.aebioetica.org/revistas/2007/18/3/64/367.pdf
 
*El lobby de las células embrionarias, telón de fondo del fraude de la clonación, por Natalia López Moratalla, Departamento de Bioquímica, Universidad de Navarra, 2005
 
*Células troncales rejuvenidas y el final de la clonación humana,
Natalia López Moratalla, 2007
 
*¿Resucitan al inicio del 2009 las células troncales procedentes de embriones?
Natalia López Moratalla, 2009
https://www.aebioetica.org/rtf/ips2009.pdf
*”¿Clones humanos?”, Natalia López Moratalla , 2004

 
*”La partenogénesis: sin el glamour de la clonación”, Natalia López Moratalla , 2004
 
*Racionalidad de la investigación con células troncales embrionarias, Natalia López Moratalla, 2006 https://www.aebioetica.org/rtf/04-BIOETICA-61.pdf
 
*”Las células madre embrionarias han fracasado”, afirma Natalia López Moratalla, https://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=10832
 
*Células madre embrionarias: “No sirven para curar ni para investigar”, entrevista a Natalia López Mratalla https://arvo.net/celulas-troncales/celulas-madre-embrionarias/gmx-niv88-con17247.htm
 
*”El bebé-medicamento exige múltiples hermanos que se quedan en el camino”
15.02.2015 21:59

No hay semana que no salte al ruedo algún debate más o menos polémico que tenga que ver con las madres.
Cuando no es un spot publicitario, es un libro, cuando no un artículo de opinión, o algún profesional “iluminado” que se cree el dedo de Dios para traernos la revelación absoluta. Otras veces sencillamente somos madres que contamos nuestras vivencias, y como la propia palabra indica, cada una la vive a su manera.

  • Hay madres que sí se sienten “en guerra” con otras, que leen agresividad donde otras sólo escriben hechos
    Y otras que no
  • Hay madres que tienen tanta herida propia que ladran a todo el que se acerca, aunque sea a consolarlas
    Y otras que no
  • Hay madres haciendo “lo que creen que es lo mejor” en contra de su propio deseo, y sufren. Y sufrirían también dejándolo de hacer porque entonces estarían sufriendo el hacer lo que desean a costa de lo que ellas mismas creen que deben hacer.
    Y otras que no
  • Hay madres que nunca se sienten satisfechas con lo que hacen
    Y otras que sí
  • Hay madres que parece que siempre lo hacen todo perfecto a sus propios ojos
    Y otras que no
  • Hay madres que no se cuestionan nada
    Y otras que sí
  • Hay madres que lo cuestionan absolutamente todo
    Y otras que no
  • Hay madres que sufren por ellas mismas
    Y otras que no
  • Hay madres que sufren por todas las madres
    Y otras que no
  • Hay madres que creen que son responsables de salvar a todos los niños del mundo
    Y otras que no
  • Hay madres que se sienten perdidas ante cualquier paso  y piden consejo a todo el mundo
    Y otras que no
  • Hay madres disfrutando su maternidad
    Y otras que no
  • Hay madres sufriendo su maternidad
    Y otras que no

Hay tantos tipos de madres como mujeres conozco.
Con unas me identifico en unas cosas, con otras en otras, pero todas tenemos algo en común.
Todas sufrimos un mismo mal. ¿Sabes cuál es?

Déjame contarte algo primero.
La semana pasada empezó con mi hijo mayor enfermo: lo que parecía un virus de estómago. Las madres sabemos que cuando los hijos enferman, toca cuadrar agendas alrededor de ese hecho.
Entonces empecé yo con una otitis: algo habitual en mí. “Cosa de un par de días” me dije.
Pero no, la infección esta vez fue brutal y me tuvo una noche entera llorando de dolor. Quienes hayas sufrido este dolor sabéis lo que supone.
Pues mientras la infección y el dolor crecía, la gripe aparece “ayudando”. Así que imaginad.
Imaginad esa escena que seguro habéis vivido de sentiros realmente mal, de no poder levantaros de la cama, pero hacerlo porque hay unos niños que te necesitan. Y tienes que salir a comprar y/o al médico porque ellos son prioridad. Y así, la gripe que debería  mejorar en 3 o 4 días, en tu caso empeora.
El mayor enemigo de las madres no es la gripe, ni cualquier otro virus, ni nuestro propio grado de autoexigencia, a veces asfixiante. Ni  la culpa que nos acompaña a cada paso como nuestra sombra. Ni siquiera son las otras madres que reflejan lo que no nos gusta o precisamente lo que nos gusta y no queremos reconocer.

Nuestro mayor enemigo es la soledad.

Yo esta semana he soñado con mi madre.
Tengo casi 44 años, mi madre hace 4 años menos una semana que falleció y yo, enferma en la cama, sólo pensaba en que necesitaba a mi madre conmigo. Para hacerme una sopa y asegurarme que ella se encargaba de los niños mientras yo dormía.

  • No podemos criar solas.
  • No estamos hechas para criar solas.
  • No podemos exigirnos estar siempre, para todos, todo el tiempo
  • No podemos vivir haciendo nuestra la expresión: “No puedo ponerme mala”
  • No podemos someternos al estrés de sentirnos responsables únicas del mantenimiento de la vida.
  • Las madres necesitamos a otras mujeres, a otras madres, a nuestras madres y a nuestras comadres
  • Nuestros hijos merecen tener personas de confianza que les puedan atender cuando mamá no puede.
  • Nosotras merecemos que alguien nos  releve y nos cuide y nos mime también
  • Nosotras tenemos derecho a sentirnos débiles y frágiles a veces.
  • Muchas madres tienen la inmensa suerte de tener un círculo cercano íntimo que las acompaña, a veces de forma casi imperceptible en su maternidad, otras de forma más que evidente. En algunos casos es ese entramado el que les permite vivir este proceso de la mejor forma. Con momentos y espacios propios necesarios.
    Otras añoramos ese entramado y fuimos tejiendo uno virtual.
    Yo la semana pasada puse esto en mi muro de Facebook:
    Y ¿sabéis qué?
    Que como ya sabía y a veces olvido, no tengo madre, mi hermana vive a miles de kms de mí y mis grandes amigas viven muy lejos…  Pero presumo de que mis amigas, casi hermanas, son muy listas e increíbles.

    Y ayer me llegó un regalo de mi querida Elena López, quien encargó a Liliana González esta sorpresa para mí.

    El mejor regalo para curarse de la gripe

    El mejor regalo para curarse de la gripe

    Gracias Elena <3 <3 <3 

     Ana Gª del Río, Elena López y yo

    Ana Gª del Río, Elena López y yo

    Y Gracias Ana.
    Porque esta semana alguien también me ha cuidado y mimado y en parte es gracias a haberte escuchado <3

    Y gracias a todo@s los que me regaláis mensajes y palabras de cariño <3 <3 <3

    Aclaro antes de acabar el post que por supuesto en la mayoría de los hogares la pareja puede ser el mejor compañero de fatigas. 
    Yo hablo de mi caso de madre divorciada y del de las mujeres que, o bien no tienen pareja, o no pueden contar con ella en estos temas. Pero incluso cuando sí, la maternidad lleva un componente de crianza en tribu que hace necesaria más compañía que la de sólo papá y mamá.

    ¿Y tú? ¿Qué opinas?

  • https://mimosytetablog.com/el-mayor-enemigo-de-las-madres/

 
15.02.2015 21:37

Si cobrara por mis artículos debería darle comisión al pediatra de Castellón preocupado por las Víctimas de la lactancia materna. Es un filón de oro  el tío para inspirarme a escribir posts.
Incluso hoy, domingo, con una otitis galopante que me ha tenido toda la noche sin dormir, leo sus comentarios y no puedo evitarlo.
Igual soy la mamporrera de la blogosfera maternal, no lo sé, pero lo cierto es que  me sigue alucinando cómo alguien con tan poco conocimiento  de la fisiología humana se haya pasado 30 años ejerciendo de médico, y lo peor, continúe en activo.

Leo  estas afirmaciones en ElDiario.es:

 

Dar el pecho es una “esclavitud” para la madre, y es una fuente de “excitación sexual” para ella cuando se prolonga más allá de los tres o cuatro meses. Son algunas de las afirmaciones del libro “Víctimas de la lactancia materna”, firmado por un pediatra del Hospital General de Castellón, José María González Cano.

En el interior del libro, el pediatra afirma que la lactancia causa “excitación sexual” en las mujeres. Ante esto, “la mayoría de las madres mienten cuando se les pregunta”, aunque otras “lactivistas radicales” plantean “con toda naturalidad y crudeza la relación sexual madre-hijo”. El autor, además, destaca “lo que puede suceder en aquellos casos en los cuales las propias madres se exictan sexualmente con la succión y se practica el colecho tan de moda hoy día. ¡Sin comentarios!”.

 

 

A ver doctorcito le voy a contar 4 cosas, porque yo soy madre y usted no, y yo amamanto y usted no.

1.esclavitud.
f. Estado de esclavo.

f. Sujeción rigurosa y fuerte a las pasiones y afectos del alma.

3 f. Sujeción excesiva por la cual se ve sometida una persona a otra, o a un trabajo u obligación.

Usar esa expresión denota, como ya es habitual en usted una falta de respeto supina. Igual usted opina que estar disponible para alimentar a un bebé al ritmo que este necesita es una esclavitud, usted sabrá qué carencias tiene usted que le hacen ver la crianza de los hijos de ese modo.
En esta relación usted pinta a las madres como víctimas de sus bebés y no me veo yo a los bebés usando algún tipo de poder para someter a sus madres. Salvo claro está, el que biológicamente, trae el ser humano de serie. No sé si usted conoce los comportamientos neuroendocrinos que se dan entre madre y bebé para instaurar y mantener la lactancia.
No conozco a ningún bebé que obligue a su madre a que le amamante, por el contrario, las madres tienen todas la capacidad de decir “No” cuando quieran. Eso nos esclavitud señor González Cano. Si acaso voluntad de criar, que es lo que hacen todas las hembras mamíferas para mantener vivas a sus crías. Criar hijos es cansado, sí, y agotador, y no hay fiestas ni fines de semana. Pero eso no cambia aunque les destetemos, a no ser que promulgue usted junto con el destete la institucionalización del cuidado de nuestros bebés.

Infancia en las instituciones
A algunas lo que nos parece una esclavitud es estar sometidas a políticas anticonciliación, sobre las que no le he oído a usted manifestarse, o a empresarios sin escrúpulos que siguen considerando la maternidad una lacra profesional. Esas mujeres sí son esclavas, pues por un sueldo que necesitan, se ven obligadas a tomar decisiones en contra de su voluntad.Eso es sometimiento, no que una madre ponga su cuerpo a disposición del de sus hijos.
Y a muchas lo que les parece una esclavitud es tener que pagar por un sustituto del alimento que su cuerpo produce “de serie”, con muchísimos riesgos añadidos para la salud de sus hijos.

2 La Lactancia  es fuente de excitación sexual

Pues sí, mire usted.
Es que resulta que por si no lo sabía, la lactancia es una faceta más de la sexualidad femenina, como la menstruación, el embarazo y el parto. Claro que usted debe ser de los que cree que la sexualidad es sólo el coito, a ser posible con el marido, la luz apagada y en la posición del misionero.
Pues lamento sacarle de su mundo machista y obsoleto Sr. González. Las mujeres experimentamos excitación en muchos momentos de nuestra vida, y fíjese que en muchos de ellos no hay ni varón, ni coito.
Resulta que Dios, o la madre naturaleza, o la evolución o las diosas de la tierra nos dotaron de un cuerpo maravilloso. Con pezones que son zonas erógenas, en los cuales aumentan los receptores de oxitocina ya desde el embarazo, y espero que sepa usted qué cosas provoca la oxitocina, señor doctor. Sí, eso, es la hormona que hace que tengamos orgasmos. Y podemos tenerlos, afortunadamente, sin señores como usted,  sin coito . A veces incluso sin contacto propio.
¿Sabía usted que las mujeres podemos excitarnos sólo con el pensamiento? Bueno, de hecho, podemos hombres y mujeres. Vamos, inténtelo, e igual recuerda alguna ocasión en la que usted mismo sintió excitación sexual por una mirada  o una visión.

¿Sabe usted? Yo soy quiromasajista, y cuando ejercía, era habitual que al dar masajes a hombres, por el simple vaivén sobre la camilla, aunque estuviera yo masajeando su espalda, se excitaran. Eso nos lo advertían ya en la academia. Más que nada para que entendiéramos que el cuerpo reacciona a ciertos estímulos, a veces de forma involuntaria.
No estaría de más que revisara usted alguna enciclopedia de anatomía y recordara cómo funciona el cuerpo humano.

Al parecer a usted le escandaliza que las mujeres podamos sentir placer mientras amamantamos… porque claro, entre otras cosas, eso aún no ha conseguido copiarlo ninguna compañía de alimentación artificial.
Pero tranquilo, porque ¿sabe? La pena es que no les pasa a todas y  a las que nos pasa, no nos pasa todo el tiempo.
Yo llevo 9 años menos 15 día amamantando ininterrumpidamente y créame que ese placer lo he experimentado menos de lo que desearía. Y algunas mujeres, no es que no lo reconozcan, es que no lo han sentido.

Imagino que porque lo difícil no es amamantar  sintiendo placer, lo difícil es hacerlo en un mundo con pediatras como usted, con embarazos medicalizados que nos alienan, con partos robados, traumáticos que nos hacen desconectarnos de nuestros propios cuerpos, con consejos irreales sobre cómo no atender al bebé en sus demandas, con machistas como usted que criminalizan el deseo de las madres de amamantar y la posibilidad de experimentar placer con ello.



Nosotras no nos avergonzamos de nuestra sexualidad Sr. González Cano, en ninguna de sus manifestaciones. 
No tenemos complejos, ni de Edipo, ni de Electra.
Sencillamente no arrojamos nuestros propios tabúes en los demás.
Ni nuestras carencias en quienes viven satisfechos.

Es usted tan despreciable que se atreve a insinuar ” que algo horrible podría llegar a pasar” en los casos en los que las madres  se excitan con la lactancia y colechan . Sea usted claro y atrévase a pronunciarlo.  Para acabar de retratarse como lo que es.

Usted nos llama “lactivistas radicales” como queriendo ofendernos pero la verdad es que nos hace un favor.

  • Nos da la oportunidad de dejar claro ante toda la opinión pública el tipo de profesionales con que nos encontramos a veces.
  • Nos da la razón cuando decimos que las empresas de alimentación artificial les tienen de apóstoles de su marca.
  • Nos da la razón cuando denunciamos que los fracasos de la mayoría de las lactancias no son por causas inevitables sino por personas como usted.
  • Nos da la razón cuando decimos que la lactancia es cosa nuestra.
  • Y sí en algunos temas, mire usted por donde, soy muy muy radical.

    Soy radical con la violencia y soy más radical aún con las mentiras y el abuso de poder.

    Usted usa su posición de “poder” por su título para afirmar opiniones fuera de toda ciencia, y lo que es peor, para intentar lucrarse con ello. Así que sí, en eso tiene razón, prefiero ser una lactivista radical que una mercenaria de la salud.
    Sin duda las lactivistas radicales, aparte de chafarle a usted la presentación de su libro conseguimos lactancias placenteras

 

Nosotras seremos recordadas como colectivo por defender la práctica más importante de promoción de la salud pública, usted por todo lo contrario. ¿Quién da más pena aquí?

 

Firmado
Nohemí Hervada
Madre que colecha, amamanta, y a veces, sólo a veces, muy a mi pesar, experimenta excitación sexual

Captura de pantalla 2015-02-08 11.57.55

26.08.2014 18:37
Uno de los principios de la psicología analítica es que las imágenes oníricas han de entenderse simbólicamente, no deben tomarse al pié de la letra, y sí suponerles un sentido oculto. Nada tiene de extraordinario que el sueño posea significado y sea susceptible de interpretación. El hecho de que una opinión sea tan antigua y tan general, demuestra necesariamente que de algún modo tiene que ser verdadera, esto es, psicológicamente verdadera. La verdad psicológica es un hecho, no un juicio. A diferencia de la teoría del conocimiento, a la psicología no le incumbe el que una determinada idea se adecue o no a una realidad objetiva. Solo le interesa su existencia y “en tanto existe es psicológicamente verdadera”. 
El sueño surge de una parte del alma que no conocemos y se ocupa de la preparación del día siguiente y sus acontecimientos. El sueño es una serie de imágenes aparentemente contradictorias y absurdas, pero contiene un material de pensamiento que, traducido, arroja un sentido claro. No cabe explicar ningún sueño sin tener que relatar luego la historia de media vida del soñador. Existen ciertos sueños y temas oníricos típicos de significado aparentemente sencillo si se los considera desde el ángulo del simbolismo sexual. Pero el hecho de que un símbolo sea de índole sexual en modo alguno significa que también lo sea el interés que lo aplica. Para la orientación de la conciencia es importante descubrir la compensación expresada por el sueño.
El pensamiento conciente opera con una representación inicial o superior donde guiados por un sentimiento de dirección  seguimos una serie de representaciones singulares asociadas. Pensamos en palabras, un raciocino muy intenso se desarrolla en forma más o menos hablada, es decir, como si se lo quisiera exponer, enseñar, o convencer a alguien. Es evidente que se dirige hacia fuera. En este sentido, el pensamiento dirigido o lógico es un pensamiento acerca de la realidad (“el pensamiento es un acto del alma mediante el cual ésta se percata de la cosas ajenas a ella” Wolff), es decir, que se adapta a la realidad (“esta aptitud de hacerse cargo de nuevos hechos, será considerada por nosotros como diferencia específica del pensamiento lógico. 
Mediante ella se distingue suficientemente del pensamiento asociativo ordinario” James), en el cual, expresándolo con otras palabras, imitamos la sucesión de las cosas objetivas y reales, de suerte que las imágenes desfilan en nuestra mente en la misma serie causal que los acontecimientos exteriores. También se lo suele llamar pensamiento con atención dirigida. Tiene además la particularidad de que fatiga y, en consecuencia, solo puede funcionar durante lapsos mas o menos cortos. Toda nuestra tarea vital, tan costosa, es adaptación al ambiente; parte de ella es el pensamiento dirigido, que, para expresarlo en términos biológicos, no es más que un proceso psíquico de asimilación que como toda tarea vital, provoca un agotamiento proporcional.
La materia con que pensamos es el lenguaje y el concepto verbal, que solo tiene una única razón de ser: la comunicación. Mientras nuestro pensar es dirigido, pensamos para otros y hablamos a otros. Originariamente, el lenguaje no es otra cosa que un sistema de signos o “símbolos” que designan eventos reales o su repercusión en el alma humana. Nuestro pensamiento dirigido no es más que la fase previa de un llamamiento a los compañeros. Según una acertada paradoja de Abelardo “el lenguaje es producido por el pensamiento y produce el pensamiento”. 
El lenguaje debe entenderse más bien en una en una acepción mas amplia, que, por ejemplo, el habla, que no es en si misma más que la emisión del pensamiento formulado, susceptible de comunicación. De lo contrario, el sordomudo debería verse sumamente limitado en su capacidad de pensar, y no ocurre así, pues aunque privado del habla, tiene también su lenguaje.
El pensamiento dirigido es un descendiente de las palabras primitivas, asi lo indica Wundt: “...la transformación de los sonidos y del significado consiste en que numerosas palabras pierden paulatinamente todo su originario significado concreto-sensible… De esta suerte se desarrolla el pensamiento abstracto que… no sería posible mas que sobre la base de esa transformación de significado”.
Jodl rechaza la identidad entre leguaje y pensamiento, fundándose en que por ejemplo un mismo hecho psíquico puede expresarse de diversas maneras en diferentes idiomas. De ahí deduce la existencia de un pensamiento “supraverbal”, que Erdmann llama “hopológico”. No cabe duda de que semejante pensamiento exista, pero no es pensamiento lógico. La concepción de Jung concuerda con las notables aserciones de Baldwin: “El tránsito desde el sistema de ideas que preceden al juicio, al sistema del juicio, es exactamente igual que el paso desde un saber que tiene sanción social a aquel que puede prescindir de la misma. Los conceptos utilizados en el juicio son aquellos que fueron elaborados ya en sus premisas e implicaciones por la actividad del trato social. De esta suerte, el juicio personal, educado en los métodos de la retribución social, disciplinado por la interacción con su mundo social, proyecta de nuevo su contenido en el mundo. Dicho con otras palabras, la base de todo movimiento que conduzca a la afirmación del juicio individual -el nivel desde el cual se utiliza la nueva experiencia-  está ya y a cada momento socializada y es precisamente este movimiento lo que reconocemos en el resultado efectivo como sentimiento de “adecuación” o carácter sinonímico del contenido que se expresa.
…lanza al mundo como si fuera verdadera una opinión que es aún la suya propia, personal,… ahora bien, como no dispone sino del lenguaje corriente, solo puede emplear significaciones que son ya propiedad de su uso social y convencional.
De ahí que el lenguaje se desarrolle exactamente igual que el pensamiento, sin perder nunca su referencia sinonímica y bilateral; su significación es tanto personal cuanto social.
El lenguaje es el catalogo del saber heredado. En su mayor parte, la educación del yo, que somete a la base fundada del juicio sano la inseguridad de la reacción personal frente a hechos y representaciones se opera mediante el lenguaje. Cuando el niño habla, somete al mundo indicaciones para la fijación de un significado general y común. La acogida que se le dispense, confirma o rechaza su proposición; pero en ambos casos extrae de ello una enseñanza.
El lenguaje constituye un testimonio y prueba excelentes de la coincidencia del juicio personal con el social. En él, la significación sinónima juzgada como “adecuada” pasa a ser significación social, que se considera socialmente generalizada y reconocida”.
El pensamiento dirigido o, como también podríamos denominarlo el pensamiento verbal, es el instrumento notorio de la cultura, y seguramente no nos equivocaremos si decimos que la formidable labor educativa, precisamente mediante el peculiar desenvolvimiento del pensamiento desde lo subjetivo-individual hasta lo objetivo-social, la capacidad de adaptación del espíritu humano a la cual debemos paciencia y las técnicas modernas, ese fenómeno absolutamente sin par en la historia universal. A menudo intrigó a muchos autores el hecho de que los antiguos, no obstante sus conocimientos sin duda elevados en los sectores de las matemáticas, la mecánica y la materia, y su incomparable destreza artística, jamás pudieran pasar del diletantismo a la verdadera técnica en el sentido actual (por ejemplo a los principios de las máquinas sencillas). A eso cabe replicar que los antiguos, con excepción de unos pocos espíritus esclarecidos, eran totalmente incapaces de interesarse en los cambios de la materia inanimada al punto de poder reproducir artificialmente sus procesos naturales, único medio que hubiese podido ponerlos en posesión de las fuerzas de la naturaleza. No estaban entrenados en el pensamiento dirigido (no existía escasez que impusiera necesidad de pensamiento técnico. La obra de mano barata estaba resuelta por los esclavos por lo tanto no necesitaban ingeniárselas para ahorrar trabajo. Su interés se hallaba trabado en al veneración del cosmos divino). El secreto del desarrollo de la cultura es la movilidad y la facultad de desplazamiento de la energía psíquica. El pensamiento dirigido de nuestros días es una adquisición más o menos moderna de que carecieron las épocas anteriores. 
Llegamos así a otra cuestión: ¿qué ocurre cuando pensamos en forma no dirigida? Entonces falta a nuestro pensamiento la presentación superior y el sentimiento de dirección que de ella emana (“No puede elaborarse un pensamiento sin nociones de finalidad…” Freud). Ya no imponemos a nuestros pensamientos un itinerario determinado, sino que los dejamos flotar, hundirse o subir por su propia densidad. Según Kulpe, el pensamiento es una especie de “actividad interior de la voluntad”, cuya falta conduce necesariamente a un “juego automático de representaciones”. James considera que el pensamiento no dirigido o “meramente asociativo” es el más común. 
Ese pensamiento se desenvuelve sin fatiga, abandonado pronto la realidad para perderse en fantasías del pasado y del futuro. En este caso cesa el pensamiento verbal; la imagen sigue a la imagen, el sentimiento al sentimiento (en el curso de experimentos psicológicos Jung comprueba que el sujeto abandonado a sus ensueños presentaba manifestaciones afectivas experimentalmente registrables); una tendencia que todo lo crea y ordena, no como es realmente sino como tal vez desearía que fuese, se impone cada vez más claramente.
Hay pues dos formas de pensamiento: el pensamiento dirigido y el sueño o fantaseo. El primero sirve para que nos comuniquemos mediante elementos lingüísticos; es laborioso y agotador. El segundo, en cambio, funciona sin esfuerzo, como si dijéramos espontáneamente, con contenidos inventados, y es dirigido por motivos inconcientes. El primero adquiere, adapta la realidad y procura obrar sobre ella. El segundo, por el contrario, se aparte de la realidad, libera tendencias subjetivas y es improductivo, refractario a toda adaptación. 
Nuestra ciencia, producto del pensamiento dirigido, tenía un equivalente en la escolástica, que si bien extraía sus temas de las fantasías del pasado, sometía el espíritu a la disciplina dialéctica del pensamiento dirigido. El único éxito que aguardaba al pensador era el triunfo retórico en la controversia y no una transformación visible de la realidad. Históricamente, la escolástica, es la madre del espíritu científico moderno, y en un futuro más lejano se verá cómo y dónde la escolástica sigue enviando todavía vivientes corrientes subterráneas a la ciencia de nuestros días. La escolástica es esencialmente una gimnasia dialéctica que dotó a la palabra, símbolo del lenguaje, de un significado absoluto tal, que acabó adquiriendo aquella sustancialidad que los últimos tiempos de la antigüedad solo mediante una valoración mística habían logrado otorgar a su logos. La gran hazaña de la escolástica fue, según parece, haber establecido sólidamente las bases de la sublimación intelectual, conditio sine qua non del espíritu científico y de la técnica moderna. La antigüedad tendía a un pensamiento más imaginativo pero el centro de gravedad de nuestro interés se ha desplazado por completo a la realidad material. 
La actividad el espíritu de los primeros tiempos de la antigüedad obraba por antonomasia artísticamente. Parece que la finalidad del interés estribaba, no en captar objetivamente y exactamente el cómo del mundo real, sino en adaptarlo estéticamente a fantasías y esperanzas subjetivas.
Cada cosa tenía su demonio, es decir, estaba animada y era igual a un hombre o a su hermano el animal. Todo era antropomórfico o teriomórfico, hombre o animal. Incluso el disco solar había sido dotado de alas o pies para hacer sensible su movimiento. Así surgió una imagen del mundo arto alejada de la realidad, pero que correspondía cabalmente a la fantasía subjetiva. No es preciso extenderse mucho para demostrar que el pensamiento del niño es muy similar al mitológico. En el sueño se manifiesta un pensamiento análogo.
Según Freud, lo que caracteriza al pensamiento de la vigilia es la progresión, es decir, la marcha de la excitación mental desde el sistema de percepción interna o externa, pasando por la labor asociativa endopsíquica, hasta el acto motor final, esto es la inervación. En el sueño ocurriría lo contrario: regresión de la excitación mental desde lo preconsciente o inconciente hasta el sistema de percepción, a lo cual debe el sueño su carácter de representación sensible que puede llegar hasta la nitidez de una alucinación. El pensamiento onírico se mueve pues, hacia atrás, hacia las materias primas del recuerdo: “El ensamblaje de los pensamientos oníricos se disuelve en la regresión de la materia misma”. Pero la reanimación de percepciones originarias es solo uno de los lados de la regresión; el otro es la regresión al material de recuerdos infantiles. Esa regresión puede calificarse de “histórica”. Ene se aspecto el sueño podría concebirse como una reminiscencia transformada por su transferencia al presente. Dice Freud: “Realizando sus deseos por un breve camino regresivo, nos conserva el sueño una muestra del funcionamiento primario del aparato psíquico, funcionamiento abandonado luego por inadecuado al fin. Aquello que dominaba en la vigilia, cuando al vida psíquica era aún muy joven e inhábil aparece ahora confinado en la vida nocturna, del mismo modo que las armas primitivas de la humanidad, el arco y la flecha, han pasado a ser juguetes de los niños”. Esto nos sugiere un paralelo entre el pensamiento mitológico del a antigüedad y el pensamiento similar de los niños, de los primitivos y del sueño. La anatomía comparada y la genética nos muestra como la estructura y el funcionamiento del cuerpo se forman a través de una serie de transformaciones embrionarias que corresponden a transformaciones análogas en la historia de la especie. En la vida psicológica también la ontogénesis corresponde a la filogénesis: el pensamiento infantil en la vida psíquica del niño así como en el sueño, no sería mas que una repetición de anteriores etapas del desarrollo. Diríamos con Nietzsche: “Durmiendo y en sueños rehacemos toda l tarea de la humanidad primitiva… así como ahora razona el hombre durante el sueño, así razonaba también la humanidad durante la vigilia muchos miles de años. El sueño… es el fundamento sobre el cual la razón superior se ha desarrollado y se desarrolla aún en todo hombre: el sueño nos transporta a remotos estados de la civilización humana y pone en nuestras manos un medio para comprenderlos.” Desde ahí a ver en el mito un pariente un pariente del sueño solo media un paso breve, decía Fred: “…resulta totalmente probable, por ejemplo, que los mitos correspondan a residuos configurados de fantasías deseosas de naciones enteras, a sueños seculares de la joven humanidad.”. Rank califica al mito de sueño colectivo del pueblo. Riklin destacó el mecanismo onírico de los sueños y Abraham dice: “… el mito es un vestigio de la vida anímica infantil del pueblo, y el sueño es el mito del individuo”. A todo esto se impone la conclusión de que la época que creó los mitos pensaba de la misma manera que hoy lo hace el sueño. Sin embargo, detrás de la afirmación de que el mito procede de la vida anímica “infantil” del pueblo, hay que colocar un gran signo de interrogación. Pues es lo mas adulto que ha producido la humanidad primitiva, el hombre que vivía y pensaba en el mito era una realidad adulta.
Basta un relajamiento del interés, un leve cansancio, para eliminar la exacta adaptación psicológica al mundo real, que se expresa por medio del pensamiento dirigido, y sustituirla con fantasías. Nos apartamos entonces del tema y vamos a la deriva, llevados por nuestras propias ideas; y si el relajamiento de la atención se intensifica, perdemos paulatinamente la conciencia del presente y la fantasía lo invade todo. En este punto se impone una importante cuestión: ¿cómo se forman las fantasías? La fantasía obra a modo de compensación. ¿De dónde extraen sus materiales las fantasías? Hubo un tiempo en que las fantasías eran una verdad legítima universalmente reconocida. Las fantasías del hombre moderno no son en el fondo más que reediciones de viejas creencias populares otrora muy difundidas.
 Lo que tenemos en el fondo de la fantasía antaño estuvo a plena luz. Lo que se nos aparece en sueños y fantasías fue antes de uso conciente o convicción general. Más lo que entonces fue tan poderoso como para formar la esfera vital de espíritu de un pueblo de elevado desarrollo, no puede haber desaparecido totalmente del alma humana en el curso de pocas generaciones. Guillaume Ferrero dice: “… el hombre no cambia tan a prisa; su psicología continúa siendo la misma en el fondo; y si su cultura varía mucho de una época a otra, no es aún eso lo que va a modificar el funcionamiento de su espíritu. Las leyes fundamentales del espíritu permanecen inmutables, al menos para los períodos históricos (tan cortos) que conocemos. Y casi todos los fenómenos, incluso los más extraños, han de explicarse por esas leyes comunes del espíritu que cabe verificar en nosotros mismos”.
De las dos formas de pensamiento: el dirigido y adaptado, y el subjetivo, motivado interiormente. La última tiene que producir necesariamente una imagen el mundo desfigurada, preponderantemente subjetiva. Ese estado de espíritu se calificó primero de infantil y autoerótico o, con Bleuler, de autístico, con lo cual se dio clara expresión a la idea de que la imagen subjetiva del mundo, juzgada desde el punto de vista de la adaptación, era inferior a la del pensamiento dirigido. El pensamiento no dirigido está motivado subjetivamente en lo principal, y por mucho menos móviles conciente que inconcientes. Es dudoso que el motivo interno, principalmente inconciente, que dirige los procesos de la fantasía, no exponga un dato objetivo. El propio Freud ha indicado a la sociedad hasta qué punto los motivos inconcientes se apoyan en el instinto, que al fin y al cabo es ciertamente un dato objetivo. También reconoció en parte su naturaleza arcaica.
Las bases inconcientes de los sueños y de las fantasías solo en apariencia son reminiscencias infantiles. En realidad, trátese de formas de pensamiento basadas en instintos, primitivas o arcaicas, que como es natural, se destacan con mayor claridad en la infancia que después. La base instintivo-arcaica de nuestro espíritu constituye un dato objetivo, hallado, que al igual que la estructura y disposición funcional heredadas del Orebro o de cualquier otro órgano, no depende de la experiencia individual ni del arbitrio subjetivo-personal. Al psique posee su propia historia genética, como la tiene el cuerpo, que tan claras huellas ostenta aún de sus distintas fases.
Mientras el pensamiento dirigido es un fenómeno totalmente conciente, no puede decirse lo mismo del pensamiento de fantasías. Sin duda, gran parte de sus contenidos pertenecen a los dominios de la conciencia; mas por lo menos otro tanto vive en una suerte de penumbra o francamente en lo inconciente y, por ende, solo puede conocerse indirectamente. A través del pensamiento fantaseador se establece el enlace con los “estratos” mas antiguos del espíritu humano, desde largo tiempo atrás sepultados por debajo del umbral de la conciencia. Los productos de la fantasía que ocupan directamente la conciencia son las ensoñaciones o fantasías diurnas, y los sueños, pero estos últimos ofrece a la conciencia una fachada enigmática. También, en el complejo disociado, hay lo que cabría denominar sistemas de fantasías, totalmente inconcientes, que manifiestan una marcada tendencia a construir una personalidad independiente. 
Todo esto señala que el mito está emparentado con los productos de lo inconciente. Un adulto en proceso de introversión encuentra primero reminiscencias infantiles regresivas (del pasado individual); si la introversión  y la regresión se intensifican aparecen huellas primeramente vagas y aisladas, pero pronto cada vez más nítidas y numerosas de un estado espiritual arcaico.
Cabe aplicar a la tradición mitológica la siguiente regla: no se propagan relatos de cualesquiera acontecimientos pasados, sino solo aquellos que expresan un pensamiento de la humanidad, pensamiento general y que siempre vuelve a remozarse.
Poco importa que la fantasía conciente esté formada por materiales míticos o de otra índole; en ningún caso debe tomársela al pie de la letra, sino procurar entender su sentido. Las fantasías concientes no revelan, mediante la utilización de materiales míticos, ciertas tendencias de la propia personalidad todavía no reconocidas o que dejaron de serlo. Tiene que haber mitos típicos, verdaderos instrumentos que sirvan a los pueblos para elaborar sus complejos psicológicos. 
 
 
22.08.2014 16:41
 
 
Estructura psicológica de la persona adicta
"Existen dos tipos de dependencia: la una, conocida como Dependencia Psíquica o Psicológica, que es la menos grave, la cual consiste en una dependencia mental o psicológica por la droga; el individuo depende, puede decirse, psíquica o psicológicamente de ella, pues encuentra que los efectos que le producen en su cuerpo son necesarios para alcanzar o sentir cierto bienestar. Por ejemplo, hay persona que sienten la necesidad de fumarse un cigarrillo tras otro, para sentirse bien"[10].
En esta dependencia psicológica "el individuo utiliza la droga para aliviar sus tensiones emocionales por placer, o por evadir la realidad, sin que el organismo la necesite para su funcionamiento normal, de manera que el sujeto puede no tomarla y no se producirá ningún efecto nocivo"[11]
"Después de acercarnos a los principales fundamentos filosóficos y antropológicos de la persona adicta, pretendo ahora alcanzarnos a los principales fundamentos psicológicos que explican la psicología de la persona adicta y su posible re humanización. Explicar significa etimológicamente quiera los pliegues, las complicaciones, dejando las cosas más planas y sencilla. Eso mismo nos empuja a buscar teorías y terapias más acordes con la elevada idea psicológica de persona que se nos va revelando, única capaz de hacer posible la re humanización de la persona adicta. El intento de fundamentar un fenómeno tan complejo como las adicciones nos lleva ahora a la célebre frase de Shakespeare ser o no ser, esa es la cuestión, porque uno no sabe ya bien dónde empiezan y dónde termina sus ideas propias y las ideas de los demás, como un jardín inglés. En todo caso, está claro que sin ideas jamás existiría el jardín.
Con lo que hemos visto hasta ahora intuimos ya que la persona adicta es una persona manipuladora y su discurso a menudo está impregnado de mentiras y engaños adicción a la mentira, actitud que se explica por el hecho de que trata de vivir fuera de la realidad sorteado la mayor parte de las dificultades de su vida, en vez de afrontarlas, y por esos veremos cómo el terapeuta humanista continuamente impulsa al ser adicto a una confrontación objetiva con la realidad. En principio, uno de los perfiles psicológicos más claros que observamos en la personalidad adictiva es el de no querer crecer y permanecer en las gratificaciones del mundo de la infancia, y así, su mundo adictivo viene a alimentar la cómoda irresponsabilidad de dejarse llevar o arrastrar su vida. Al negarse a crecer, diríamos que el ser adicto permanece en una psicología que no ha integrado el sentido del tiempo y de la historia, y por eso el terapeuta debe ayudarle a reanudar el hijo de su historia personal, a aceptar insertarse en el tiempo real y a madurar, en vez de creerse niño y, por tanto, eternamente dependiente"[12]..
Desde la perspectiva filosófica y antropológica ya ganada necesitamos ahora aproximarnos al estudio psicológico de las adicciones como también al estudio pedagógico (Parte IV), precisamente para ver las distintas aportaciones al a persona adicta y a su posible re humanización que encontramos en cada uno de estos enfoque clásicos. Cuando analicemos en el próximo capítulo las distintas psicoterapias, al final nos parecerá que asistimos a un mosaico de teorías psicológicas tosas validad pero en muchos aspectos contrarias y, por eso mismo, ninguna válida. Hace falta un sustrato previo antropológico que ponga cohesión y fundamento a todas ellas, y eso es justamente lo que aporta la concepción psicológica humanista y relacional de la persona frente a las teorías psicológicas más reduccionistas, mecanistas y deterministas de la persona. Por ello, igual que agrupamos en dos bloques excluyentes las teorías antropológicas también ahora nos va a dar juego hacer lo mismo desde el punto de vista psicológico y pedagógico.
Aspectos psicológicos de la personalidad adictiva
En todas las sociedades se han consumido drogas desde la antigüedad, pero con el tiempo han cambiado las características del consumo. Esta situación es debida a la confluencia de factores sociales y sanitarios. Entre los factores sociales se podrían comentar los siguientes: consumo de drogas conocidas en sociedades y contextos culturales que antes no lo eran, además el consumo se atribuye básicamente a los miembros más jóvenes de la sociedad, consumo de drogas nuevas como LSD y derivados anfetamínicos, consumo de preparados más potentes y por vías de administración más directas (heroína intravenosa en lugar de opio fumado; bebidas destiladas en vez de fermentadas) y el incremento de la delincuencia para conseguir el dinero preciso para comprarlas.
En el ámbito sanitario los cambios se pueden observar en la aparición nuevas patologías y reaparición de otras casi erradicadas de las sociedades avanzadas. Se asiste en la última década a un incremento de la tuberculosis asociada a portadores del virus de inmunodeficiencia humana (SIDA), sobretodo en adictos a drogas por vía parenteral y en alcohólicos marginales.
"La Organización Mundial de la Salud define una droga como una sustancia (química o natural) que introducida en un organismo vivo por cualquier vía (inhalación, ingestión, intramuscular, endovenosa), es capaz de actuar sobre el sistema nervioso central, provocando una alteración física y/o psicológica, la experimentación de nuevas sensaciones o la modificación de un estado psíquico, es decir, capaz de cambiar el comportamiento de la persona.
Conceptos básicos:
Cuando el consumo de la sustancia se hace cada vez más regular, con el fin de experimentar sus efectos psíquicos y a veces para evitar el malestar producido por su privación, estamos hablando de drogodependencia"[13].
La dependencia psíquica es la compulsión a tomar una sustancia determinada para obtener la vivencia de efectos agradables y placenteros o evitar malestar.
La dependencia física es un estado de adaptación del organismo producido por la administración repetida de una sustancia. Se manifiesta por la aparición de trastornos físicos, más o menos intensos cuando se interrumpe la administración de la misma.
El abuso de drogas se produce cuando hay un consumo en grandes cantidades y circunstancias que se desvían de las pautas sociales o médicas aceptadas en la cultura determinada.
El síndrome de abstinencia es lo que se produce tras haber una dependencia física y psíquica, en el momento en que falta la droga, aparecen todo un conjunto de signos y síntomas de carácter físico y psíquico, cuya intensidad y curso temporal van a depender del tipo de droga y otros factores como frecuencia, cantidad y antigüedad del consumo.
El síndrome de querencia son los síntomas psicológicos que aparecen antes de que el síndrome de abstinencia y después de que desaparezcan los efectos de la última toma de droga, consisten en la vivencia de angustia generalizada, intensa necesidad de la toma de la droga con el consecuente desarrollo de una conducta de búsqueda.
La tolerancia es un estado de adaptación caracterizado por la disminución de la respuesta a la misma cantidad de droga, o por la necesidad de una dosis mayor para provocar y sentir el mismo efecto.
La tolerancia cruzada es el fenómeno por el que al tomar una droga aparece tolerancia no solamente a otra del mismo tipo, sino incluso a drogas totalmente diferentes. El uso previo de una droga puede potenciar los efectos sobre el organismo de otros tipos de droga.
La intoxicación aguda se produce cuando se toma una cantidad de droga que el cuerpo no es capaz de eliminar o transformar la sustancia.
La sobredosis es la intoxicación aguda grave que aparece cuando se supera el límite de toxicidad en el organismo. Va en función de la dosis de droga tomada, su composición (si es más o menos pura), si está adulterada y las variables corporales individuales como el peso, metabolismo y tolerancia.
La politoxicomanía o policonsumo se produce cuando el sujeto se administra una variada gama de sustancias con el objetivo explícito de mantener alteradas sus funciones mentales. En muchos casos existe una droga principal que sustenta la dependencia, y unas drogas secundarias que la complementan o la sustituyen en situaciones de no disponibilidad. Actualmente es raro encontrar un consumidor de una sola droga.
Por patrones de conducta se entiende a las sustancias que toma el drogodependiente y además su vía de administración, frecuencia, contexto relacional en que se produce el consumo, soporte social y cultural, etc.
"La psicología, para los pensadores alemanes sobretodo, es una ciencia que cabalga entre la ciencias de la Naturaleza y las del Espíritu, es decir que participa de los dos mundos clásicos en que se dividen las ciencias en general, en ciencias de la naturaleza y en ciencias humanas. Ya los neokantianos, en particular Windelband, advirtieron que el conocimiento de las ciencias de la naturaleza se propone establecer leyes universales y cuando el científico se enfrenta con hechos particulares sólo le interesa captar lo que pueda haber en ellos de universal. Por su parte, a la ciencias humanos o del espíritu les preocupa comprender los hechos particulares en aquello que tienen de únicos como singulares e idénticos a sí mismos, por ello este tipo de conocimientos pertenece a las ciencias ideográficas, que apelan fundamentalmente a la descripción y utilizan el método fenomenológico en sentido amplio. Esta senda abierta por Windelband a de ser transitada por Rickert. Dilthey, Jaspers, Frankl, etc.
Desde el rigor epistemológico el profesor Óscar R. Oro, siguiendo a Dilthey, repara en que la naturaleza se explica y lo psicológico se comprende, diferencia que consiste en que en el primer caso el método por excelencia de las ciencias naturales explica que un fenómeno físico A es la causa de otro fenómeno físico B (por ejemplo la caída de un cuerpo pesado), es decir que se da un esquema lineal causa – efecto irreversible, mientras que en las ciencias del espíritu como la vida psíquica propiamente no puede explicarse sino comprenderse, es decir que siguen un esquema circular reversible. La vivencia que cada uno tiene por ejemplo ante una determinada noticia es un fenómeno único, y por tanto la vivencia no tiene una causa sino un motivo dice Dilthey"
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
22.08.2014 16:33
Fundamentos existenciales
"La vida de los seres personales es una continua reconsideración de su posicionamiento en el mundo a través de la experiencia, y ello indica de entrada que las personas siempre tenemos idea de que nuestro mundo, el propio y el de los demás, es perfeccionable. La investigación que ahora presento pretende encontrar teorías que expliquen en qué consiste el fenómeno de las adicciones las dependencias y la experiencias fundamentales de todo ser adicto, así como de su posible superación o re humanización"[1].
Los seres humanos están inmiscuidos en una serie de conflictos, que en muchas oportunidades lo desahogan en las adicciones, las cuales pueden ser drogas, alcoholismo, perversiones, etc. Pero su tratamiento debe ser estudiado por personas con la capacidad suficiente para aportar soluciones, conociendo la realidad histórica de la persona adicta, para brindar las mejores terapias de rehabilitación, teniendo en cuenta la re humanización que debe tener presente el terapeuta.
"De modo que para ser útil de verdad al terapeuta le es preciso tener una versión antropológica previa clara, porque para provocar el cambio definitivo en la persona adicta no basta poseer una metodologías bien definida y utilizar técnicas de modo adecuado, es necesario tener la visión integral de una realidad personal esperanzada. Y eso, en principio, no lo pueden aportar la ciencias particulares por sí solas"[2].
En sí, es necesario tener el interés de rehabilitar a la persona, pero con el ánimo
suficiente para dar la confianza de que el terapeuta no solo es un profesional sino que además tiene las características de consciencia humanitaria.
"En los Institutos y Centros sobre drogas se estudia, en efecto, con detenimiento todo tipo de teorías y de instrumentos terapéuticos más eficaces, pero no siempre se tiene una visión de conjunto de a quién van dirigidos dichos instrumentos, esto es, una visión humana global del ser- en- el- mundo- adictivo. Hasta llegar a descubrir que en la problemáticas de las adicciones el principal problema no es prioritariamente la adicción sino la persona adicta, y después ser coherente con este principio fundante en las terapéuticas que se apliquen, en primer lugar hace falta un conocimiento teórico antropológico de la persona previo que explique esencial y existencialmente quién es el ser adicto, y cuál es la lógica interna de los procesos de su regresión y de su maduración, y en segundo lugar hace falta ejercitar una terapéutica que respete la libertad de la persona adicta, es decir que la re humanice de verdad"[3].
Por tal motivo, se hace necesario que existan instituciones y personas que estudien el fenómeno para dar solución a los problemas relativos a la adicción, teniendo como base la re humanización de la persona que trata al adicto, pues éstas deben llenar requisitos humanitarios y de bien al prójimo.
"Si podemos distinguir entre la persona y su adicción ello es posible porque la persona es un ser más profundo y más íntimo, visto desde un conocimiento típicamente humano, que el ente objetivo de su adicción, con lo cual estamos priorizando a la persona frente a su objeto de deseo adictivo merced a un fundamento antropológico previo. Y ello nos pone bien en claro que el mero-objeto-adictivo es una tentación de la persona adicta de reducir toda su rica y compleja realidad personal a algo dominable, algo posible de verificación y control, y, por tanto, manipulable. Al contrario, toda persona posee características propias que superan las condiciones de lo espacio- temporal que ostentan los objetos, tal y como han puesto de manifiesto las mejores corrientes filosóficas existenciales y humanistas contemporáneas como el personalismo y la filosofía dialógica, entre otras.
Esta visión humanista inicial de las adicciones, que se fija primero no en qué es la adicción sino en quién es la persona adicta, podemos llamarla visión antropológica personalista porque prioriza a la persona y no al objeto droga. Diríamos que las ideas de la antropología personalista actual (Burgos, 2003) estaría perfectamente adaptadas para explicar la realidad de la persona adicta hoy día porque ya no podemos dudar de que el problema es la persona y no la droga (Peleón, 2000, 35). Priorizar la conducta adictiva, y las perturbaciones psíquicas o el deterioro físico que la adicción puede originar al poner el objeto-droga sustancia o conducta en el centro de la problemática lo que hace es dar lugar a una visión reduccionista de la persona adicta invirtiendo el enfoque profesional y cultural del problema, entre otras cosas porque es más fácil de adoptar. La mayoría de la investigación experimental sobre las adicciones que se lleva a cabo actualmente en las Universidad y Centros Superior de Investigación no sale del unívoco método empírico sin tener en cuenta la grave parcelación de las personas y del ámbito personal del mundo adictivo ello implica"[4].
"La frontera entre la dependencia adictiva y la dependencia no adictiva o la no-de-pendencia estaría en hacer girar todo nuestro ser en torno a algo o a alguien que nos anula como perronas. Vistas las cosas bajo este prisma podemos sostener que en potencia todos podemos llegar a ser adictos, en mayor o menor grado. Hemos sido adictos de alguna forma por ejemplo cuando hemos experimentado el vértigo de una ambición económica desmedida, o de alcanzar poder para manipular a los demás, o el deseo de obtener un placer irracional compulsivo. Cualquier situación incitadora de placer obsesivo y autonomizado puede acabar generando dependida, y la mayor parte de las conductas compulsivas nacen de hábitos de comportamiento de los que la persona es responsable en última instancia. Es decir, las características psicosociales de cada persona son las que determinan y modulan la vía concreta y particular hacia un tipo de adicción"[5].
"Socialmente, la más escandalosa de todas las adicciones es la drogadicción, aunque para cada persona particular la adicción más grave siempre es la suya. Ahora bien lo mismo que podemos afirmar con absoluta seguridad que no se sales de las drogas hablando de las sustancias o de las conductas que las producen sino de las personas que las padecen, y que sólo se cambia de verdad atajando las cusas existenciales profundas de las personas y no centrándose en la sintomatología, eso mismo lo debemos sostener respecto de cualquier tipo de adicción. Muchas personas siguen pensando que una adicción es el resultado inevitable de consumir alguna sustancia una droga, pero tal concepción limitadora es peligrosamente errónea dando que, entre otras cosas, pone todo el énfasis del problema en un objeto sin alma la sustancia, ignorando que un proceso adictivo puede sustentarse sólo en la repetición de una conducta sin que medie ningún consumo de sustancias".
En todo caso, las adicción (de todo tipo no deben ser tratadas como un problema exclusivo y preferentemente sanitario ni psiquiátrico. El dependiente no es sólo un enfermo que padece una enfermedad física y mental: su tratamiento únicamente sanitario-psicológico está abocado al fracaso si se renuncia a la re humanización de su persona, verdadera perceptiva global aportada hoy por la antropología filosófica personalista sobre la condición humana. Ya F.G. Schelling, desde su romanticismo, lo expresó perfectamente en la frase el enfermo, como todo hombre, es inagotable (Jaspers, 1955, 3229), lo cual quiere decir que el ser adicto no es sólo una entidad patológica es ante todo una persona y, por tanto, un ser con posibilidades de cambie el rumbo de su existencia en cualquier momento merced a su libertad. La terapéutica actual más valiosa y generalizada demuestra que las adicciones son un problema existencial, pedagógico y preventivo antes que sanitario, judicial y policial, y que se ha de afrontar presentando más atención al sufrimiento de cada persona adicta, de su familiar y de su entorno próximo, antes que a la intervención paliativa aunque lógicamente esta sea necesaria. Dicho de otro modo, si de verdad se quiere atajar la raíz del problema se han de aplicar tratamientos farmacológicos, sanitarios y psicológicos de forma rehumanizadora.
Esta visión antropológica personalista de las adicciones se apoya en las filosofías humanista y en las psicologías integradoras, una fundamentación existencial que nos lleva a conclusiones del tipo teoría, prevención y terapéutica de las adicciones. El título lo tomo prestado de Víctor Frankl, quien en 1956 presentó a la sociedad de su época una sistemática de su pensamiento, confirmada con una amplia casuística terapéutica ya entonces. A la búsqueda del placer (Luststrebigkeit) que Sigmund Freud estimó como el principal motor del ser humano, opuso Frankl la voluntad para encontrar sentido a todas las situaciones humanas (wille zum Sinn), incluida la enfermedad, la depresión y la muerte, así como en la trágica situación de las adicciones. Lo cual, entre otras consideraciones, inicialmente quiere decir que también la persona adicta tiene más participación en su destino de lo que a simple vista se la quiera atribuir, como un ser que crea el mundo y determina lo que ella es y lo que ella quiere que sea.
1.2. Persona adicta
Características de la persona adicta
Sufre de un trastorno de personalidad, del que la adicción es un síntoma.
No acepta ser adicto. No reconoce que necesita ayuda. Niega sus problemas.
Vive en una su –cultura entre otros drogadictos (usa un lenguaje típico para comunicarse).
Es una persona de inteligencia promedio o más (en su mayoría).
Tiene conflictos con la autoridad. La rechaza.
Es egocéntrico e individualista. No se preocupa por los demás (él es el sol y los demás giran alrededor de él).
Distingue entre el bien y el mal, no es un loco, pero cuando actúa lo hace mal.
Tiene pobres controles internos.
Es inconsciente. No persevera. Empieza las cosas y no las termina. No tolera la rutina.
Vive el presente. Es un niño. Quiere las cosas cuando las pide y no puede esperar.
No planifica en base a la realidad que tiene (se casa sin tener trabajo, compra carro nuevo aunque no tenga con que pagarlo).
Es manipulador, quiere siempre salirse con la suya. Quiere las cosas como y cuando él dice.
Es inmaduro, ansioso, inseguro.
Le gusta vestir y calzar bien aunque o trabaje.
No aprende de sus experiencias, ni de las de los demás.
Es irresponsable en grado óptimo, difícil de manejar. Quiere un carro y se lo roba (la persona normal planifica, economiza, hace prestamos y los paga).
Tiene nivel de frustraciones y tolerancia baja.
Su autoestima es muy baja.
Carece de introspección (Los demás tienen la culpa de los que sucede).
Es vago. No le gusta trabajar. Le gusta la vida fácil. No está dispuesto a sacrificarse.
Manifiesta una constante inestabilidad en el trabajo. Cambia mucha.
Carece de remordimiento y sentido de culpa. A veces siente arrepentimiento pero no le dura mucho.
Le gusta hacer promesas que no cumple.
Presenta embotamiento afectivo. No siente amor por nadie, ni por el mismo. Se le hace difícil recibir amor.
Es desconsiderado. Justifica su conducta. Siempre le echa la culpa a los demás, lo persiguen los demás.
Es mentiroso, se cree el mismo sus mentiras.
Tiene ambiciones desmedidas, no a tono con su situación. Quiere ganar dinero, aunque no tenga ningún oficio o destreza (Sí lo tiene no se destaca por su irresponsabilidad).
Tiene una gran capacidad para seducir, para agradar.
No se conforma nunca con lo que tiene (Mientras más se le da más quiere).
Muchos tienen identificación pobre con su propio yo.
Tiene conflictos con el sexo opuesto (Ve el sexo opuesto como un objeto que utiliza cuando más le conviene). Tiene un concepto pobre de su hombría (Para ellos el machismo impera). El más macho es el que más droga consume, el que conquista más mujeres, el que engaña más.
Trata de modificar el mundo de acuerdo a sus intereses. El tratamiento debe ser como ellos dicen.
Es desconfiado por excelencia.
Normalmente se siente rechazado, perseguido, inferior, inadecuado.
A veces se torna irracional, negativo, hostil, manipulador, superior al terapeuta en conocimiento sobre la adicción.
Es rechazado por su conducta no por su persona.
Puede controlar su vida si se lo propone.
Puede modificar su conducta y cambiar sus actitudes: reeducarse.
"El fenómeno adictivo conmociona la vida de los seres adictos, de su familiar y de la sociedad entera. Esta pandemia, cuyos daños no se pueden evaluar sólo cuantitativamente, es sobre todo dolorosa por lo que significa de pérdida de personas que en vez de ser libres y generosas derivan en esclavas, egoístas y solitaria, en un proceso de vertiginosa destrucción tanto personal como social. El emplastamiento de la persona con las adicciones puede ofrecer todo tipo de explicaciones científicas, pero especialmente una antropológica: huir de la realidad. De tal modo que las conductas adictivas y las adicciones de cualquier tipo que sean la distinción legales/ilegales, blandas/duras, es un mero metalenguaje son sobre todo un anestésico a la fatiga de vivir, y una escapatoria para aplazar a un eterno mañana la asunción de las responsabilidades personales cotidianas"[6].
Se desconocen aún los riesgos con precisión, pues se han registrado casos graves en personas que sólo han consumido estas sustancias esporádicamente, pero sí se ha establecido ya con seguridad la relación entre el consumo de estas sustancias, como el éxtasis, y la aparición de trastornos mentales graves: su composición química actúa sobre la serotonina, una sustancia implicada directamente en los estados de ánimo, cuyos niveles menores de lo normal se registran en las personas con depresión. En un principio, la sustancia hace liberar grandes cantidades de serotonina, lo cual se manifiesta en euforia y energía para resistir despierto y activo. Pero al poco tiempo (una semana en los experimentos llevados a cabo con ratas) cusa toxicidad en las neuronas implicadas en la liberación de serotonina, imprescindibles para el correcto funcionamiento del cerebro, incluso puede llegar a destruirlas.
Los 4 síntomas cardinales de la adicción son:
 
"La conducta adictiva es, por lo general, apremiante y obsesiva. Cuando se es adicto a menudo no se puede pensar en otra cosa que no sea la droga, el modo de conseguirla, la forma de administrarla, etc. En general, la adicción es vivida como una obsesión que dirigirá gran parte de su tiempo, su energía y su atención.
El estilo de vida se vuelve monótono y 'unimodal': todo gira en torno a la adicción, y el resto de personas, cosas, intereses, obligaciones, pasa a un plano secundario. Lo que hace que una adicción sea una adicción nociva es que se vuelve en contra de uno mismo y de los demás. Al principio se obtiene cierta gratificación aparente, igual que con un hábito. Pero más temprano que tarde su conducta empieza a tener consecuencias negativas en su vida.
Las conductas adictivas producen placer, alivio y otras compensaciones a corto plazo, pero provocan dolor, desastre, desolación y multitud de problemas a medio plazo.
Las consecuencias negativas asociadas a las adicciones afectan a muchos aspectos diferentes de la vida de una persona. Los más importantes son"[7]:
Relaciones: La relación con la familia, amigos o pareja se altera, aparecen discusiones frecuentes, desinterés sexual, la comunicación se interrumpe, hay pérdida de confianza, alejamiento, etc.
Trabajo: Cuando una persona tiene una adicción suele restarle tiempo a su trabajo para buscar la droga o recuperarse de su uso, suele llegar tarde, hay menor productividad, deterioro de la calidad del trabajo o pérdida del propio trabajo.
Economía: Al destinar la mayor parte del dinero a comprar las drogas, apenas queda dinero para otras cosas. Los ahorros se agotan y suele aparecer el endeudamiento. A veces para poder sufragar los gastos de la adicción se ve obligado a recurrir a actividades ilegales.
Salud psíquica: Los adictos suelen padecer una amplia gama de trastornos psicológicos, como estados de ánimo negativo e irritabilidad, actitudes defensivas, pérdida de autoestima e intensos sentimientos de culpa.
Conducta: Como conseguir y usar la droga se ha vuelto casi más importante que ninguna otra cosa, los adictos se vuelven egoístas y egocéntricos: no les importa nadie más que ellos mismos.
Salud Física: La adicción suele conllevar la aparición de multitud de síntomas físicos incluyendo trastornos del apetito, úlcera, insomnio, fatiga, más los trastornos físicos y enfermedades provocadas por cada sustancia en particular.
Falta de control
El rasgo distintivo de la conducta adictiva es que al tratar de controlarla, la voluntad
resulta insuficiente. La sustancia o actividad en cuestión controla a la persona, en lugar de ser al contrario. La falsa percepción de autocontrol es uno de los grandes paradigmas para entender las adicciones. Los drogodependientes creen que pueden controlar la droga: la cantidad, las dosis, la frecuencia, etc. sin embargo nada hay más equivocado que esta creencia.
Pensar que uno posee cierta omnipotencia frente a las drogas es una ingenuidad, y más aún cuando ya existen antecedentes de consumo. Si para las personas abstemias resulta difícil controlar la ingestión de alcohol, para las personas que tienen una historia de consumo y/o abuso de alcohol resulta muy difícil parar, decir no o evitar una situación. A medida que los adictos empiezan a acumular problemas (en el trabajo, hogar, socialmente), inevitablemente comienzan a negar dos cosas:
Que la droga o actividad en cuestión constituya un problema que no pueden controlar
Que los efectos negativos en sus vidas tengan alguna conexión con el uso de la droga o actividad.
Como la negación es un proceso mental ficticio, negar la propia adicción o sus consecuencias significa, literalmente, estar fuera de contacto con la realidad.
La negación asume muchas formas:
Negar terminantemente: 'No, yo no tengo ningún problema'
Minimizar: 'No es tan grave'
Evitar el tema por completo (ignorarlo, negarse a abordarlo o desviar la atención a otro tema)
Culpar a otros: 'Quién no haría esto en mi situación'
Racionalizar: 'Lo mío no es tan grave', 'Yo no estoy tan enganchado'
"El fenómeno reviste especial gravedad porque los nuevos consumidores suelen ser personas muy jóvenes, que hasta cierto punto es lógico que no reconozcan dicha gravedad. Más grave aún es que tampoco así lo perciben ni su familiar ni la sociedad en general. El problema, por tanto, es la generación de una mentalidad adictiva que afecta a todos los niveles sociales y también entre los adultos y ancianos, como muy bien observa M. Picchi: la búsqueda de una muleta farmacológica (psicofármacos) para sobrellevar cualquier malestar físico o psíquico, por pequeño que sea, no es exclusiva de los jóvenes[8]
Al interrogarnos acerca de quién es la persona que llamamos adicta de entrada podemos quedarnos con esta bella propuesta procedente de una experimentada terapia rehumanizadora, nosotros la definimos como alguien que tiene un problema añadido (Picchi, 1998,229, para caer ya en la cuenta de que es posible afrontar con esperanza la problemática de las adicciones desde el lado más específicamente humano y, por tanto, más integral. Si desde el primer paso explicativo antropológico que damos entendemos que la conducta adictiva es el síntoma de un profundo vacío existencial previo, entonces la prioridad se nos presenta en la persona y en su re humanización, no es las adicciones ni en las drogas en particular. Y ello es fundamental desde los inicios, pues la perspectiva elegida condiciona cada uno de los aspectos posteriores del problema: prevención, rehabilitación, metadona y narcosalas, legalización, etc.
Sin olvidar los factores personales psicológicos, sociales y culturales, incluso económicos y políticos, que influyen en las decisiones de las personas adictas, los programas de ayuda realistas y efectivos se centran en devolver la responsabilidad individual a casa persona adicta tanto a la hora de explicar su decisión de empezar como a la hora de querer abandonar ese camino deshumanizante y rehumanizarse.
Por lo demás, la conducta adictiva de las personas no es sencilla de delimitar, puesto que no es algo concreto y aislable del resto de sus comportamientos cotidianos, sino que, por el contrario, se encaja dentro de un continuum de actuaciones vitales en el que no hay separación entre las conductas adictivas y las que no los son. Quienes compran por comprar desenfrenadamente, quienes fuman varias cajetillas diarias sin parar, quienes beben alcohol hasta perder el umbral de la conciencia o juegan a las máquinas de azar sin control, etc., hacen lo que hacen de modo compulsivo, y ello marca la frontera entre lo que es una actividad placentera más en la vida, que tiene su momento y su lugar, y lo que hacen las personas adictas.
Ciertamente, como dice Enrique Rojas (19949, no es fácil llegar al fondo inequívoco de la persona, sino que antes hay que pasar por una selva espesa desbrozando muchos senderos y recovecos.
1.2.3. Causas de las adicciones y vacío existencial.
"El fenómeno de la adicción es síntoma de un malestar profundo que está marcando la cultura y el sentido ético de la sociedad actual. Hace que las personas permanezcan en un estado de permanente insatisfacción existencial, porque bajo el influjo adictivo no encuentran fuerzas que les permitan afrontar los problemas que no dejan de presentarse en la existencia y superar las crisis inevitables: crisis afectivas, dificultades en las relaciones, fracasos profesionales, enfermedades, muerte, etc. En vez de encontrar recursos en la vida del espíritu, las personas adictas tratan de encontrar una respuesta a sus interrogantes una satisfacción de sus expectativas a partir de percepciones vinculadas a su dependencia, cuyos efectos no provienen de una conducta guiada por la razón y la voluntad. Es decir han "tirado la toalla" de su propia vida"[9].
Las motivaciones que llevan a las adicciones a las personas pueden ser múltiples pero estudios humanistas actuales, como el manual de la Iglesia Católica, apuntan que es ante todo una actitud personal ante la vida la que hace al ser adicto. Las adicciones en sí, como la fiebre, serían un síntoma y no una enfermedad, que antes de nada y principalmente manifiesta en las personas adictas problemas de relación y problemas sociales, y en última instancia espirituales. El fenómeno de la adicción tiene que considerarse como el síntoma de un malestar existencial, de una dificultad de la persona para encontrar su lugar en la sociedad, de un miedo al futuro y de una fuga hacia una vida ilusoria y ficticia.
Lo primero que genera toda dependencia es una situación de soledad en la cual la persona dependiente se encuentra en una neurótica lucha por conseguir la nada, que desembocará antes o después en estados de angustia existencial. Buscando vivir en libertad, la persona adicta se vuelve en cambio ocasión de un vivir desmedrado, evadiendo de los problemas reales, que la hacen más bien esclava (de sí misma que libre. En todas las personas adicta, y en la iniciadas a las drogas en particular, se observan rasgos de personas inestables emocionalmente, y sobre todo muy necesitadas de afecto, porque arrastran tempranamente en sus vidas experiencias desgarradoras de falta de autoestima y de autovaloración positiva, así como de desconfianza e incomunicación y de incompetencia social, entre otras cosas porque no saben controlar su afectividad y la ponen al servicio casi exclusivo de la obtención de placer, del placer por el placer o placer adictivo.
La filosofía, la psicología y la sociología confirman que la primera causa que empuja a los jóvenes y adultos al mundo adictivo es la falta de claras y convivientes motivaciones en la vida. La falta de puntos de referencia, la convicción de que nada tienes sentido y que por tanto no vale la pena vivir, es el sentimiento trágico y desolador de ser viajeros desconocidos y solitarios en un universo absurdo que empuja a la huida desesperada hacia el vacío existencia y de valores.
Es relevante insistir en la constatación de que la raíz de la adicción no estriba en el producto o conducta sino en la persona que siente su necesidad, porque lo importante está en lo interrogantes humanos, psicológicos y existenciales que se esconden denteras de las conducta. El joven que fracasa en los estudios y se engancha a la realidad virtual y pone droga, o el adulto que fracasa profesionalmente y recurre al alcohol, se hacen adicto a algo o a alguien que no modifica en nada su suerte, tan sólo se evaden de la realidad durante una horas, pero la realidad sigue ahí. Con el agravante de que cuantas más veces se evaden de la realidad, menos fuerzas tiene para soportar la realidad. No son in-dependientes, están realmente determinados, de-penden de su adicción. Están arrojados a un estado de vacío existencia que Víctor Frankl ha llamado estado subhumano de la existencia.
 
 
 
 
 
 
 

 

13.08.2014 17:13
 
 
 
 
 
En el Nombre de Al·lah, el Clemente, el Misericordioso 
 
Alabado sea Al·lah y que la paz sea con sus siervos elegidos 
 
Éste es un tratado titulado “Las provisiones del viajero espiritual” que fue escrito en respuesta a una pregunta de uno de los hermanos religiosos que había consultado respecto a la manera de atravesar el sendero de la verdad. 
 
Sabe, “aîiadaka al·lahu birûhen minhu” -que Al·lah te afiance con un espíritu de Su parte-, que así como el viaje aparente posee un punto de partida, un final, una distancia y un camino (que recorrer), provisiones, montura, compañeros de viaje y un guía, asimismo el viaje espiritual, que es el viaje del espíritu hacia Al·lah Glorificado y Altísimo, posee todo ello. 
 
Su “punto de partida” es la ignorancia y la imperfección natural que trajo consigo desde el vientre de su madre: 
 
﴿ وَاللَّهُ أَخْرَجَكُم مِّن بُطُونِ اُمَّهَاتِكُمْ لاَ تَعْلَمُونَ شَيْئاً ﴾ 
 
“ual·lahu ajraÿakum min butûni ummahâtikum la ta‘lamûna shai‘an” («Al·lah os extrajo de las entrañas de vuestras madres desprovistos de conocimiento»). 
 
Su “final” es la perfección real, que es alcanzar a Al·lah, Glorificado sea: 
 
﴿ وَأَنَّ إِلَى رَبِّكَ الْمُنتَهَى ﴾ 
 
“Ua anna ilâ rabbika al-muntahâ” («Y que el final será a tu Señor»). 
 
﴿ يَآ أَيُّهَا الإِنسَانُ إِنَّكَ كَادِحٌ إِلَى رَبِّكَ كَدْحاً فَمُلاَقِيهِ ﴾ 
 
“Iâ aiiuhâ-l insân-u innaka kâdihun ilâ rabbika kadhan famulâqîh” («¡Oh humano!, por cierto que te esfuerzas afanosamente por tu Señor. ¡Ya le encontrarás!»). 
 
La “distancia del camino” en este viaje, son los niveles de perfección en el conocimiento y la práctica que el espíritu atraviesa -“shai’an fa shai’an” (“poco a poco”)- cada vez que da pasos sobre el sendero recto de la legislación religiosa que atravesaron los Auliâ’ (devotos y santos) y Asfiâ’ (puros e íntegros): 
 
﴿ وَأَنَّ هَذَا صِرَاطِي مُسْتَقِيماً فَاتَّبِعُوهُ وَلاتَتَّبِعُوا السُّبُلَ فَتَفَرَّقَ بِكُمْ عَن سَبِيلِهِ ﴾ 
 
“Ua anna hadhâ sirâtî mustaqîman fattabi‘ûhu ua lâ tattabi‘û-s subula fatafarraqa bikum ‘an sabîlih” («Y que ésta es Mi recta senda. ¡Seguidla y no sigáis las demás sendas para que éstas no os desvíen de la Suya!»). 
 
Y estas perfecciones se suceden unas a otras; hasta que no se atraviese la perfección anterior, no podrá trasladarse a la ulterior, tal como sucede en el viaje aparente, hasta que no recorra un tramo de la distancia inicial, no podrá atravesar la posterior. 
 
Y “las estaciones” de este viaje son las exaltadas cualidades y la moral encomiable que son los estados y posiciones del espíritu. Se traslada gradualmente desde cada uno hacia aquel que se encuentra por encima: 
 
La primera estación es la “vigilia”, que es el estado de alerta, y la última estación es el Tawhîd (la Unicidad Divina), que constituye el propósito último de este viaje. Se mencionaron en forma explayada estas estaciones y niveles en el libro “Manâzil As-Sâ’irîn”. 
 
“El camino” de este viaje es poner completa dedicación y gran voluntad, mostrar motivación por esforzarse al atravesar estas estaciones y auto-disciplinarse para soportar las dificultades de los deberes de la religión de entre las obligaciones, tradiciones (sunan), proceder ético (adâb), autocontrol y cómputo (de las acciones) del alma: “ânân fa ânân ua lahdzatan falahdzatan” (“momento a momento e instante a instante”) y concentrar todas las preocupaciones en una sola a la cual dirigir nuestra atención y aniquilarse en Al·lah, Glorificado y Altísimo: 
 
﴿ وَتَبَتَّلْ إِلَيْهِ تَبْتِيلاً ﴾ 
 
“ua tabattal ilaihi tabtîlan” («Y conságrate íntegramente a Él»). 
 
﴿ وَالَّذِينَ جَاهَدُوا فِينَا لَنَهْدِيَنَّهُمْ سُبُلَنَا ﴾ 
 
“Ual ladhîna ÿâhadû fînâ lanahdiîannahum subulanâ” («A quienes se esfuerzan por Nuestra causa les encaminaremos por nuestras sendas»). 
 
Y “la provisión” de este viaje es la piedad (taqwâ): 
 
﴿ وَتَزَوَّدُوا فَإِنَّ خَيْرَ الزَّادِ التَّقْوَى ﴾ 
 
“ua tazawuadû fa’inna jaira az-zâdi at-taqwâ” («Y aprovisionaos, mas (sabed que) la mejor provisión es la piedad»). 
 
Y la taqwâ significa llevar a cabo aquello que el Legislador ordenó y abstenerse de aquello que prohibió, con discernimiento, a fin de que el corazón, a través de la luz de la legislación religiosa y el bruñido producido por actuar en base a los preceptos de ésta, sea susceptible a la efusión de sapiencia por parte del Creador, Glorificado sea: 
 
﴿ وَاتَّقُواْ اللّهَ وَيُعَلِّمُكُمْ اللّهُ ﴾ 
 
“uattaqûl·laha ua iu‘al·limukumul·lah” («¡Temed a Al·lah, y Él os instruirá!»). 
 
Y así como, hasta que el viajero aparente no obtenga de las provisiones el sustento para su cuerpo no podrá recorrer el camino, de la misma manera, el viajero espiritual, hasta que no se constituya con la “taqwâ” y la purificación religiosa, tanto en su aspecto exterior como interior, y fortalezca su espíritu con ello, no proliferarán alrededor de su camino las ciencias y conocimientos y la moral encomiable que resultan de la “taqwâ”; y el ejemplo de esto, es el ejemplo de alguien que lleva consigo una lámpara en la noche oscura, y por medio de su luz ve el camino y anda, y al dar cada paso, se ilumina un tramo de dicho camino y avanza sobre él, y asimismo, hasta que no de un paso y no avance (ese tramo) no se iluminará, y hasta que no se ilumine no podrá andar. 
 
Ese “ver” representa “saber” y ese “andar” representa “actuar y tener piedad”. Se transmitió del Imam As-Sâdiq (P) que: 
 
“Quien actúe de acuerdo a lo que sabe Al·lah le proporcionará el conocimiento de lo que no sabe. El conocimiento es estimulado mediante su puesta en práctica. Si es que lo acata (permanece) y si no, se marcha. No es aceptada ninguna acción sino en base a un conocimiento, ni ningún conocimiento sino en base a su puesta en práctica. Aquel que sabe, su conocimiento lo guía hacia la acción, y aquel que no actúa no tiene un conocimiento; solo que la fe está dividida en grados”. 
 
Así como en el viaje aparente aquel que no tiene camino no llega a destino, de la misma manera, en el viaje espiritual, aquel que no posee conciencia en su accionar no llega a destino: “El que actúa sin discernimiento es como el caminante sin camino, a quien el mucho andar sólo le aleja más”. 
 
Y “la montura” de este viaje es según su proporción y capacidades; entonces, así como en el viaje aparente, si es que la montura es débil y lisiada, no podrá recorrer el camino, asimismo en este viaje, hasta que no haya salud del cuerpo y un fuerte sustento, no se podrá hacer nada. Entonces, obtener el sustento, desde este aspecto, es imperioso y aquello que es para algo imperioso debe obtenérselo en la medida necesaria. 
 
Así, requerir lo innecesario en el sustento conforma un impedimento para el viaje espiritual, y la vida mundanal censurada respecto a la cual se advirtió, consiste en ese mismo exceso que conforma un daño para el que la posee, pero que requerido en la medida necesaria entra en los asuntos del Más Allá, y el obtenerla es adoración. 
 
Asimismo, si es que alguien, durante el viaje aparente, suelta su cabalgadura en medio del camino, mientras la misma se encuentra pastando, no recorrerá su camino. De la misma manera, en este viaje espiritual, si es que deja al cuerpo y las fuerzas corporales hacer su parecer, y no se atiene a las costumbres y tradiciones de la religión ni sostiene sus riendas en las manos, no se recorrerá el camino de la verdad. 
 
Y “los compañeros” de este viaje son los sabios, virtuosos y adoradores, viajeros espirituales que se auxilian y ayudan unos a otros, puesto que la persona no se percata rápido de sus defectos, pero se percata rápidamente de los defectos ajenos. Entonces, si es que varias personas se auto-edifican juntas y se informan unas a otras de los defectos y flagelos, ellos recorrerán rápido el camino, y se verán protegidos de los salteadores de camino y los bandidos, que ciertamente que: “Shaitán está más cerca de la persona solitaria que del grupo, y la mano de Al·lah está con el grupo”. 
 
Si es que uno se sale del camino, el otro se lo hará notar, pero si es que está solo, le tomará mucho tiempo percatarse de ello. 
 
Y “el guía” en este camino es el Profeta –que la paz y las bendiciones de Al·lah sean con él y su familia- y el resto de los Imames Inmaculados –que la paz sea con ellos-, quienes han mostrado el camino, establecieron las tradiciones y costumbres, informaron de los beneficios y perjuicios del camino y ellos mismos lo han transitado, y han ordenado a la ummah imitarlos y seguirlos: 
 
﴿ لَقَدْ كَانَ لَكُمْ فِي رَسُولِ اللَّهِ اُسْوَةٌ حَسَنَةٌ ﴾ 
 
“laqad kâna lakum fi rasûli·lahi usuatan hasanah” («Realmente tenéis en el Enviado de Al·lah un excelente ejemplo»); 
 
﴿ قُلْ إِن كُنْتُمْ تُحِبُّونَ اللَّهَ فَاتَّبِعُونِي يُحْبِبْكُمُ اللّهُ ﴾ 
 
“qul in kuntum tuhibbûnal·laha fattabi‘ûnî iuhbibkumul·lah” («Di: “Si verdaderamente amáis a Al·lah, seguidme, que Él os amará”»). 
 
En conclusión, lo que ellos hacían y aquello hacia lo cual ordenaban, tal como se desprende de las tradiciones fiables de Ahl-ul Bait (P), conforma parte de las cuestiones que indefectiblemente el viajero espiritual ha de observar, y no está permitido, de ninguna manera, desacatarlas después de haber obtenido las verdaderas creencias. Y éstas son veinticinco cosas… 
 
Primero: Observar las cinco oraciones diarias. 
 
Me refiero a llevarlas a cabo al comienzo de su tiempo, en ÿamâ’ah (en congregación) y ob­servando en ellas las tradiciones (sunan) y proceder apropiado (âdâb). Entonces, si es que sin razón ni impedimento alguno las retrasara respecto del comienzo de su tiempo, o no se presentara a realizarlas en congregación, u omitiera alguna de las tradiciones o alguno de sus procederes (âdâb), aunque sea un poco, se habrá salido del camino del pere­grinaje espiritual, y será igual que el común de la gente que pace errante en la decadencia de la ignorancia y el desvío y que está desinformada del camino y del objetivo, y no progresará jamás. 
 
Segundo: Observar la Ora­ción del Viernes (Salât-ul Ÿum‘ah), la de las dos Festi­vidades (‘Îd Al-Fitr e ‘Îd Al-Ad·hâ) y la de los Signos (Al-Aiât). 
 
Se debe hacerlo en tanto se reúnan las condiciones, il·la ma‘al ‘udhr-il musqit (a menos que tenga un impedimento que le dispense de dirigirse a realizar la oración), puesto que, “si es que tres viernes (seguidos) abandona la oración sin razón alguna, su cora­zón se enmohecerá de ma­nera tal que no pueda ser subsa­nado”. 
 
Tercero: Observar las oracio­nes meritorias diarias. 
 
Incluso se llegó a considerar pe­cado abandonarlas, excepto cuatro rak‘ah o ciclos de la nâfi­lah (u ora­ción supererogatoria) de la tarde, y dos rak‘ah de la nâfilah que sigue a la oración del ocaso (magrib) y el witr (que es la ora­ción superero­gatoria de la noche), que es permi­tido no lle­varlas a cabo aun no existiendo impedi­mento alguno. 
 
Cuarto: Observar el ayuno (sawm) del Mes de Ramadán y perfeccionarlo. 
 
De manera que controle la len­gua respecto de las palabras vanas, de la maledicencia, de la mentira, de maldecir e insultar, y acciones semejantes, y al resto de los miem­bros del cuerpo respecto de la opre­sión y la traición, y desayunar con lo ilícito o dudoso, aún más de lo que los controla el resto de los días. 
 
Quinto: Observar el ayuno preferible. 
 
Que son tres días específicos de cada mes, lo cual equivale a un estado continuo de ayuno (sawm ad-dahr). Si es que no tiene im­pedimento alguno, que no lo abandone, y si lo abandona, que lo recupere, o en su defecto que dé como limosna una ración (mudd) de comida. 
 
Sexto: Observar el zakât (o gravamen religioso) 
 
De manera que retrasarlo o actuar con languidez a su res­pecto no está permitido, a menos que tenga un impedimento, como no encontrar a quien sea acreedor al mismo (esto es, que no haya necesitados), o por esperar para dárselo a quien sea más virtuoso de entre los que son acreedores a ello, etc.
Séptimo: Observar el pago de “un derecho consabido de los bienes” como limosna. 
 
Me refiero a que determine que cada día o cada semana o cada mes, dará algo de sus bienes a un mendigo o indigente, de una manera acorde a su riqueza, y que no lo suspenda. Y es mejor si no se informa nadie de ello: 
 
﴿ وَالَّذِينَ فِي أَمْوَالِهِمْ حَقٌّ مَعْلُومٌ * لِلسَّآئِلِ وَالْمَحْرُومِ ﴾ 
 
«Wual·ladhîna fî amuâlihim ha­qqun ma‘lûm li-s sâ’ili ual mahrûm» - «Aquellos en cuyos bienes hay un derecho consabido para el mendigo y el indigente». 
 
“Fa fil hadîz “annahu gairu-z zakât” – En el hadîz (se transmi­tió) que (el derecho consabido) no incluye al zakât (sino que es otro tipo de caridad). 
 
Octavo: Observar la Peregri­nación obligatoria (Haÿÿat-ul Islâm). 
 
De manera que debe llevarse a cabo en el año que se torna obli­gatoria (por haberse vuelto pu­diente, etc.), y no es permitido retrazarla si no tiene impedi­mento alguno. 
 
Noveno: Visitar los sepulcros sagrados del Profeta (BP) y los Inmaculados Imames (P).
 
Especialmente el del Imam Husein (P), desde que encontra­mos en el hadîz que: “Visitar al Imam Husein (P) es obligatorio para cada creyente, y todo el que deje de lado este acto, habrá de­jado de lado un derecho de Al·lah y del Mensajero”. 
 
En otro hadîz se transmitió que: “Todo Imam tiene un pacto que rige sobre sus awliâ’ y shi‘as, y entre las cosas mediante las cuales se observa completamente ese pacto, se encuentra la visita a su sepulcro”. 
 
Décimo: Observar los dere­chos de los hermanos. 
 
Y satisfacer sus necesidades, puesto que, ¡qué énfasis elocuente se hizo al respecto!, es más, con­sideraron que ello tiene prerro­gativa por sobre la mayoría de los deberes religiosos.
Décimo primero: Compensar los recuer­dos de Al·lah que no se hayan realizado en su momento. 
 
Cuando se dé cuenta: “mahmâ amkana” – Cuando y como sea posible. 
 
Décimo segundo: Eliminar de sí mismo las conductas cen­surables como la vanidad, la mez­quindad, la envidia y sus se­mejantes. 
 
Imponerse prácticas de asce­tismo, cualidades opuestas (a las mencionadas) y atributos morales encomiables, como el buen ca­rácter, la munificencia, la pacien­cia y sus semejantes, hasta que se tornen una conducta arraigada. 
 
Décimo tercero: Dejar de lado total­mente los actos prohibidos. 
 
Y si ocasionalmente aconte­ciera un acto de desobediencia, que rápidamente pida perdón, se arrepienta y vuelva (a Al·lah) a fin de que sea amado por Al·lah: 
 
﴿ إِنَّ اللّهَ يُحِبُّ التَّوَّابِينَ ﴾ 
 
“Inna·laha iuhibb-ut tawwâbîna” – «Ciertamente que Al·lah ama a los arrepentidos». 
 
Décimo cuarto: Dejar de lado las cosas dudosas y ambi­guas. 
 
Lo cual conlleva a caer en las prohibiciones, y dijeron: “Todo aquel que deje de lado un adab (o proceder pertinente determi­nado), se verá privado de una sunnah (tradición religiosa), y todo aquel que deje de lado una sunnah, se verá privado de reali­zar un precepto obligatorio”. 
 
Décimo quinto: No inmis­cuirse en “mâ lâ ia‘nî” (lo que no in­cumbe). 
 
Puesto que ocasiona la dureza de corazón y la ruina, y en el hadîz: 
 
من طلب ما لا يعنيه فاته ما يعنيه 
 
“Man talaba mâ lâ ia‘nîhi fâtahu mâ ia‘nîh” – Quien pro­cure aquello que no le incumbe ni posee valor para sí, perderá aquello que sí es de valor para sí. 
 
Y si se produjera por negligencia, tras percatarse, deberá compensar ello mediante el pedido de per­dón y la contrición: 
 
﴿ إِنَّ الَّذِينَ اتَّقَوْا إِذَا مَسَّهُمْ طَآئِفٌ مِنَ الشَّيْطَانِ تَذَكَّرُوا فإِذَا هُم مُبْصِرُونَ * وإِخْوَانُهُمْ يَمُدُّونَهُمْ فِي الْغَيِّ ثُمَّ لايُقْصِرُونَ ﴾ 
 
“Innal·ladhînat-taqaû idhâ massahum tâ’ifun min-ash shaitân tadhakkarû fa’idhâ hum mubsirûna ua ijuânuhum ia­muddûnahum fî-l gaîi zumma lâ iuqsirûna” - «Por cierto que los timoratos, cuando les alcanza alguna tentación de Satanás, re­capacitan, y heles aquí ilumina­dos. En cuanto a los compañeros de los demonios, éstos les sumen en el error, luego no se detie­nen». 
 
Y hasta que no abandone la compañía de los battâlîn (quienes pasan su tiempo indolentemente), los mugtâbîn (quienes hacen ma­ledicencia) y aquellos que hablan palabras dispersas y así pasan los días, no se librarán del “mâ lâ ia‘nî” (lo que no incumbe), puesto que no hay nada como esto que ocasione insensibilidad, negligen­cia y pérdida de tiempo. 
 
Décimo sexto: Comer poco, dor­mir poco y hablar poco. 
 
Convertir ello en su propio lema, ya que influye plenamente en la iluminación del corazón. 
Décimo séptimo: Recitar un poco del Corán cada día. 
 
Y lo mínimo son cincuenta aleyas, con cavilación, reflexión y sumisión, y es mejor si algo de ello acaece en medio del salât. 
 
Décimo octavo: Disponer como wird (acto devocional habi­tual) algunos recuerdos de Al·lah y súplicas en mo­mentos específicos. 
 
Especialmente después de las oraciones obligatorias, y si puede ocupar su lengua la mayoría de su tiempo en recordar a Al·lah, aun­que (el resto de) los miembros (de su cuerpo) estén siendo utilizados en otros trabajos, ¡qué bienaven­turanza!
Se transmitió que el Imam Muhammad Al-Bâqir (P) la ma­yoría del tiempo tenía su bendita lengua humedecida con la pura frase “lâ ilâha il·lal·lah” – No hay divinidad sino Al·lah cuando co­mía algo, cuando hablaba, cuando caminaba, etc. 
 
Ello conforma un fuerte medio y ayuda para el pe­regrino espiritual, y si vincula el “recuerdo del corazón” con el “recuerdo de la lengua”, en poco tiempo sobrevendrán muchos logros espirituales. Mientras pueda que se esfuerce incesante­mente en recordar a Al·lah, a fin de que no sea negligente, puesto que ningún asunto aventaja a éste en el peregrinaje espiritual, y es una fuerte ayuda para renunciar al hecho de contrariar a Al·lah, Glorificado y Altísimo sea, me­diante los actos de desobediencia. 
 
Décimo noveno: Procurar la com­pañía del sabio y hacerle preguntas. 
 
Y beneficiarse de las ciencias religiosas en la medida que se encuentre avenido a ello. Que se esfuerce todo lo que pueda en incrementar un conocimiento al que ya posee: 
 
كيَسُ الناسِ مَن جَمَعَ عِلمَ الناسِ إلى عِلمِهِ 
 
“akias-un nâs-i man ÿama‘a ‘ilm-an nâs-i ilâ ‘ilmihi” – El más sagaz de entre la gente es aquel que incorpora el conocimiento de la gente al suyo propio. 
 
Hacerse de la compañía de quien es más sabio que uno se considera una gran victoria, y si encuentra un sabio que actúa según su conoci­miento se considera imperioso imitarlo y no deberá salirse de ese juicio. El “viejo” a quien se refie­ren los sufis es éste mismo, y el propósito de “conocimiento” es el conocimiento de la otra vida, no el conocimiento de lo mun­dano. Y si no encuentra a alguien así, ni tampoco encuentra a al­guien más sabio que él mismo, que procure la compañía del libro y la buena gente, de manera que obtenga de ellos la moral enco­miable, y que no pierda la opor­tunidad de nin­guna compañía que le permita pasar un buen rato, recordando a Al·lah y la otra vida. 
 
Vigésimo: Tratar a la gente con buenas maneras y senci­llez. 
 
A fin de que no se conduzca de una manera insoportable para nadie y su accionar sea objeto de un buen pensamiento; y a su vez no debe pensar mal de nadie. 
 
Vigésimo primero: Hacer, de la since­ridad en las palabras y en el accionar, un lema para sí. 
 
Vigésimo segundo: Enco­mendarse a Al·lah Ta‘âla en todos los asuntos. 
 
Y no tener la vista puesta en las causas materiales, y ser desa­pegado (en lo relacionado a) ob­tener el sustento sin dedicarse a ello con extrema seriedad, ni te­ner esperanzas excesivas en ello, y en la medida que pueda con­formarse con poco y abandonar lo excedente. 
 
Vigésimo tercero: Ser pa­ciente ante el trato desagra­dable de fami­liares y parien­tes. 
 
Y no perder rápido el tempe­ramento y no desear el mal, que cuanto más sea objeto de desdeño y más las aflicciones con las que se topa, llegará más rápido a lo procurado. 
 
Vigésimo cuarto: Encomen­dar el bien y prohibir el mal (al-amr bil ma‘rûf ua-n nahî ‘anil munkar). 
 
En la medida que uno pueda, y hacer partícipes a los demás en el bienestar y la congoja, y asimismo en el peregrinaje espiritual, si es que existiera la capacidad inte­rior, de lo contrario, abstenerse de acompañarlos con precaución y reticencia a fin de que no oca­sione repulsión. 
 
Vigésimo quinto: Organizar los momentos de uno. 
 
Y en cada momento del día disponer un wird (acto devocional habitual) en el que ocu­parse para que su tiempo no se desperdicie “puesto que el valor de cada tiempo depende de aque­llo en que se lo transcurre” y esto es primordial en el peregrinaje espiritual. 
 
Esto es lo que nos ha llegado de los Imames Infalibles –que la paz sea con ellos- y lo que ellos practicaban y decían a los demás, pero asuntos como observar un acto devocional por el período de cuarenta días, no comer (carne de) animales y realizar el re­cuerdo consistente en cuatro gol­peteos, y otras cosas que se trans­mitieron de los sufis, no se narró de ellos (P), y aparentemente, algunos de los mashâiej, veían adecuado algunos de éstos debido a que, para las almas de ciertas personas, resultaba en la facilidad del peregrinaje espiritual, y por ello ordenaban realizar ello. El origen del período de cuarenta días tal vez sea el Hadîz: 
 
ن أخلص لله أربعين صباحا ظهرت ينابيع الحكمة من قلبه على لسانه 
 
“Man ajlasa lil·lahi arba‘îna sabâhan dzaharat ianâbî‘-al hik­mat-i min qalbih-i ‘alâ lisânih” – Quien actúe sincera­mente y con exclusividad para Al·lah durante cuarenta días se manifestarán fuentes de sabiduría desde su corazón hacia su len­gua. 
 
Y el origen de dejar (de comer la carne de) los animales: 
 
لا تجعلوا بطونكم مقابر الحيوانات 
 
“Lâ taÿ‘alû butûnakum maqâ­bira-l haiwânât” - No hagáis de vuestros estómagos cementerios de animales, y otros semejantes. 
 
Y no cabe duda de que comer poca carne, en momentos re­traerse y ocuparse en los recuer­dos (a Al·lah) con la mente des­preocupada y con completa aten­ción, influye en la iluminación del co­razón, pero con la condi­ción de que no constituya un impedi­mento para (participar en) la Ora­ción del Viernes y la Ora­ción en Congregación. 
 
Entre los asuntos que son trascendentales en el viaje espiritual, está la libertad, quiero decir, libe­rarse de las vi­lezas de la natu­raleza, y de la seducción de los hábitos y de las pautas del común de la gente, desde que no existe obstáculo mayor que estos tres asuntos para el via­jero espiritual, y algu­nos sa­bios llamaron a éstos “las ca­bezas de los demonios”, y todo acto execrable que al­guien co­mete, cuando lo ana­lizas con atención, vuelve a uno de estos tres asuntos: 
 
En cuanto a “las vilezas de la naturaleza (humana)”, como la concupis­cencia, la ira y lo que de éstas deriva, como el amor por la ri­queza, posición y sus semejantes, (debes saber que): 
 
﴿ تِلْكَ الدَّارُ الاَخِرَةُ نَجْعَلُهَا لِلَّذِينَ لاَ يُرِيدُونَ عُلُوّاً فِي الاَرْضِ وَلاَ فَسَاداً ﴾ 
 
“tilka-ad dâr-ul ajirah naÿ‘aluhâ lil·ladhîna lâ iurîdûna ‘uluwuan fî-l ard-i ua lâ fasâdâ” - «Asignamos esa Morada Postrera a quienes no quieren conducirse con altivez en la Tierra ni corromper». 
 
En cuanto a “la seducción de los hábitos”, como los engaños del alma incitadora al mal (an-nafs al-ammârah) y sus ornamen­tos, y/o los actos inmorales de­bidos a las fantasías corruptas, las ilusiones mentirosas, y lo que conllevan de entre las morales viles y los hábitos despreciables: 
 
﴿ قُلْ هَلْ نُنَبِّئُكُم بِالاَخْسَرِينَ أَعْمَالاً * الَّذِينَ ضَلَّ سَعْيُهُمْ فِي الْحَيَاةِ الدُّنْيَا وَهُمْ يَحْسَبُونَ أَنَّهُمْ يُحْسِنُونَ صُنْعاً ﴾ 
 
“qul hal nunabbi’ukum bil ajsarîna a‘mâlan al·ladhîna dal·la sa‘iuhum fî-l haiât-id duniâ ua hum iahsabûna annahum iuhsinûna sun‘an” - «Di: “¿Os daré a cono­cer quiénes son los que más pier­den por sus obras, aquéllos cuyo esfuerzo se pierde en la vida de acá mientras creen obrar bien?”». 
 
En cuanto a “las pautas del común de la gente”, como: seguir a personajes de gran porte e imitar a los ignorantes que apa­rentan ser sabios, responder a las tentaciones e incitaciones de los demonios de entre los genios y hombres, y ser engañado por sus artimañas y tergiversaciones: 
 
﴿ رَبَّنَآ أَرِنَا الَّذَيْنِ أَضَلاَّنَا مِنَ الْجِنِّ وَالإِنسِ نَجْعَلْهُمَا تَحْتَ أَقْدَامِنَا لِيَكُونَا مِنَ الأَسْفَلِينَ ﴾ 
 
“rabbanâ arinâ-l·ladhîna adal·lânâ min-al ÿinn-i ual ins-i naÿ‘alhumâ tahta aqdâminâ li iakûnâ min-al asfalîn” - «¡Señor nuestro! ¡Muéstranos a los que nos han extraviado de entre los genios y los humanos; los pondremos bajo nuestros pies para que estén en lo más profundo!». 
 
Respecto a algunas costum­bres y situaciones como la vesti­menta y las relaciones con la gente, que se hayan establecido en el uso consuetudinario de la época, en lo manifiesto se debe imitar a la gente en general, de manera que ésta no interfiera en los asuntos de esta persona, puesto que poseer un estado peculiar provoca (en los demás) la apren­sión y la maledicencia, a menos que imitarlos en ello sea contra­riar un asunto importante de la religión, cuyo abandono traiga aparejado un perjuicio al viaje espiritual, en cuyo caso, no es necesario imitarlos, a menos que sea por taqîiah, y este tipo de asuntos depende del juicio de los dotados de visión de la época.
Y todo el que torne para sí imperiosas estas veinticinco co­sas y las procure con sinceridad, “a‘nî ibtigâ’an li waÿhil·lah lâ liga­radin duniawîin ‘âÿil” quiero de­cir, para procurar la Faz (esto es, la satisfacción) de Al·lah y no por un motivo mundanal efímero, día a día su estado progresará, se incrementarán sus obras buenas, sus malas acciones serán perdo­nadas y sus niveles elevados. 
 
Entonces, si es que es de entre la gente del conocimiento, quiero decir, si las cuestiones del cono­cimiento divino de entre las des­cripciones del Origen y el Re­torno y el conocimiento del alma y temas semejantes llegaron a sus oídos, y considera como el propósito último conocerlos tal como son (kamâ hua) dando completa importancia al hecho de conocerlos, y es de entre aquellos que entienden, entonces día a día su sabiduría se incre­mentará, y por inspiración di­vina obtendrá capacidades en la medida que logre realizar la ado­ración y asistir ante los sabios y (prestar atención a) sus palabras; ya que debes saber que la lozanía interior y la súplica respondida y cosas como ésas, dependen del propio esfuerzo y atención, y en cualquier caso se logrará que ello le acerque al Creador, Glorifi­cado Sea, y le proporcionará un amor y una luz; que ciertamente que el amor completo y la luz profusa es fruto del conoci­miento, el cual a veces llega a tal punto que se puede observar la mayoría de los asuntos del Más Allá en esta vida, tal como se transmitió de Hârizah ibn Nu‘mân y cuyo hadîz se encuen­tra citado en Al-Kâfî. 
 
Cada vez que el amor se intensifica y llega al grado de la pasión (‘eshq) y se entrega (esto es, es fascinado y seducido) en el recuerdo del Creador, ello es denominado encuentro (liqâ’), arribo (wusûl), aniquilación (fanâ’) en Al·lah, permanencia (baqâ’) por Al·lah, y expresiones semejantes. 
 
Y ésta es la meta y propósito de la creación, así como se ha indicado en el hadîz qudsî sobre que: 
 
«كُنْتُ كَنْزاً مَخْفِيّاً فَأَحْبَبْتُ أَنْ أُعْرَفَ فَخَلَقْتُ الْخَلْقَ لِكَيْ أُعْرَفَ‏ » 
 
“Kuntu kanzan majfîian fa ahbabtu an u‘rafa fajalaqtu-l jalqa likai u‘rafa” Yo era un tesoro oculto; quise ser conocido, así, originé la Creación para ser conocido, 
 
y en la Revelación coránica: 
 
﴿ وَمَا خَلَقْتُ الْجِنَّ وَالإِنسَ إِلاَّ لِيَعْبُدُونِ ﴾ 
 
“wa mâ jalaqtu-l ÿinn-i wal ins-a il·la li ia‘budûni” - «No he creado a los genios y a los hombres sino para que Me adorasen»,
“Qîla, aîi “li ia´rifûna”, wa innamâ ‘abbara ‘an-il ma‘rifah bil ‘ibâdat-i li’annahâ lâ tanfakk-u ‘anhâ wa innama ‘ab­bara ‘an-il·lâzim-i bil malzûm li’al·lâ iatawahhamu anna-l maqsûda aîiata ma‘rifatin kânat, bal al-ma‘rifat-ul jâssat-il·latî lâ tahsilu il·la min ÿihat-il ‘ibâdat-i” 
 
Se dijo (que Al·lah dijo): O sea, “para que (Me) conociesen”; y se refi­rió al “conocimiento” a través de la “adoración” puesto que el conocimiento no se separa de la adoración. 
 
Se refirió al “propó­sito” (el conocimiento) a través de una de sus implicancias (la adoración) para que no se su­ponga que el propósito de Al·lah es cualquier conocimiento, sino que es un conocimiento especial que solo se produce a través de la adoración. 
 
Porque el conocimiento es de diversas clases y posee muchos caminos y no cualquier conoci­miento suscita el acercamiento (qurb) y el arribo (wusûl), puesto que para la mayoría de la gente también se produce un conoci­miento a través de la imitación, y los teólogos (mutakal·limîn) tam­bién se han hecho de un conoci­miento a través de las pruebas dialécticas cuyas preliminares están compuestas por los cono­cimientos categóricos (mu­sal·lamât), los conceptos razona­blemente aceptados (maqbulât) y las suposiciones (madznunât); asimismo, los filósofos han obte­nido un conocimiento a través de los argumentos racionales (ba­rahîn ‘aqlîiah) cuyas preliminares están compuestas por las certe­zas (iaqinîiat), y ninguno de ellos provoca el arribo (wusûl) y el amor. 
 
Entonces, todo aquel para quien se haya suscitado el cono­cimiento a través de adorarle a Él, ello es el fruto del árbol de la Creación y el propósito de la creación del mundo, y los demás, todos fueron traídos a la existen­cia como anexo al mismo y para servirle: 
 
Son anexos a la existencia del amor, tanto los hombres como los genios. Muestra una inclinación para que alcances la felicidad 
 
Y por ello, en un hadîz qudsî leemos que Al·lah, dirigiéndose a Su Profeta –que las bendiciones de Al·lah sean sobre él y su puri­ficada familia, dijo: 
 
« لَوْلاكَ لما خَلَقْتُ الأَفْلاك » 
 
“law lâka lamâ jalaqtu-l aflâk” - Si no fuera por ti, Yo no habría creado las constelaciones. 
 
Entonces, todo el que tenga una elevada motivación y en­cuentre la gema dentro de sí, debe esforzarse para, a través de la obediencia (‘ubûdîiah), la ado­ración (‘ibâdah), la piedad (taqwâ) y la purificación (tahârah), acer­carse a este nivel (y se refiere a acercarse a este nivel lo que el Noble Profeta –que las bendicio­nes de Al·lah sean sobre él y su purificada familia- dijo respecto a Salmân: 
 
« سَلْمانُ مِنّا أَهْلُ الْبَيْتِ » 
 
“Salmânu minnâ ahl-ul bait” – “Salmán es de nosotros Ahl-ul Bait”). 
 
Ya que no te otorgan la unión a Él sino con esfuerzo, 
 
Entonces, ¡oh corazón! Esfuér­zate en la medida que puedas. 
 
Si es que llegaste a la meta, ¡bravo por la felicidad!, y si en este camino moriste, ¡bravo por el martirio! 
 
Si mueres en Su camino, eres un mártir, 
 
Y si vences en la carrera, eres el ornamento de los siervos. 
 
﴿ وَمَن يَخْرُجْ مِن بَيْتِهِ مُهَاجِراً إِلَى اللَّهِ وَرَسُولِهِ ثُمَّ يُدْرِكْهُ الْمَوْتُ فَقَدْ وَقَعَ أَجْرُهُ عَلَى اللَّهِ ﴾ 
 
“Wa man iajruÿu min beitihi muhâÿiran ilâl·lâh ua rasûlihi zumma iudrikh-ul mauta faqad uaqa‘a aÿruhu ‘alâl·lâh” - «… La recompensa de aquél a quien sorprenda la muerte, después de dejar su casa para emigrar a Al·lah y a su Mensajero, in­cumbe a Al·lah…». 
 
Si ofrezco mi vida por alcanzar este deseo, 
 
Debo desatar mi corazón de la casa y de la tienda. 
 
Y el éxito es de Al·lah, el Po­deroso, el Sabio, y la Alabanza sea para Al·lah, Señor del Uni­verso, y los Saludos sean sobre Muhammad y su familia purifi­cada.
16.06.2014 15:08

                                       Origen y evolución de los cuentos infantiles

Un cuento es un tipo de género narrativo escrito en prosa, es un relato breve que narra hechos ficticios, con intención de entretener, divertir, moralizar, etc.
La palabra cuento proviene del latín computus que significa contar; contar, pero contar cifras. De ahí pasó a contar anécdotas y luego a contar pequeñas historias… y así hasta hoy.
 
El cuento tradicional se remonta a épocas y pueblos primitivos, donde se relataban de forma oral, posteriormente se divulgaron en forma de recopilaciones como las de Perrault (S. XVIII), o como la de los hermanos Grimm (S.XIX). Dio lugar a los cuentos de hadas, cuentos heroicos, cuentos míticos, cuentos de animales.
 
El ser humano siempre ha sido contador y receptor de historias, nos imaginamos al hombre primitivo alrededor del fuego relatando oral y gestualmente algún suceso real o fantástico: el riesgo de sus aventuras de caza, el miedo sobrecogedor que provoca una tormenta con sus rayos y truenos o los misterios que se esconden bajo las aguas de los océanos. Estos relatos servían para amenizar las precarias vidas de los miembros de la tribu durante las largas noches, se decía que los cuentos se contaban para dormir el miedo.
 
La imaginación, la fantasía, la curiosidad por lo maravilloso y misterioso son capacidades del hombre, como también lo son la necesidad de distracción, de evasión y de expresar las emociones. Los cuentos a lo largo de la historia han servido para satisfacer estas necesidades, de las cuales surgen “la facultad de narrar” y “la capacidad de escuchar”.
 
Aún en la actualidad con el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y comunicación, los cuentos populares siguen teniendo un sitio privilegiado ya que pertenecen al folclore, al saber tradicional del pueblo. Lo que les ha permitido situarse al lado de los mitos, las leyendas, los romances y baladas. Estos cuentos nacen de una tradición cultural determinada y se trasmiten oralmente ya sea en las plazas públicas o en los propios hogares.
 
Los cuentos populares eran anónimos (aunque siempre hay un autor inicial) ya que cuando una comunidad se reconoce en el relato el autor se olvida y en ese momento el cuento se convierte en patrimonio colectivo del pueblo. Lo que permite actualizar un mismo relato acomodándolo a las formas de vida o a la diversidad de público. Sin olvidar las alteraciones producidas por contaminación de otros cuentos, olvidos, y la propia imaginación del narrador tan importante para que el cuento tenga mayor o menor éxito.
 
Un aspecto importante a resaltar es la difusión de los cuentos populares. A lo largo de la historia se ha visto como un cuento nacido en una determinada comunidad, que nos es desconocida, pasa a otra y luego a otra hasta llegar con versiones diferentes a lugares muy lejanos y apartados de sus lugar de origen, pero siempre manteniendo el fondo esencial del relato. Un ejemplo lo vemos en el cuento de “Cenicienta” ¿Cuándo surgió por primera vez? Es imposible responder, pero se sabe que existe una versión china escrita hace más de mil años.
Se podría decir que el cuento es la narración por excelencia y debido a su variedad, en el cuento cabe todo lo real y lo maravilloso, la enseñanza y la diversión, lo trágico y lo cómico, el mundo cotidiano y el sueño misterioso, el mundo infantil y el del adulto, el amor y el odio, la crueldad y la bondad, la venganza y la generosidad.
 
Actualmente los escritores se centran más en la letra que en el mensaje que se quiere transmitir. Otro cambio importante es que antes los cuentos no solían tener final feliz, para que los niños pudieran ver las malas consecuencias que conllevaba desobedecer a los padres. Estos finales tristes, trágicos...permitían ver claramente que, por ejemplo, podíamos ser dañados por algún ser; una bruja, un ogro, un lobo, si no seguíamos las indicaciones del adulto. A lo largo de la historia se han ido modificando estos finales, para que no resulten tan chocantes, tan drásticos, para un niño que está empezando a entender, a sacar sus propias ideas. Por ejemplo en el cuento original de Blancanieves, ésta al quedarse atragantada por la manzana (que se la entrega una vieja desconocida) la niña se queda así; no viene ningún príncipe azul a salvarla y llevarla al castillo y hacerla su esposa. Aquí se ve claramente cómo ha cambiado el final, pasando de estar muerta o dormida profundamente a estar felizmente casada con un príncipe.

                                              Tipos de cuentos

A-Cuentos populares o tradicionales:
 
De autor anónimo, transmitidos oralmente de generación en generación, de boca en boca, haciendo posibles los cambios necesarios para que la narración sea siempre de la época. Suelen empezar contando el principio de una historia para llegar al final, casi sin que importen los personajes, sino la historia que se nos relata.
 
B-Cuentos literarios o artísticos:
 
Escritos por autores conocidos y difundidos a través de libros publicados. Escritos por escritores (profesores, psicólogos) con una estructura determinada.

                                                Estructura y características

Es bastante sencilla, un planteamiento dónde nos sitúa la historia y nos presenta a los personajes; posteriormente el desarrollo de la historia, y finalmente el desenlace habitualmente con final feliz
- Ocurre un único suceso.
- La historia siempre es planteada desde el principio.
- Simplemente hay un mensaje por transmitir, una sensación.
- No abundan los personajes, ya que no son de gran importancia porque en un cuento lo importante es el mensaje, y los personajes son meras escusas para explicarlo.
- Cuando un personaje es malo, es malo totalmente. No es como la vida real, que todos tenemos partes buenas y malas, en el cuento, el malo es malísimo, y el bueno, buenísimo; a esto se le llaman prototipos maniqueos, que es con los que nos encontramos en todos los cuentos.
- En cuanto a las palabras son muy importantes, ya que cada una de ellas puede tener un significante diferente para cada persona, lo que puede hacer que el cuento resulte más o menos agradable...

                                                    Destinatarios y temática

Estaban o están dirigidos por norma general a los niños; para instruirlos moral y éticamente; para que con un cuento puedan sentirse identificados, puedan llegar a comprender una cosa tan sencilla como el bien y el mal, la astucia, la desconfianza. Estas historias alimentaban la imaginación del niño y estimulaban su fantasía. Los cuentos populares están por todo el mundo, por lo que hace mucho más difícil determinar su origen, pero lo que sí se sabe es el motivo por el que se crearon. Como comenté anteriormente los cuentos están hechos para formar e informar a la gente, es decir, que con el cuento los niños pudieran ver, lo engañosas que pueden resultar las apariencias, que lo bueno no siempre es lo más bonito. Y por otra parte informar a la gente de lo que ocurría en otras ciudades de la época.
La temática de los cuentos populares es variada, pudiendo encontrar cuentos sobre el ingenio, la astucia y la habilidad, la responsabilidad, la confianza, la desconfianza, la bondad, la maldad, amistad, justicia, tolerancia, etc.
Quiero terminar con un texto del escritor francés Jean-Claude Carriére:
«Una anécdota persa muy antigua muestra al narrador como un hombre aislado, de pie en una roca cara al océano. Cuenta sin descanso una historia tras otra, deteniéndose apenas un momento para beber, de vez en cuando, un vaso de agua.
El océano, fascinado, lo escucha en calma.
Y el autor anónimo añade:
-Si un día el narrador callase, o si alguien lo hiciese callar, nadie puede decir lo que haría el océano».

 

16.06.2014 14:59

                         ¿Por qué el búho sólo sale de noche?

¿Nunca os habéis preguntado por qué los búhos duermen de día y salen a cazar de noche? Pues este cuento os explica la razón de este comportamiento.
 
 Hace mucho, mucho tiempo, había un búho que trabajaba de tintorero. Todos los pájaros acudían a él para que tiñera sus plumas de los colores más inverosímiles. El búho era tan bueno en su trabajo, que todos los pájaros estaban encantados con él. Todos excepto el cuervo, que estaba tan orgulloso de su plumaje blanco inmaculado que despreciaba su trabajo.
 
Pero un día, cansado de tanto blancor, el cuervo se acercó al búho y le dijo:- Tiñe también mis plumas, pero de un color único, nunca visto en un ave. 
El búho pensó mucho antes de decidir qué color usar y, finalmente, se decidió por el negro.
 
- Ahora tus plumas son de un color como no se ha visto antes en el cielo - dijo el búho después de haber terminado su trabajo.
 
Cuando el cuervo se dio cuenta de que sus plumas eran totalmente negras, como si estuviera cubierto de hollín de la cabeza a los pies, se enfadó muchísimo. Pero ya no podía hacer nada, así que se tuvo que resignar. Y a partir de entonces todos los cuervos son negros.
 
Pero aunque se resignaron, nunca perdonaron al búho. Cada vez que le ven, se le echan encima y, si pudieran, acabarían con él. Es por eso que los búhos decidieron dormir de día y salir a cazar de noche, cuando los cuervos están durmiendo y no corren peligro de ser atacados.

CUENTO TRADICIONAL DE CHINA

China es aún desconocida en occidente, sigue siendo un lugar de mitos o cuentos chinos. Hasta el nombre del país es desconocido, ya que su verdadero nombre es Zhonghuá o Tierra Central, 
Cuando vienen los chinos a occidente recién se enteran que su país tiene otro nombre y que probablemente se debe a que se confundió el nombre de la dinastía Chin con la del país. Otros creen que se debe a los árabes que la llamaban Cin y que luego derivó en China. 
La forma de contar la historia en China es diferente a la occidental, pero son mucho más reales y con enseñanza de historia, filosofía, moral y crecimiento.. 
Para los chinos, les resulta muy extraño los cuentos populares occidentales como el de Pinocho, Hansel y Gretel o el de Blanca Nieves y los 7 Enanos. 
Los cuentos y leyendas en China no están dirigidos sólo a los niños sino a toda la población y ahora al mundo. 
La cultura china y oriental tienen puntos en común con occidente, que son como puentes, puertas o ventanas que nos unen. En los días de la semana  el domingo en chino es igual que en occidente, como el día de Sol o del cielo.

                                                               EL AMOR SIEMPRE VENCE   

Te gustan las adivinanzas?¿Crees que tienen relación con el enigma de  la existencia?  
      La mayoría de nuestros deseos los conseguimos con   la  sabiduría del corazón y no con la necedad de la violencia.
 
En la China imperial reinaba un emperador que estaba desesperado porque su única hija, llamada Turandot, era fría, caprichosa, despiadada y, encima, no quería casarse. El emperador, harto de esta situación, le dio un ultimátum: "O te casas o te echo del palacio sin contemplaciones". La princesa aceptó, pero puso una condición: los pretendientes se someterían a una prueba, y si no la superaban, ella misma les cortaría la cabeza. Al cabo de los días, las cabezas de los pretendientes se amontonaban en el palacio, y la princesa ardía de satisfacción.
 
Pero se presentó un apuesto guerrero para afrontar el reto. La princesa le propuso un acertijo: "Lo mata todo, pero el agua lo mata"? "¡El fuego!", contestó el joven
 
La princesa propuso una segunda adivinanza: "Soy duro como una roca, pero la gente me bebe"? El joven contestó: "¡El hielo!". 
Y llegó el momento del último acertijo: "Es un hielo que te da fuego, y cuanto más fuego te da, más hielo se vuelve"? El joven pensaba sin encontrar respuesta, pero al ver a la fría princesa sintió tal ardor en su corazón que "Turandot!", exclamó plenamente seguro. Y la princesa no tuvo más remedio que caer rendida a sus brazos.
 
 
16.06.2014 14:53
 
HISTORIAS DEL PLATANERO
 
La avaricia no es nada buena. Y si no, que se lo pregunten a la mona protagonista de este cuento. Quiso quedarse con la parte del platanero más grande pero menos útil y, después, lo pagó con la buena tortuga. Aunque, al final, no se salió con la suya. 
Erase una vez un tranquilo río en Filipinas. En uno de sus márgenes, una bonita tortuga estaba descansando. Contemplando el paisaje, observó que la corriente arrastraba un platanero, el árbol cuyo fruto son los plátanos.
 
Ni corta ni perezosa, la linda tortuguita se lanzó al agua y nadó hasta alcanzar el árbol. Después, lo arrastró hasta la orilla.
 
Una vez fuera del agua, la tortuga se dio cuenta de que sus fuerzas eran limitadas y que debía pedir ayuda si quería llevarse el platanero a casa. La encontró en la mona, aunque con condiciones.
 
-Sólo te ayudaré si me das la mitad del árbol- dijo el simio.
 
La tortuga aceptó de buen grado la proposición y le dio a elegir. La mona se quedó con la parte superior, la de las hojas, porque era más grande y, aparentemente, mejor. Pero la tortuga fue más lista: prefirió la de abajo, que era la que tenía las raíces.
 
Al poco tiempo, la mona vio cómo cada vez su parte estaba más seca. La tortuga, por su parte, plantó la suya y pronto se llenó de hojas, flores y plátanos.
 
La mona se moría de envidia. Y tan sólo tuvo que esperar a que la tortuga le volviera a pedir ayuda para vengarse. La tortuga no podía trepar para coger los plátanos, así que tuvo que recurrir a la mona. Pero, ésta, en vez de cogerle los plátanos, se los iba comiendo y tirando encima a la tortuga. La tortuga, asustada, corrió a esconderse. Tenía miedo y le dijo a la mona que hiciera con ella lo que quisiera. 
- Hazme lo que quieras, pégame si quieres, pero no me tires al agua- señaló la pobre reptil.
 
La mona, poco lista, cayó en la trampa y lanzó al agua a la tortuga. Pensaba que sería un castigo para ella, pero no. Las tortugas, en el agua, no tienen competencia. Así, que la buena de la tortuguita pudo escapar de las garras de la malísima mona.
 

CUENTO TRADICIONAL  DE LAOS

 

                          LA LEYENDA DE LOS OCHO SOLES

En Laos, un país asiático, existe un cuento que dice que    hace muchos años había 8 soles que iluminaban la tierra. ¿Quieres saber qué ocurrió para que sólo tengamos uno ahora?
 
 
Hace mucho tiempo, la tierra estaba iluminada por ocho soles. La radiante luz deslumbraba a los hombres y el inmenso calor secaba la tierra.
 
Un día los hombres decidieron que ocho soles eran demasiados para iluminar la tierra y que con uno sólo bastaría.
 
- ¡Vamos a cazar siete, les vamos a dar miedo y se apagarán! - pactaron los hombres
 
Fueron a buscar a un buen arquero, el que mejor puntería tenía. Al disparar sus flechas los soles se asustarían y se apagarían. Al disparar la primera flecha, un sol se apagó. Disparó una segunda y otro desapareció. Y así fue hasta llegar a la séptima flecha, que hizo que se apagara el séptimo sol pero también el octavo y último.
 
Entonces la oscuridad reinó en la tierra, la tierra era sombría y fría y los hombres desgraciados. Necesitaban la luz del sol para vivir.
 
- Tenemos que hacer volver al último sol - se lamentaban las mujeres
 
- Tiene miedo de nosotros - respondían los hombres 
- En ese caso- contestaron las mujeres- Pediremos a los animales que nos ayuden a hacer volver al sol.
 
Hicieron venir a una vaca, que mugió y mugió pero el sol no vino. Llamaron entonces a un tigre, que estuvo rugiendo mucho rato. Los hombres y las mujeres temblaban de miedo y seguramente el sol también tuvo miedo porque no apareció.
 
Hicieron venir a un búho, que ululó toda la noche, pero el sol tampoco apareció. Sí que lo hizo en cambio una luna blanca que iluminó la tierra.
 
Entonces los hombres y las mujeres llamaron al gallo. Se puso a cantar tan fuerte que su cresta se enrojeció. Pero siguió cantando y cantando con toda su garganta.
 
Entonces, tímidamente, una luz amarilla y cálida apareció sobre la tierra. Era un sol que despuntaba sobre la línea del horizonte. Poco a poco, mientras el gallo seguía cantando, el sol se iba alzando en el cielo e iluminaba las caras de todos aquellos que lo esperaban.
 
Y desde ese momento cada mañana el gallo llama al sol para que ilumine la tierra.

CUENTO TRADICIONAL  DE MALASIA

                                     ¿Por qué los gallos sólo cantan de día?  

 ¿Os habéis fijado que los gallos se despiertan justo cuando el sol empieza a despuntar, y se van a dormir justo cuando la luna saca la nariz? ¿Queréis saber por qué pasa esto?
 
     Hace muchos, muchos años, vivían en el cielo tres hermanos: el Sol, la Luna y Quiquiriquí.
 
Un día, el Sol se fue a trabajar y la Luna y Quiquiriquí se quedaron solos. Al llegar la noche, la Luna ordenó a Quiquiriquí que hiciese volver el ganado a los establos, pero Quiquiriquí, que estaba cansado de trabajar todo el día, le dijo que no. Enfurecida, la Luna agarró a su hermano por la cresta y lo arrojó a la Tierra, expulsándolo para siempre del reino celestial.
 
Cuando el Sol llegó de trabajar y no vio a su hermano Quiquiriquí, le preguntó a la Luna qué había pasado. Cuando le explicó la verdad, el Sol se enfadó muchísimo y le dijo:
 
- Hermana Luna, como no puedes vivir en paz con nadie, a partir de ahora vivirás sola. Yo trabajaré de día y tú de noche, de manera que no nos veremos nunca más. Pero nuestro hermano Quiquiriquí no se olvidará de mí, y cuando yo salga por el día me cantará alegremente, mientras que cuando llegue la noche, se esconderá para no ver a la hermana que ya no le quiere.
 
Y a partir de entonces siempre ha sido así. Al salir el Sol, el gallo sale y canta: "¡Quiquiriquí, quiquiriquí!", que en el lenguaje de los gallos significa: "¡Yo también estoy aquí! ¡Yo también estoy aquí!". En cambio, cuando la Luna empieza a asomar, se esconde y se va a dormir, porque sigue enfadado con la hermana que lo expulsó del Cielo.
 

 

1 | 2 | 3 | 4 | 5 >>

Boletines

Suscríbete a nuestros boletines:

Registro en eventos

Por favor, rellena los siguientes campos:

Contacto

María del Carmen

609458688 idrisazzahra@gmail.com