Primera Danza: Abrir los brazos, que queden rectos y perpendiculares al tronco. Poner las manos hacia arriba y comenzar a girar en sentido de las manecillas del reloj.
Esta práctica es muy útil porque descarga el hígado, el plexo solar y la zona emocional. Además, organiza y pone los Siete Chakras a girar correctamente, en el sentido de las manecillas del reloj. Lamentablemente, el mal manejo de las energías y el desgaste energético en que viven todos los seres humanos hacen que estos Chakras estén girando en sentido contrario. Este ejercicio alinea y coordina los tres cerebros, y produce un fenómeno vibratorio.
Hay que practicarlo todos los días. Se deben dar un mínimo de veintiún (21) vueltas. Cuando uno termina de girar manda el pie derecho adelante flexionándolo un poco y pone el brazo izquierdo sobre la rodilla derecha y con la mano derecha aprieta el entrecejo, para que no haya mareo. Si se hace durante ocho días seguidos uno se da cuenta de que ya no se siente mareo, o si se siente es muy poco. Entonces se está descargando el hígado, lo que permite un mejor desdoblamiento.
La Segunda Danza es para aquietar la mente: la mayoría de las personas trabajan durante todo el día y cargan muchas preocupaciones. Esas preocupaciones son las no dejan centrarse cuando se va a meditar, o desdoblarse, o a hacer cualquier práctica. Si nosotros somos intelectuales y estamos en una oficina todo el día sentados es necesario que nos equilibremos un poco, para adelantar trabajo.
Entonces, es recomendable durante un espacio de cinco o diez minutos hacer la danza que vamos a enseñar. Es una danza que coordina los tres cerebros: primero aquieta al Intelectual, la mejor manera de aquietar el Intelectual es no pensando; pone con el ánimo que se requiere para poder empezar cualquier práctica al Emocional; y equilibra al Motor.
Este ejercicio es muy sencillo y se lleva a cabo así: comenzamos a trotar en el puesto y a la vez empezamos a aplaudir rítmicamente adelante y atrás del cuerpo, y girar al mismo tiempo la cabeza de un lado al otro. Ese es todo el ejercicio. |
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Indudablemente, mientras se hace el ejercicio no se puede pensar, porque ningún pensamiento se sostiene ahí, entonces comienza a darse el proceso de equilibro. Si hacemos este ejercicio durante cinco o diez minutos antes de cualquier práctica obtendremos una capacidad de concentración muy superior.
Tercer Danza: Comenzamos a trotar en el puesto. Esta vez empezamos a aplaudir rítmicamente al lado izquierdo y giramos la cabeza al lado derecho. Luego aplaudimos al lado derecho y giramos la cabeza al lado izquierdo. Es muy sencillo, y hay que practicarlo hasta coordinarlo muy bien.
Ahí están estos dos ejercicios. Lo importante es coordinar las tres cosas: los movimientos de cabeza, los movimientos de los brazos adelante y atrás o a los lados, y los movimientos de las piernas. Finalmente se coordina también la respiración. Cuando ya se tiene suficiente práctica se hacen con mucha facilidad.
La práctica hace al Maestro. |
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La Transmutación de las Fuerzas Cósmicas:
La Transmutación de la Fuerza Cósmica es un trabajo que debemos hacer conscientemente. Este trabajo se hace entre el Planeta Tierra, el Microcosmos Hombre y el Sol Sirio.
Antes de iniciarlo debemos hacer la danza de los derviches para poder tener suficiente concentración.
Cuando hacemos este trabajo ganamos Dharma por la ayuda consciente al planeta. Ese Dharma se ve reflejado en la fuerza que nos queda por la participación en este trabajo.
El planeta Tierra necesita nuestra colaboración consciente. El planeta Tierra tiene también su Sol dentro, este Sol se llama Melquisedeck, el Sol Interior.
En el Sol Sirio encontramos el Ejército de la Voz. De él viene toda la energía que sostiene la Creación. Si uno se imagina el Sol Espiritual de Sirio uno ve una espiral de lucecitas formada por millones de ángeles que mueven el Ejército de la Voz, de un brillo espectacular. Dependiendo del grado de concentración que se tenga se puede ver esto.
Una persona haciendo la Transmutación de la Fuerza Cósmica durante una hora a dos horas puede llegar a ver cosas como estas, la oportunidad de verlo se logra con una buena concentración.
Nosotros hacemos este trabajo invocando a nuestro Ser, porque para nuestro Ser no hay espacio, ni hay tiempo. O sea, la distancia que hay a Sirio no importa, la distancia que hay de donde estamos al centro de la Tierra, los 6.240 kilómetros que hay más o menos al centro de la Tierra, para el Ser no existe, Él en un segundo puede estar allí.
Nos sentamos con las palmas de las manos mirando hacia arriba. Vamos a imaginar los vórtices de recepción y transmisión de la energía cósmica que hay en los dedos de los pies.
Entonces, el trabajo consiste en trasladar energía del planeta Tierra hasta el Corazón, luego trasladarla hasta el Sol Sirio, luego volver a bajarla hasta nuestro Corazón y finalmente entregar esa Energía Cósmica al planeta Tierra.
Se hace la vuelta completa. Llevamos una energía a Sirio y traemos una energía de Sirio al planeta Tierra, la exhalamos en el planeta Tierra expulsando todo el aire del pulmón.
Puede ser sentado o parado, no importa. Inhalo haciendo el primer ocho en el centro del planeta y lo llevo hasta la altura del corazón, se hace el Ocho, sale hacia Sirio por la coronilla, porque la coronilla es el punto de salida del planeta, del microcosmos. Entonces llegamos a Sirio, imaginamos a Sirio, hacemos el Ocho allí y retornamos nuevamente al corazón, hacemos el Ocho, en la salida del corazón, exhalamos y expulsamos toda la descarga al centro del planeta, haciendo el Ocho allí en el centro.
Una respiración completa -inhalación y exhalación- va durar de treinta segundos a un minuto, de acuerdo a la capacidad pulmonar que cada uno tenga. No hay que preocuparse por correr, no hay afán.
Al terminar la transmutación estamos cargados con una energía inimaginable para practicar desdoblamiento, meditación, lo que sea. Es una energía muy especial, entre más se ha transmutado mejor se siente, y mejor puede uno concentrarse para hacer las prácticas.
La energía la pueden imaginar gris plateado, en el momento menos pensado se la empieza a ver. Se va a ver el chorro de energía que está corriendo a través de uno, pero eso se ve durante la práctica.
Las condiciones para hacer este ejercicio de transmutación son:
• Estar descalzos.
• En un lugar tranquilo
• Si es posible en contacto con la tierra. Si no se puede, entonces estar
sobre materiales que no aíslen, como los pisos de baldosa. Las alfombras aíslan.
Para hacer el trabajo de
Transmutación
de la Fuerza Cósmica hay
que hacer cinco
Ochos horizontales, iguales
al símbolo del Infinito (∞):
• El primer Ocho abajo,
en el centro de la Tierra.
• El segundo Ocho a la
altura del Corazón.
• El tercer Ocho en el
Sol Sirio.
• El cuarto Ocho a la altura
del Corazón nuevamente.
• El quinto Ocho finalmente
otra vez en el planeta Tierra.
Práctica:
1 - Comenzamos con
una inhalación.
Con la Imaginación
recogemos la
energía del centro
del planeta Tierra,
haciendo el primer Ocho.
Luego ascendemos
hasta el Corazón.
2 - Hacemos el segundo
Ocho a la altura
del Corazón.
3 - Reteniendo el aire,
salimos
por la coronilla y
vamos hacia Sirio,
nos imaginamos a
Sirio.
4 - Hacemos el tercer
Ocho en Sirio.
5 - Bajamos hasta
nuestro corazón,
penetrando por la
coronilla.
6 - Hacemos el cuarto
Ocho en el
Corazón.
7 - Saliendo del
Corazón,
exhalamos enviando
hacia
la Tierra toda la
energía
que traemos,
imaginando
que descargamos
esa energía
en el centro
del planeta.
Y hacemos
el quinto ocho.
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