EL MIEDO. Contrario a la ley del triunfo

04.06.2013 19:24

  “Los hombres religiosos hablan de la Providencia Divina;pero muy pocos creen en ella. Todos afirman conocerla, pero soloteóricamente, pues tan pronto se enfrentan a una dificultadcualquiera, se olvidan de Dios y de Su Providencia y así intentanhuir. Esto se puede demostrar con mucha facilidad. Imaginad quese declara un incendio en una gran sala, donde están reunidosreligiosos y creyentes. ¿Qué sucederá? Todos huirán. Cada unointentara ser el más rápido en salir. ¿Por qué huyen? Pues porqueno han tenido tiempo de concentrarse, de pensar en Dios y en laProvidencia Divina. Cada uno actúa según su instinto y no segúnsu razonamiento.Muy a menudo el hombre salta violentamente sin ningunacausa visible. Esto es debido a sentimientos instintivos que actúanen él cuando le entra el miedo. Trabajad sobre vosotros mismos,dominaros, a fin de liberaros de estos sentimientos. Algunaspersonas tienen miedo de las ranas, otras de los ratones, sin tansiquiera preguntarse si este miedo tiene algún sentido. Es normaltener miedo de una serpiente, pero no de una rana o de un ratón.Estas saltaran o se esconderán sin haceros ningún mal.El miedo actúa en el hombre y lo paraliza. Es por eso quedebe dominarlo y volverse valiente. Esto no quiere decir tampocoque no haya peligros en la vida. Los peligros existen, pero elhombre solo cae en ellos cuando trasgrede las leyes razonables dela naturaleza. Mientras viva en armonía con estas leyes, ningúnpeligro puede existir para él.

                                                                      * * * * * * * *
 
2
En esta página, el Maestro nos invita a reflexionar más amenudo sobre la Gran Ley de la Providencia Divina, nosolamente cuando estamos libres para hacerlo, sino también encaso de peligro como es el caso del incendio, inundación,bombardeo. En estos casos, debéis uniros inmediatamente a laProvidencia; es lo primero que debéis hacer. ¿Por qué? Porquehay un gran secreto escondido aquí, que os explicará muchascosas al mismo tiempo.Observad un hombre que tiene miedo. El miedo dice elMaestro, es un instinto. Este hombre tiene miedo tanto de unarana, tanto de un ratón. Estudiemos el proceso psicológico delmiedo que sufre. Esto nos explicará ciertas leyes. Estos animalesa los cuales el hombre tiene miedo, no pueden hacerle daño; sireflexionase un poco, en lugar de dejarse llevar por su instinto dehuir, seria ciertamente mejor. Son más bien las mujeres quepierden la cabeza en tales ocasiones.Un día, a Lariflette
(personaje de dibujos animados, que representa a unpadre de familia)
 le perseguía su mujer. Los dos trabajaban en unparque zoológico. Su mujer quería pegarle y él encontró refugiodetrás de un león para poder escapar a sus castigos. Su mujer notenía miedo de los leones, por lo tanto, iba directamente hacia él,haciendo caso omiso del león que allí se encontraba protegiendo asu marido. Arrogante y amenazante, tumbó al león y descubrió asu marido temblando detrás. Entonces se levantó corriendo y fue arefugiarse detrás de un elefante. Como su mujer tampoco teníamiedo del elefante, desesperado, ya no sabía dónde escondersepara estar protegido. Pero de repente la Providencia llego en suayuda. Ella vio como salía un ratón de un agujero que atravesó elparque a toda velocidad. La mujer de Lariflette, asustada a morir,soltó a su marido que acababa de atrapar y empezó a huir a lacarrera con gritos de desesperación. Chillaba: ¡A mí, a mí!Abriendo una enorme boca, en su huida. Lariflette estuvo muyorgulloso de sí mismo, por haber vencido. Ni el león, ni elelefante pudieron asustar a su mujer, pero el pequeño ratoncillo lohabía podido conseguir
 
Nos preguntamos ¿Porque la mayoría de las mujeres tienetanto miedo de los ratones y de las ranas? Tengo una amiga enBulgaria, que es terriblemente valiente. Cuando desea discutir conalguien, no hay quien se le resista. Es realmente brava. Sinembargo tiene una debilidad. Cuando una mosca empieza a giraren su entorno en la calle, se pone a chillar desesperadamente, yhuye locamente, en todos los sentidos. Es capaz de tirarse debajode un coche, para poder escapar a este peligro imaginario, que leda miedo. Pierde literalmente la cabeza y la razón por una abeja, oun insecto cualquiera. Le he hablado en numerosas ocasionessobre este tema, explicándole como puede ser de ridículo sucomportamiento en estos momentos. Pero nada que hacer.Si estudiamos la cuestión, podemos constatar que talesmiedos provienen de un pasado del que lo resiente, o de la que loresiente. Ciertamente esta amiga tuvo que ser picada con muchodolor en por un insecto y así guardo un recuerdo que permanecióvivo. Este reflejo de terror quedo gravado en su sistema nerviosoy es muy difícil de hacerlo desaparecer.Porque todas las mujeres o - casi todas – ¿Tienen miedo delos ratoncillos? Debemos suponer que esto viene de muy lejos, deotros tiempos, cuando vivían en el Paraíso. Si estudiamos elmiedo, podemos constatar que paraliza la inteligencia y perturbamucho el sistema nervioso y el corazón. Todo estalla y seencadena en la persona que lo tiene y sufre del miedo. En lugar desalvarse, se precipita en los lugares más peligrosos. Se tira alfuego. Puesto que el miedo “paraliza” toda reflexión e incluso elcuerpo, lo mejor que podemos hacer es no hacer nada en absoluto,cuando aparece, por lo menos durante el primer momento,reflexionar, calmarse.La inteligencia estando paralizada en ese momento, sedesatan otras facultades. Por ejemplo, hemos constatado quequien tiene miedo se pone a actuar, y en estos momentos cometeacciones privadas de sentido y de la lógica. Como así le sucedió al pasajero de un transatlántico en peligro que, una vez el peligrohabía pasado, se encontró con gran estupor suyo en el mismopuente del barco, teniendo en sus manos un plato que contenía unpollo asado que ciertamente durante el terror, fue el mismo abuscar a la cocina.A menudo el miedo paraliza los brazos y las piernas, y elhombre que así reacciona ya no puede actuar por sí mismo, lo quees muy grave. En general el miedo, no es que sea muy violento;tenemos la movilidad de las piernas y podemos huir, como así lohacen los animales. Para vencer verdaderamente el miedo, nodebemos darle la posibilidad de actuar. Debemos permanecerunos momentos inmóviles e inmutables interiormente. Todo elsecreto está ahí. En este momento, dominamos las células delcuerpo y ellas obedecen. Podemos ordenar al corazón, al sistemanervioso. Todos los miembros que tiemblan pueden ser calmados.Debemos hacer una honda respiración, que lo apaciguará todo, através de la voluntad consciente y después solamente, nos damoscuenta de lo que debemos hacer.Todo este proceso puede realizarse en algunos segundos.Después, todo lo que llevaremos a cabo será sensato yprovechoso. Pero si dejamos que nuestros miembros haganmovimientos desordenados, después no podremos calmarlos.Todo acontece como si hubierais abierto las puertas a las fierasdel parque zoológico. Después os será muy difícil hacerlas entrarde nuevo dentro de sus jaulas. Si dejáis que vuestros miembros seagiten, después no conseguiréis calmarlos. Mientras al contrario,si ponéis otros reflejos voluntarios en el lugar de esta agitacióndesordenada, os podréis calmar y todo irá bien.Aquí, hay tantos cañones de D.C.A.(
cañones antiaéreos de lasegunda guerra mundial, el Maestro está hablando en plena 2ª guerra mundial, año1944
)cerca de casa que sin cesar nos despiertan bruscamente todala noche y el corazón se pone a palpitar. A cada detonación,sentimos una gran sacudida, pues en nuestro sistema nerviosotodo esta desordenado y esto nos perturba todas las noches. Para hacer frente a este brusco despertar de todas las noches, debéisponer dentro de vosotros cada noche antes de acostaros elpensamiento de que, incluso cuando haya detonaciones terribles,el sistema nervioso no se agitará, puesto que ya estará prevenido.Este pensamiento trabajará en el subconsciente y embotará,apaciguará, los ruidos insoportables para el sistema nervioso.Al principio de un bombardeo, como nadie se espera lacaída de bombas, su explosión nos sacude violentamente. Cuandoya sabemos que podremos soportar el ruido, ya no estamos tanaturdidos. Suponed que habéis puesto la alarma de vuestrodespertador, estáis ya advertidos de que sonará, y así, ya no estáistan aturdidos cuando suena por la mañana. Este ruido ya os parecemás desahogado. Pero si habéis preparado el despertador sinprestar atención y se pone a sonar cuando menos lo esperáis,estáis tan perturbados que vuestra agitación tardará más encalmarse. Sucede lo mismo, cuando en la calle, un amigo llegabruscamente y pone su mano en vuestra espalda y os hace saltarviolentamente, pues no lo esperabais. Hoy vivimos ¡muysensibles! Debemos pues estar preparados. Antes de dormiros,pensad que probablemente habrá sacudidas, bombardeos muycerca de nosotros. Si la voluntad no la ponéis en acción, entoncespuede producir en vosotros sacudidas violentas que quizás nopodéis soportar.Dejadme que os cuente una experiencia que hice. Por reglageneral cuando me encuentro fuera de casa cuando la D.C.A. estátirando cañonazos, actúo con tranquilidad y confianza. Inclusiveme he encontrado a veces volviendo de la estación en el caminode casa que los obuses caen por todos los lados y no siento ningúntipo de temor, os lo digo con toda sinceridad. Pero, un día, y sinsaber por qué, decidí ponerme a ir deprisa, al oír los tiros de loscañones. Así pues, me puse a correr para poder evitar lasexplosiones que caían a mí alrededor. Caían por todos los lados.Mi rapidez desencadenó, contra mi voluntad, células miedosasque me hicieron poner a salvo con precipitación, constatando queun miedo instintivo se estaba apoderando de mí, que me impedía ser dueño de mis actos y reflejos, y estos aumentaban a medidaque avanzaba corriendo por la calle. Entonces, me detuve,indignado y descontento conmigo mismo, llame a mi propiavoluntad para que me ayudara a calmarme. Así lo conseguí, perocon mucha dificultad.Esta experiencia me reveló lo que os estoy explicando hoy.Cuando me puse a correr, disparé el miedo que se encuentraadormecido en cada ser. Se trata de un miedo irreflexivo, perocuando lo dominas, entonces no se vuelve a despertar. No creáisque los hombres llamados valientes no sean miedos y temerosos.Un día entendí que el miedo se encuentra en el interior de todaalma humana y es por eso que es el mayor enemigo del progreso,el mayor obstáculo y peligro en que podéis encontraros.Podéis pensar que el miedo no es nada. Pero cuando lobuscamos, la encontramos en el fondo de cada cosa. La cobardía,el egoísmo, la maldad, la vanidad, todo viene del miedo. Los hayque dicen que no tienen miedo de nada, pero tienen miedo de sumujer; tienen miedo de morir de hambre, temen las críticas de laopinión pública, de los amigos, o de la sociedad. Todos tienenmiedo del ridículo, o miedo por su vida, o por el estomago, porsus amigos, por sus riquezas, por su salud, sus bienes, su belleza.En particular es del ridículo que la mayoría tiene miedo.Os contaré la historia de Nastradine Hodja
(Mulla Nasrudin)
,cuando un día quería ganar mucho dinero. Y encontró el sistema.Se presento delante del rey y le dijo: “Señor su majestad, deme laposibilidad de viajar por todo su reino, y escriba para mí, en unahoja de papel con su sello real, que nada puede oponerse a mipaso y que todos aquellos que encuentre que tengan miedo, debenpagarme un céntimo de multa. En aquella época un céntimo, eraya una suma importante. El rey pensó que esta suma no era muyimportante y aceptó. Nastradine Hodja salió, provisto de susalvoconducto real. Al cabo de cierto tiempo regresó, a la cabezade una gran caravana de camellos. Fue a encontrar el rey y le dijo:“He viajado por todo tu reino y no he encontrado a ningún hombre que no fuera miedoso. En consecuencia y enagradecimiento os vengo a entregar el diezmo de mis ganancias.Recorriendo todo el reino he encontrado a una mujer que es lapersonificación de la belleza y os la he traído como regalo enprueba de agradecimiento” Oyendo estas palabras el rey se asustóe inclinándose hacia Nastradine Hodja le susurro a su oído,“¡Cállate! No hables tan alto, que no te oiga la reina y ténganosproblemas- ¡Ah! Respondió Nastradine Hodja, ve su majestadcomo también tiene miedo. ¡Deme Vd. también un céntimo!”.El rey tuvo que pagar también como todos los demás. Tuvomiedo de la reina que se encontraba cerca de él. Todos susapetitos se habían despertado en el con el pensamiento de labonita mujer que le ofrecía Nastradine Hodja y el temor de que sise enteraba su mujer la impediría su bella aventura. NastradineHodja considero que también el rey tenía que contribuir comotodo el mundo y no dudó en reclamar su paga.Esta historia de Nastradine Hodja me recuerda la de Balzac.Balzac presumía de conocer bien el corazón femenino, y de poderdecir inmediatamente, solo viendo a una mujer como había vividodesde su nacimiento. Girándose hacia una dama, en el salón endonde estaba hablando de este don que tenía, Balzac le dijo:“¿Desea, querida Señora, que le dé una prueba de este don queposeo?” Asustada, la señora le respondió: “No hable tal alto, porfavor no hable tan alto, Señor Balzac.” Como veis pues todo elmundo tiene miedo.Hubo incluso generales que se lanzaban sin miedo a lasbatallas y que después temblaban delante de un cangrejo, inclusocuando ya estaba cocido y bien rojo. Otros tenían miedo de lasarañas. Ya no hablo de las serpientes, pues casi todo el mundo lasteme. Para vencer este terror, es costumbre en Bulgaria de pasearpor todos los sitios serpientes a fin de que todo el mundo lastoque, las acaricie. Esta sensación de de quedarse helado debe servencida. Cuantas veces, los alumnos se han burlado de suprofesor haciéndole el regalo de una cajita de donde salía, cuando  
a abrían, un ratoncito, o una lagartija o cualquier animaldestinado a hacerle tener miedo.Vencer el miedo es toda una ciencia. Lo que os acabo dedecir puede pareceros infantil, pero la cuestión es más profundade lo que os podáis imaginar. Para los Iniciados, lo más difícil enel trayecto de la Iniciación, es encontrarse cara a cara con elespíritu que produce el miedo. Este espíritu se le llama “ElGuardián del Umbral”. No deja pasar a nadie. Para vencer suguardián del umbral, se requiere estar provisto de conocimientos,conocer los remedios y sobretodo poseer el amor. Nada puedevencerlo salvo el amor. Eh aquí porque el Maestro, que conocía laprofundidad de esta cuestión y que sabía en frente de que peligrosse encontraba el alma humana, nos dio una formula. Entraba en lasala diciendo: “Sin miedo y sin oscuridad”. Los discípuloscontestaban “Con amor y luz”, ya que el amor es el vencedor delmiedo y la luz de las tinieblas. El Maestro sabe que todos lospeligros y todos los obstáculos se pueden resumir en dos palabras:miedo y oscuridad. Todos los fracasos dependen de esto.Imaginaros lo extensa que sería la cuestión si tuviéramosque estudiar el miedo a través de los siglos, en el transcurso de laevolución, bajo el punto de vista esotérico. El miedo ha cambiadoen el transcurso del tiempo. Ya hemos dejado de tener miedo aciertos espíritus que en un “pasado” aterrorizaban a los humanos,pero tenemos miedo de otras cosas que los Antiguos no conocían.Cada siglo nos trae con él un miedo particularmente nuevo. Esesta una cuestión muy importante. De todas formas debemoshacer todo lo posible para vender el miedo.¿Porque la gallina, que es pequeña, no tiene miedo de unanimal diez veces más grande que ella? Cuando tiene pollitos quedefender, se hincha y se lanza sobre los enemigos que la atacan oque ella cree tener que atacar. ¿Porque la perra se vuelve unatigresa cuando se trata de defender a sus cachorros? No se hallegado a encontrar mejor remedio contra el miedo, que el amor.Si amáis, el miedo desaparece. El conocimiento disminuye 
igualmente el miedo, pero no es nunca tan eficaz como el amor,pues el miedo es instintivo. El amor estando profundamenteenraizado en los instintos, es capaz de combatir el miedo.La luz que está en la inteligencia se encuentra un pocoalejada del instinto. Así pues no es gracias a las explicaciones nilos razonamientos como podemos vencer y dominar un instinto,es a través de otro instinto que lo conseguiremos. Puede sucederque la razón apacigüe el miedo, pero el resultado final no esseguro. Tocad el corazón de alguien, haced aquello que ama y setirara al fuego por vosotros. Si le habláis a través de la lógica, noobtendréis ningún resultado y su miedo subsistirá. Una jovencuando descubre que alguien está en peligro. Duda si debesalvarlo. Pero si se da cuenta que es su bien amado, ella estarádispuesta hacer cualquier esfuerzo para salvarlo.Si os creéis que pasareis así, sin problemas, al encontraroscon el miedo en la Iniciación, os equivocáis. Todos deben vencereste espíritu y vencerlo. Es necesario pues, aumentar el Amorhacia Dios, el Maestro, la Enseñanza, se requiere trabajar con laayuda de la voluntad, de la pureza y la justicia, y el miedodesaparecerá. El miedo tiene ordinariamente su origen en laignorancia de la extensión de la vida. Todo el mundo ha sidoinstruido de esta manera, los hombres creen que después de lamuerte física, no tendrán ninguna otra existencia. Todo se basasobre el miedo, sobre la falta de fe. Cada quien intenta salvaralguna cosa, a prolongar y conservar lo que posee. Los que nocreen en la extensión de la vida, en el más allá, la inmortalidad delalma, tiemblan por la mas mínima cosa. Los que creen que hayotra existencia y que somos inmortales, tienen menos miedo. Espor esta razón, que nuestra enseñanza hace disminuir el miedo,dando a los seres otra convicción relativa, de la vida en el másallá.¿Porque los Hindúes no tiene miedo de marcharse, deperder sus vida? Esto les da lo mismo, pues han sido educadosdesde hace muchísimo tiempo y creen en la existencia del alma Los Japoneses, como los Orientales, inclusive desprecian a lamuerte. No tienen este miedo que reina en Europa donde loshombres más civilizados, tienen miedo y tiemblan por su piel.Para salvarla
(su piel)
, cometen toda clase de errores, falsedades,crímenes. Venderían hasta su padre. Y es justamente, para salvarsu piel, ¡y qué piel! No dicen “que vieja piel”, pues, a menudo, nivale la pena salvarla.El miedo es un enemigo muy grande, que se debe vencer. ElMaestro dice: “Trabajad sobre vosotros mismos, disminuiros avosotros, a fin de liberaros de estos sentimientos”. El método queos voy a dar, el secreto de esta pequeña charla, es el de unirse a laProvidencia Divina. En lugar de dejarse ir y hacer movimientosbruscos, que precipitaran el miedo difícil de dominar, es necesariounirse a la Providencia Divina y esta unión paralizará el miedo,aclarará la inteligencia, y os dará la libertad de acción. En lugarde lanzarse en precipitaciones, de pronunciar palabras insensatas eincoherentes, lo primero que debéis hacer es establecer esta unióncon Dios. Es como si se tomara un calmante. La luz aumenta, eldominio de sí mismos también, y la claridad se manifiesta envosotros.La idea de la Providencia está unida a las células situadas enla parte más alta del cerebro. Son células que dan su acento, suimpulso. Probadlo y lo constatareis. Cuando os encontréis frenteun gran peligro, no olvidéis que lo que debéis hacerinmediatamente, es quedaros inmóviles, no hacer movimientos; es justamente en este mismo momento que debéis uniros a laProvidencia Divina. La tercera cosa es utilizar la luz que se haceen vosotros y que nos aclarará en cuanto a la dirección quedebemos adoptar para la salida.El Maestro dice: “Esto no significa que no haya peligros enla vida. Los peligros existen, lo que sucede es que el hombre nocae en ellos más que cuando transgrede las leyes razonables de lanaturaleza. Mientras que esté en armonía con estas leyes, ningúnpeligro existirá para el.” Lo que es extraordinario, es ver como el miedo aumenta amedida que aumentan el número de transgresiones cometidas. Laprueba la tenéis en que el primer hombre no tenía miedo de nada.Mientras Adán vivió en los límites de la ley del amor y de lapureza y que escucho a Dios, no tuvo nunca miedo. La primeratransgresión, introdujo el miedo en el alma humana. El origen delmiedo es pues el pecado. Fuera de esta, no encontrareis ningunaotra explicación. Cualesquiera que sean las explicaciones de lossabios y de los psicólogos, nada en ellos prevalecerá más quecuando no se ha hecho ningún mal, solo entonces no se sienteningún tipo de miedo. Cuando se transgreden estas leyes, ya seaen el presente, como en el pasado, se tiene miedo, se es miedoso.Si queremos vencer el miedo, se debe vivir una vida exentade pecados, de faltas, de transgresiones. Solo entonces, no setendrá miedo de nada. De la misma manera no se temerá a ningúnanimal, ya que el Maestro, tanto como la Kabala, explica que enun principio, el hombre poseía una fisionomía Divina, cuyosrasgos eran tan armoniosos, remarcables y potentes, que todos losanimales veían en él la imprenta divina sobre su cara y leobedecían. Después que el hombre perdió esta imagen, losanimales empezaron a reírse de él. Le dijeron: “No tenemosmiedo de ti puesto que eres débil y que has transgredido las leyesdel amor.”Suponed que un discípulo desea restablecer su purezaprimordial. A partir de este momento, todos los animalesempezarán de nuevo a obedecerle, a someterse a él. Y lo mismosucederá en cuanto a los hombres. Cuanto más se viva una vidapura, siguiendo las leyes sin transgredirlas, mas se respetan loshombres y empiezan a resentir un miedo sagrado delante de ellos.Mientras que más nos demos a los pecados y a las debilidades,más se ríen de nosotros y nos faltan al respeto. Nos volvemos elhazme reír de los niños. Si reflexionáis en estos hechos, os daréiscuenta de la verdad que se esconde tras ellos  
12
Que no os sorprenda que los otros no os quieran, que no osrespeten, que no tengan miedo de vosotros. No hablo aquí delmiedo que se puede sentir delante de un asesino o de unaserpiente venenosa, sino mas bien del miedo que es sagrado,cuyas Escrituras nos dicen: “El miedo a Dios es el principio de lasabiduría” Solo existe un miedo legitimo y bienvenido que sedebe tolerar en sí mismo, es el miedo a Dios. Ningún otro temorestá permitido. Ninguno mas debe invadir el alma humana.Si tenemos miedo de morir de hambre o de sed, si tenemosmiedo de la opinión de la muchedumbre, no somos un discípulo.Si tenemos miedo del rayo cuando truena y cae, no somos undiscípulo. El discípulo solo teme trasgredir las leyes, pues en estemomento nada puede salvarlo, más que la reparación de la faltaque ha cometido. Aquí no se puede contar con la indulgencia, nicon el favoritismo de los suyos. No hay ayuda para nadie, todoslos seres se encuentran iguales, inclusive los santos. LosIniciados, incluso ellos son castigados cuando transgreden la ley.Inclusive lo son más severamente que los hombres ordinarios,pues ellos conocen más cosas y han sido instruidos sobre estasconsecuencias.Un día, el Maestro dijo delante de los Hermanos biensorprendidos: “Sabéis que yo, vuestro Maestro, no tengo derechoa cometer la mas mínima infracción de las leyes, por pequeña quesea. Estoy obligado a vigilar y estar atento sobre todos mis actos.Si transgredo las leyes, me volveré un carbón y me meterán bajola tierra.” Si un Maestro como el nuestro, que ha hecho tantascosas magnificas, corre el riesgo de ser castigado de esta manerapor una falta, con más razón a los seres como nosotros, nos caería¡la severidad del Cielo! “¿Acaso pensáis que yo puedo hacer loque me plazca? Decía el Maestro. No en absoluto.”Observaros y constatareis que en el transcurso de los días,de las semanas y de los meses cuando empecemos a caminarsobre el camino de la verdad, vuestro miedo disminuirá, vuestrocoraje aumentará y sobretodo, vuestra fe aumentará al mismo tiempo que la esperanza, que el éxito, crecerá en vosotros. Cadadía estaréis más animados para hacer esfuerzos. Mientras quecuando transgredís las leyes, vuestra fe disminuye, os sentís masdesanimados y dejáis de tener confianza en vuestra fuerza.Empezáis a sentir que os empiezan a pisotear.Otro pensamiento profundo es que el miedo atrae lospeligros. Observad la cadena de los hechos. El pensamiento deque se comete una falta, unida al sentimiento y a la accióncorrespondiente, introduce el miedo. El miedo una vez ha nacido,atrae el peligro. Mientras que el pensamiento justo correcto, unidoa los sentimientos y a los actos buenos, expulsa el temor, aumentala fe y la confianza, y aleja los peligros. Esto es una verdadabsoluta. Analizad los hechos y podréis constatar que digo laverdad. El miedo atrae los peligros. Para expulsarlos, no esposible actuar directamente sobre ellos. Es liberándonos delmiedo que lo conseguiremos. Para liberarse del miedo, debéistrabajar con la luz y el amor y embarcaros en una vida verídica,conforme a las leyes. No existe otro método. La enseñanza puedeliberarnos de muchas cosas, si la seguís tal como os latransmitimos. Os trae las llaves de los estados en que sufrís.Os deseo que sigáis la Enseñanza en su plenitud y de ponervuestra vida en acorde con todas las leyes. Entonces, conoceréisel pleno equilibrio en una confianza estable e iluminada.Acordaros que el ser humano no huye porque tiene miedo,tiene miedo porque huye.Que el cielo os bendiga

Contacto

María del Carmen

609458688 idrisazzahra@gmail.com