"patrones iniciático" Cap.último

05.04.2013 12:12

Simbolismos iniciáticos del regreso al útero materno
Hallamos esta misma pauta en un gran número de mitos y ritos iniciáticos. La idea de la
gestación y el alumbramiento es expresada mediante una serie de imágenes homologables:
entrada en el útero de la Gran Madre (Madre Tierra), o en el cuerpo de un monstruo marino, o
de una bestia salvaje, o incluso de un animal doméstico. Resulta obvio que la cabana iniciática
también pertenece a la misma familia de imágenes; y aquí debería añadir una imagen que no
habíamos encontrado hasta el momento: la imagen de la vasija. Realizar un estudio adecuado de
todos los grupos de ritos y mitos que cuentan con esta pauta llevaría más tiempo del que
disponemos. Por ello me limitaré a unos pocos aspectos. A fin de simplificar la exposición,
permitan que empiece por agrupar los documentos en dos importantes categorías. En la primera,
el regreso al útero, aunque implicando un cierto elemento de peligro (como ocurre en todo caso
relacionado con actos religiosos), aparece como una operación misteriosa pero relativamente
carente de riesgo. Por el contrario, en la segunda categoría de documentos, el regreso implica el
riesgo de ser despedazado por las mandíbulas del monstruo (o en la vagina dentara de la Madre
Tierra) y de ser digerido en su vientre. Aunque los hechos son en realidad más complejos,
podemos citar ejemplos que ilustran ambos tipos de iniciación en los que se regresa al útero.
Denomi-némolos tipos fáciles y dramáticos. En el primero, el énfasis se pone en el misterio del
alumbramiento iniciático. En el tipo dramático, el tema del nuevo nacimiento viene
acompañado, y a veces dominado, por la idea de que, como en una ordalía iniciática, debe
implicar el riesgo de muerte. Como veremos dentro de poco, las iniciaciones brahmánicas
pertenecen a la categoría de ritos que actualizan una nueva gestación y un nuevo nacimiento del
novicio, pero sin implicar que primero deba morir, o ni siquiera que corre riesgo de hacerlo
(quisiera volver a insistir sobre este punto: el simbolismo de la muerte a la condición profana
siempre está presente; pero, como hemos visto, ello es característico de toda experiencia
genuinamente religiosa).
En cuanto al segundo tipo de regreso iniciático, incluye un considerable número de
formas y variantes, y ha producido ramificaciones y desarrollos, cargados con más o menos
significados sutiles, incluso en las religiones, metafísicas y misticismos de sociedades altamente
desarrolladas. Porque podemos encontrar la pauta iniciática del peligroso regreso al útero,
primero, en los mitos en los que el héroe es tragado por un monstruo marino para luego emerger
victorioso abriéndose camino fuera del vientre; segundo, en los mitos y narraciones milagrosas
de los chamanes, que durante sus trances se suponen que entran en el vientre de un pez gigante
o ballena; tercero, en cierto número de mitos de una travesía iniciática de una vagina dentara, o
de un peligroso descenso a una cueva o grieta asimilada a la boca o el útero de la Madre Tierra;
un descenso que lleva al héroe al inframundo; y en cuarto y último lugar, la misma pauta es
reconocible en todo el grupo de mitos y símbolos relacionados, por ejemplo, con un "pasaje
paradójico" entre dos ruedas de molino en constante movimiento, entre dos rocas que se juntan
momento a momento (véanse página 99 y ss.), o con atravesar un puente estrecho como un hilo
y afilado como el filo de un cuchillo. (Paradójico porque resulta imposible en el plano de la
experiencia cotidiana; el pasaje cuyas imágenes acabo de citar servirá, en misticismos y
metafísicas posteriores, para expresar el acceso a un estado trascendente.) Lo que caracteriza a
todas las formas de este peligroso regreso al útero es que el héroe lo emprende estando vivo y
siendo adulto: es decir, no muere y no regresa a un estado embrionario. Lo que está en juego en
dicha empresa es a veces extraordinario: nada menos que alcanzar la inmortalidad. Como
veremos en el mito del héroe polinesio Maui, a causa de que Maui no consiguió salir vivo del
cuerpo de la Gran Madre, la humanidad no alcanzó la inmortalidad. Dedicaré parte del próximo
capítulo a este grupo de mitos y ritos iniciáticos y trataré de completar y pulir este rápido
bosquejo.

Herreros y alquimistas de Mircea Eliade

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María del Carmen

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