Psicología y adicciones Parte 2

22.08.2014 16:41
 
 
Estructura psicológica de la persona adicta
"Existen dos tipos de dependencia: la una, conocida como Dependencia Psíquica o Psicológica, que es la menos grave, la cual consiste en una dependencia mental o psicológica por la droga; el individuo depende, puede decirse, psíquica o psicológicamente de ella, pues encuentra que los efectos que le producen en su cuerpo son necesarios para alcanzar o sentir cierto bienestar. Por ejemplo, hay persona que sienten la necesidad de fumarse un cigarrillo tras otro, para sentirse bien"[10].
En esta dependencia psicológica "el individuo utiliza la droga para aliviar sus tensiones emocionales por placer, o por evadir la realidad, sin que el organismo la necesite para su funcionamiento normal, de manera que el sujeto puede no tomarla y no se producirá ningún efecto nocivo"[11]
"Después de acercarnos a los principales fundamentos filosóficos y antropológicos de la persona adicta, pretendo ahora alcanzarnos a los principales fundamentos psicológicos que explican la psicología de la persona adicta y su posible re humanización. Explicar significa etimológicamente quiera los pliegues, las complicaciones, dejando las cosas más planas y sencilla. Eso mismo nos empuja a buscar teorías y terapias más acordes con la elevada idea psicológica de persona que se nos va revelando, única capaz de hacer posible la re humanización de la persona adicta. El intento de fundamentar un fenómeno tan complejo como las adicciones nos lleva ahora a la célebre frase de Shakespeare ser o no ser, esa es la cuestión, porque uno no sabe ya bien dónde empiezan y dónde termina sus ideas propias y las ideas de los demás, como un jardín inglés. En todo caso, está claro que sin ideas jamás existiría el jardín.
Con lo que hemos visto hasta ahora intuimos ya que la persona adicta es una persona manipuladora y su discurso a menudo está impregnado de mentiras y engaños adicción a la mentira, actitud que se explica por el hecho de que trata de vivir fuera de la realidad sorteado la mayor parte de las dificultades de su vida, en vez de afrontarlas, y por esos veremos cómo el terapeuta humanista continuamente impulsa al ser adicto a una confrontación objetiva con la realidad. En principio, uno de los perfiles psicológicos más claros que observamos en la personalidad adictiva es el de no querer crecer y permanecer en las gratificaciones del mundo de la infancia, y así, su mundo adictivo viene a alimentar la cómoda irresponsabilidad de dejarse llevar o arrastrar su vida. Al negarse a crecer, diríamos que el ser adicto permanece en una psicología que no ha integrado el sentido del tiempo y de la historia, y por eso el terapeuta debe ayudarle a reanudar el hijo de su historia personal, a aceptar insertarse en el tiempo real y a madurar, en vez de creerse niño y, por tanto, eternamente dependiente"[12]..
Desde la perspectiva filosófica y antropológica ya ganada necesitamos ahora aproximarnos al estudio psicológico de las adicciones como también al estudio pedagógico (Parte IV), precisamente para ver las distintas aportaciones al a persona adicta y a su posible re humanización que encontramos en cada uno de estos enfoque clásicos. Cuando analicemos en el próximo capítulo las distintas psicoterapias, al final nos parecerá que asistimos a un mosaico de teorías psicológicas tosas validad pero en muchos aspectos contrarias y, por eso mismo, ninguna válida. Hace falta un sustrato previo antropológico que ponga cohesión y fundamento a todas ellas, y eso es justamente lo que aporta la concepción psicológica humanista y relacional de la persona frente a las teorías psicológicas más reduccionistas, mecanistas y deterministas de la persona. Por ello, igual que agrupamos en dos bloques excluyentes las teorías antropológicas también ahora nos va a dar juego hacer lo mismo desde el punto de vista psicológico y pedagógico.
Aspectos psicológicos de la personalidad adictiva
En todas las sociedades se han consumido drogas desde la antigüedad, pero con el tiempo han cambiado las características del consumo. Esta situación es debida a la confluencia de factores sociales y sanitarios. Entre los factores sociales se podrían comentar los siguientes: consumo de drogas conocidas en sociedades y contextos culturales que antes no lo eran, además el consumo se atribuye básicamente a los miembros más jóvenes de la sociedad, consumo de drogas nuevas como LSD y derivados anfetamínicos, consumo de preparados más potentes y por vías de administración más directas (heroína intravenosa en lugar de opio fumado; bebidas destiladas en vez de fermentadas) y el incremento de la delincuencia para conseguir el dinero preciso para comprarlas.
En el ámbito sanitario los cambios se pueden observar en la aparición nuevas patologías y reaparición de otras casi erradicadas de las sociedades avanzadas. Se asiste en la última década a un incremento de la tuberculosis asociada a portadores del virus de inmunodeficiencia humana (SIDA), sobretodo en adictos a drogas por vía parenteral y en alcohólicos marginales.
"La Organización Mundial de la Salud define una droga como una sustancia (química o natural) que introducida en un organismo vivo por cualquier vía (inhalación, ingestión, intramuscular, endovenosa), es capaz de actuar sobre el sistema nervioso central, provocando una alteración física y/o psicológica, la experimentación de nuevas sensaciones o la modificación de un estado psíquico, es decir, capaz de cambiar el comportamiento de la persona.
Conceptos básicos:
Cuando el consumo de la sustancia se hace cada vez más regular, con el fin de experimentar sus efectos psíquicos y a veces para evitar el malestar producido por su privación, estamos hablando de drogodependencia"[13].
La dependencia psíquica es la compulsión a tomar una sustancia determinada para obtener la vivencia de efectos agradables y placenteros o evitar malestar.
La dependencia física es un estado de adaptación del organismo producido por la administración repetida de una sustancia. Se manifiesta por la aparición de trastornos físicos, más o menos intensos cuando se interrumpe la administración de la misma.
El abuso de drogas se produce cuando hay un consumo en grandes cantidades y circunstancias que se desvían de las pautas sociales o médicas aceptadas en la cultura determinada.
El síndrome de abstinencia es lo que se produce tras haber una dependencia física y psíquica, en el momento en que falta la droga, aparecen todo un conjunto de signos y síntomas de carácter físico y psíquico, cuya intensidad y curso temporal van a depender del tipo de droga y otros factores como frecuencia, cantidad y antigüedad del consumo.
El síndrome de querencia son los síntomas psicológicos que aparecen antes de que el síndrome de abstinencia y después de que desaparezcan los efectos de la última toma de droga, consisten en la vivencia de angustia generalizada, intensa necesidad de la toma de la droga con el consecuente desarrollo de una conducta de búsqueda.
La tolerancia es un estado de adaptación caracterizado por la disminución de la respuesta a la misma cantidad de droga, o por la necesidad de una dosis mayor para provocar y sentir el mismo efecto.
La tolerancia cruzada es el fenómeno por el que al tomar una droga aparece tolerancia no solamente a otra del mismo tipo, sino incluso a drogas totalmente diferentes. El uso previo de una droga puede potenciar los efectos sobre el organismo de otros tipos de droga.
La intoxicación aguda se produce cuando se toma una cantidad de droga que el cuerpo no es capaz de eliminar o transformar la sustancia.
La sobredosis es la intoxicación aguda grave que aparece cuando se supera el límite de toxicidad en el organismo. Va en función de la dosis de droga tomada, su composición (si es más o menos pura), si está adulterada y las variables corporales individuales como el peso, metabolismo y tolerancia.
La politoxicomanía o policonsumo se produce cuando el sujeto se administra una variada gama de sustancias con el objetivo explícito de mantener alteradas sus funciones mentales. En muchos casos existe una droga principal que sustenta la dependencia, y unas drogas secundarias que la complementan o la sustituyen en situaciones de no disponibilidad. Actualmente es raro encontrar un consumidor de una sola droga.
Por patrones de conducta se entiende a las sustancias que toma el drogodependiente y además su vía de administración, frecuencia, contexto relacional en que se produce el consumo, soporte social y cultural, etc.
"La psicología, para los pensadores alemanes sobretodo, es una ciencia que cabalga entre la ciencias de la Naturaleza y las del Espíritu, es decir que participa de los dos mundos clásicos en que se dividen las ciencias en general, en ciencias de la naturaleza y en ciencias humanas. Ya los neokantianos, en particular Windelband, advirtieron que el conocimiento de las ciencias de la naturaleza se propone establecer leyes universales y cuando el científico se enfrenta con hechos particulares sólo le interesa captar lo que pueda haber en ellos de universal. Por su parte, a la ciencias humanos o del espíritu les preocupa comprender los hechos particulares en aquello que tienen de únicos como singulares e idénticos a sí mismos, por ello este tipo de conocimientos pertenece a las ciencias ideográficas, que apelan fundamentalmente a la descripción y utilizan el método fenomenológico en sentido amplio. Esta senda abierta por Windelband a de ser transitada por Rickert. Dilthey, Jaspers, Frankl, etc.
Desde el rigor epistemológico el profesor Óscar R. Oro, siguiendo a Dilthey, repara en que la naturaleza se explica y lo psicológico se comprende, diferencia que consiste en que en el primer caso el método por excelencia de las ciencias naturales explica que un fenómeno físico A es la causa de otro fenómeno físico B (por ejemplo la caída de un cuerpo pesado), es decir que se da un esquema lineal causa – efecto irreversible, mientras que en las ciencias del espíritu como la vida psíquica propiamente no puede explicarse sino comprenderse, es decir que siguen un esquema circular reversible. La vivencia que cada uno tiene por ejemplo ante una determinada noticia es un fenómeno único, y por tanto la vivencia no tiene una causa sino un motivo dice Dilthey"
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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