QUE HACER PARA CANTAR BIEN ?..SANANDO EMOCIONES Y ABRIENDONOS A LA VOZ INTERNA

29.04.2013 18:22

 

Extractos del  libro L’Oreille et la Voix” de Alfred Tomatis

Traducción de Fernando Núñez Bustos

www.tomatis.cl

 

  

 

Todos los circuitos neurofisiologicos que se han analizado [en esta obra] ponen de manifiesto el rol capital del oído. Sabemos que de éste depende la organización del conjunto postural del cuerpo y en particular, del cuerpo del cantante. Pero para que esto ocurra es necesario que el oído sea capaz de escuchar correctamente. Mientras no se adquiera esta habilidad, el canto no podrá alcanzar nunca su máxima expresión.

 

Si las condiciones se reúnen aparecerán respuestas automáticas que van a estructurarse a partir de mecanismos innatos, pues escuchar es una facultad natural del hombre. Por eso intentamos hablar y cantar espontáneamente. Hoy sabemos que cada uno de esos actos requiere de una postura cocleo vestibular determinada, es decir, que el aparato auditivo debe posicionarse de tal manera que las respuestas neuromusculares y sensoriales  permitan alcanzar la postura ideal para la emisión.

 

No basta abrir la boca para cantar bien. Hay que encontrar los automatismos correspondientes y eso requiere de preparación y dedicación permanente, a pesar de la facilidad o de la espontaneidad que se pueda tener. Siempre habrá que estar renovando y redescubriendo la técnica para mantenerla. En otras palabras, aunque la voz  este ahí,  siempre será necesario ejercitarse para mejorarla.  Así como es de fácil pararse en el suelo y más complicado  hacerlo en un cordón de acero,  así también es fácil emitir un sonido cualquiera  y mucho mas complejo emitir sonidos de calidad.  La belleza de  una voz cantada se puede comparar con el virtuosismo de un equilibrista que en todo momento le exige múltiples y sutiles coordinaciones para poner en relación simultáneamente la laringe, la faringe, la lengua, las fosas nasales y los pulmones, por no citar solo algunos de los órganos principales.

 

En el arte vocal no hay milagros, porque por muy dotado que estemos no se puede adquirir un virtuosismo sin la mediación de un entrenamiento preciso, ensayado, inteligente, cada vez más fino y sutil y  bajo el control de un maestro. Es imposible  avanzar en esta carrera sin la ayuda de un experto, de un profesor de alto nivel. La  explotación profesional de una “voz natural” necesita la supervisión de un oído capacitado, de un maestro preparado para este tipo de control, capaz de proteger ese capital y aumentar su eficacia. Su rol es hacer que el discípulo  tome conciencia de todo lo que sea capaz de emitir espontáneamente,  de modo que una vez que se despierten en él las sensaciones propioceptivas correspondientes, pueda reproducir esos sonidos a voluntad y de manera idéntica. El acto cantado, por muy innato que sea, debe pasar a ser un acto voluntario.

 

Para alcanzar una ejecución perfecta es fundamental que todos los gestos pasen antes  por una larga fase de aprendizaje. Es obvio que si este gesto no se logra adquirir habrá que volver a buscarlo en su perfección original o por lo menos tal cual este debería haber sido y luego, en un segundo tiempo, volver a intentar  su reproducción perfecta.

 

Estas son horas y horas de entrenamiento a lo largo de muchos años de estudio.  Afortunadamente, hoy, el aprendizaje de las sensaciones propioceptivas puede ser acortado sin excluir el trabajo con el maestro ni  el training cotidiano. Todo ese periodo fastidioso relacionado con las dificultades del  estudiante para comprender e  integrar el lenguaje metafórico que usa el profesor para transmitir sus sensaciones,  puede ser reducido significativamente.  Esto se hace colocando al profesor y al alumno en la misma “onda”, es decir, despertando por medios electrónicos las sensaciones de las cuales habla el maestro,  porque es ahí justamente, en las dificultades que encuentra el alumno para percibir esas sensaciones, donde nacen las grandes confusiones que terminan en peligrosos e inadecuados  aprendizajes.

 

El oído es el centro del aprendizaje del canto.  Por eso hay que procurar  que la audición sea buena desde el comienzo. Primero hay que tener la certeza que esta es de calidad. Luego se enseñará a escuchar, y cuando esta facultad este bien desarrollada habrá que ver si la persona sabe escucharse ella misma.  Todo este proceso implica una toma de conciencia progresiva que va de la escucha a la auto-escucha. 

Una vez que seamos capaces de escoger los sonidos que deseamos emitir trataremos de captar con minuciosidad y aplicación las sensaciones propioceptivas asociadas a las contra reacciones audio-vocales que provoca esa emisión.

 

Una vez alcanzada esta etapa se podrá pasar a la práctica cotidiana bajo el control de una maestro de canto,  que deberá conducir al estudiante  a una ejecución más elaborada y profesional. En otras palabras, antes de aventurarse en el arte del canto  conviene establecer una infraestructura audio-fonatoria con el fin de evitar perder el tiempo -a veces durante muchos años- y  de alterar eventualmente la laringe debido a la habituación  de sensaciones neuro-sensorio-motrices de mala calidad. Y todo por la falta de un control satisfactorio.

 

Si se logra instalar una buena infraestructura neuro fisiológica, el profesor de canto tendrá frente a él un alumno preparado para escucharlo y para beneficiarse de su enseñaza, sin las dificultades provocadas por las distorsiones de un oído no preparado o  inepto para escuchar.

 

De esta manera todos se encuentran, especialmente el alumno y el maestro. El discurso de este ultimo tendrá resonancia real en el alumno que, por este hecho, sabe aprehender sin malas interpretaciones lo que se le propone a lo largo de su educación vocal. En suma, maestro y alumno hablaran el mismo lenguaje, basados en una misma manera de percibir.  De allí que se puede hablar de una mayor facilidad para encontrar el gesto vocal apropiado.

 

  

 

EVALUACION DE LA ESCUCHA

 

Para asegurarse que el oído del alumno funciona correctamente,  lo más simple es practicar un examen de audición.  Ya hemos hablado bastante de esto en diferentes obras y ahora diremos solo algunas palabras para refrescar la memoria.

La audición puede ser detectada con ayuda de un examen audiométrico. No basta con una evaluación hecha con diapasón o con el reflejo de la voz fuerte o en sordina. Esas investigaciones pasaron de moda. Es necesario que el examen audiométrico sea realizado por un especialista y que se base en las respuestas aéreas y óseas testeadas con audífonos y vibradores, respectivamente.  De esta manera las dos curvas aportan informaciones complementarias.

Esto debe hacerse con un aparato que acceda a un umbral bajo el cero decibel, afín de  medir la sensibilidad auditiva mas fina posible.

Es recomendable que el especialista que practique esta evaluación audiométrica sea alguien especializado en el estudio de la función de escucha, porque así podrá detectar como se comporta el oído cuando se pasa al acto activo y voluntario de  escuchar. Solo este examen permite saber si el oído responde a esta facultad bien específica de la naturaleza humana.

 

Así, para conocer las aptitudes para escuchar de un oído -del cual ya se obtuvo su perfil en el plano de la audición-, la persona debe realizar un conjunto de pruebas denominadas Test de Escucha.  Los resultados de ese test nos permiten conocer:

 

-         Si la persona sabe analizar diferentes secuencias frecuenciales

-         Si las nociones espaciales y temporales de los sonidos están integradas

-         Si el poder selectivo de los sonidos esta operando

-         Si la habilidad directriz del oído derecho esta desarrollada  (se puede medir el nivel de su dominancia o bien, a la inversa, el nivel de su ausencia).

 

La lateralidad auditiva alcanza así, por el test de escucha, la importancia que le corresponde. Hay que recordar que solo  el oído derecho esta implicado en las regulaciones audio vocales y que este  debe presentar necesariamente las características del oído musical.


 

 

EL OIDO MUSICAL

 

El gráfico del test de escucha que se muestra mas abajo corresponde al diagrama de un  oído musical. Las personas que presentan este gráfico aprecian la música, tienen aptitudes para reproducirla con  afinación y belleza y pueden dar, en el plano de la ejecución vocal,  un timbre caluroso y una rica coloración a su voz.

El perfil de una audición de buena calidad es, en efecto, el perfil de un oído musical y su gráfico, en funciones de alturas tonales y de intensidad, se  parece al que se reproduce aquí abajo.

 

                  

                                                                           Figura 68

PERFIL DE UN OIDO MUSICAL

 

El espectro frecuencial se extiende de los graves a los agudos, de izquierda a derecha, y los umbrales son anotados en decibeles, como medidas de intensidad...

Este esquema ideal corresponde al de un oído sin problemas. Todo individuo debería tener fisiológica y naturalmente este perfil. Así seria fácil enseñarle a escuchar. Sin embargo muchas veces ocurre lo contrario y numerosas causas orgánicas y  psicológicas modifican el aspecto de la curva.  Estas llegan a tener un impacto profundo que se manifiesta de muchas maneras:

 

-         La dinámica corporal se ve modificada por el juego del vestíbulo

-         El análisis frecuencial puede ser perturbado significativamente debido a un mal trabajo de la coclea.

 

Los perfiles de los umbrales pueden adquirir diversos aspectos, siendo algunos de ellos particularmente significativos:

 

 

 

Por ejemplo, si el diagrama revela una deficiencia entre 500 Hz y 1.000 Hz significa que la persona no es sensible a la música (Fig.69).

 

               

                                                                           Figura 69

AUDICIÓN DEFICIENTE ENTRE 500 y 1000 HZ

La persona aprecia poco la música.

 

                      

                                                                                                                                                   

Figura 70

AUDICION DEFICIENTE ENTRE 1000 Y 2000 HZ

La persona no controla la afinación

 

Si la alteración afecta esencialmente la zona situada entre los 1000 y 2000 Hz la afinación esta comprometida (fig.70).

  

Si la curva es disarmonica sobre los 2000 Hz la calidad vocal se encuentra comprometida, especialmente en el plano del timbre y del color (fig.71).

 

                   

Figura 71

AUDICION DEFICIENTE SOBRE LOS 2000 Hertz

La persona no controla la calidad vocal

 

                                                                                                            

Si la curva es ascendente de 500 a 1000 Hz pero se presenta muy desarticulada sobre los 1000 Hz, hacia los agudos, la persona aprecia la música pero no puede reproducirla (fig.72).

 

 

                       

 

 Figura 72

AUDICION DEFICIENTE SOBRE 1000 Hz

La persona aprecia la música pero es incapaz de reproducirla

 

 

Finalmente, si el trazado es desarticulado (A) o si es plano (B), la musicalidad y las posibilidades de reproducción no existen.

                      

                                                                                  Figura 73.A

           A: curva totalmente desarticulada, amusical

 

  

Figura 73.B

      B: curva plana, igualmente amusical

 

Es evidente que en condiciones optimas de musicalidad, de las cuales hablamos anteriormente, la calidad de la voz esta fuertemente influenciada por el conjunto anatómico del aparato fonatorio, específico de cada individuo. Obviamente depende también  de toda la estructura neuropsíquica. La voz es siempre el reflejo de un estado del alma.

Lo mismo ocurre cuando un músico interpreta una obra. Porque más allá de controlar la afinación tonal ¿no debe hacer  ciertos ajustes en función de su estado psíquico?, y esto es tanto o mas importantes que la misma técnica o calidad del instrumento de que dispone.  

 

 

 

EVALUACION DE CONTROL AUDIO VOCAL

 

Desde el momento que sabemos que el oído funciona correctamente, es decir, que la audición es satisfactoria y que  esta abierta a la escucha, hay que asegurarse que los circuitos  audio fonatorios se encuentren bien instalados, pues cantar no significa solamente saber escucharse cantar. El acto de cantar  implica un montaje de controles extremadamente elaborados, que al principio son muy limitantes pero que, afortunadamente, con la práctica y con el tiempo devienen automáticos. El acto cantado, ahora se sabe, exige la utilización de las mas altas funciones del control cerebral.

Es en este momento que una educación psicosensorial se hace necesaria, porque aunque  la audición sea de calidad y la escucha comience a elaborarse, la instalación de los controles audio vocales corren el riesgo de demorarse un poco más.

Hoy, este proceso se puede acortar bastante haciendo uso de la electrónica y de técnicas apropiadas para despertar y suscitar todos los sistemas sensorio-motores. Lo mismo ocurre con la instalación de controles  a través de un aprendizaje que usa las contra reacciones de las cuales hemos hablado.

A veces es necesario reconstruir los circuitos de control que han sido deteriorados por diversas razones. Educación y reeducación deben ser previstas según sea el caso. La educación se dirige a aquellos que hasta hoy ignoraban lo que era la escucha, mientras que la reeducación se emplea  especialmente para ayudar a aquellos que han perdido esta facultad.

 

EL OIDO ELECTRONICO

 

Para realizar esta educación o reeducación psicosensorial se utiliza un aparato   electrónico sofisticado llamado “oído electrónico", que permite suscitar  un juego de contra reacciones audifonatorias  por medio de una estimulación coordinada de las dos vías del oído interno:

      -         la vía ósea y

-         la vía aérea

Estos mecanismos son activados uno después del otro. La conducción ósea precede a la conducción aérea. Un dispositivo electrónico asegura la alternancia permanente entre estas dos vías con el fin de suscitar ciertos automatismos, poniendo en marcha los mecanismo del oído medio y llegar a alcanzar así la curva de respuesta ideal.

 

Este training se realiza de la siguiente manera:

 

-         Por vía ósea,  gracias al trabajo del músculo del estribo que controla las presiones internas de la vesícula laberíntica y,

-        Por vía aérea,  gracias a la intervención del músculo del martillo que regula las tensiones timpánicas adecuadas.

 

 De acuerdo con los programas utilizados, las curvas alteradas alcanzan generalmente el perfil deseado y el acto de escuchar se instala de manera durable.

 

Se trata por supuesto de corregir alteraciones ligadas a anomalías que son producto de una mala educación o consecuencia de problemas psicológicos. Se excluyen los trastornos de origen orgánico real.

 

Normalmente esta educación es de corta duración. No obstante necesita una primera serie de 60 a 90 sesiones de oído electrónico (15 días dos horas diarias). Cada sesión dura media hora. Después se deja un descanso de 3 a 6 semanas y se retoma una o mas series de 30 sesiones siempre espaciadas por 3 a 6 semanas de descanso.  La duración total dependerá del estado de los test iniciales y de las reacciones aparecidas en el curso de las diferentes series. En unos pocos meses  los circuitos se instalan y el oído queda preparado para responder a los requerimientos de la escucha. Esta manera de escuchar activará también  las áreas neuro-sensorio-motrices que se verán implicadas ulteriormente.

 

Y que pasa con aquellos que escuchan mal … 

 

La evaluación del test de escucha dará las indicaciones de lo hay que modificar para mejorar sus potencialidades y acceder a la excelencia.

 

Y aquellos que presentan una mala audición…

 

Este caso es más complejo porque sin audición no hay canto posible. Es un caso atípico. Existen malas audiciones que podemos recuperar y otras que podemos mejorar, pero también existen ciertos oídos irremediablemente dañados. Afortunadamente es raro que en estos últimos se instale el deseo de cantar porque, por ejemplo, cuando un sordo se obstina en esa dirección nos damos cuenta dramáticamente del valor de ley que tienen las relaciones del oído con la voz.

 

En resumen, una vez que el oído ha sido entrenado para escuchar correctamente, este podrá por si mismo comenzar a percibir lo que se “pone a cantar”  [en el cuerpo]  cuando el acto vocal es activado. Es decir, el cantante queda en condiciones para analizar progresivamente las sensaciones propioceptivas necesarias para afirmar y enriquecer la huella memorizada del gesto vocal. Se va instalando así el mecanismo necesario para realizar el acto adecuado.

 

La reproducción, repito,  es facilitada por el oído electrónico y deviene automática. Después de un procedimiento de sensibilización es posible adquirir rápidamente el conjunto de sensaciones propioceptivas indispensables para realizar el acto cantado.  Por otro lado, además de las sesiones de oído electrónico se entrega, en paralelo, toda una serie de informaciones susceptibles de despertar de manera tangible lo que la persona ha adquirido con el oído electrónico.

 

 

CURSO AUDIO VOCAL

 

Generalmente después de la primera serie de 30 horas (15 días, 2 horas diarias) la persona esta en condiciones de beneficiarse de un curso audio vocal de cinco días de duración.  El curso no enseña a cantar en el sentido real del termino, sino mas bien a volver perceptibles los resultados obtenidos, es decir, a llevar a la conciencia todo lo que la educación auditiva ha suscitado. La persona que sigue este curso queda apta para reproducir [bajo su propio control] lo que se le ha enseñado. De esta manera aprenderá no solamente a escuchar sino también escucharse y será también capaz por ende de objetivar sus aptitudes audio vocales hasta alcanzar la maestría de todos los circuitos puestos en ruta con el acto cantado.  Citamos algunos para memoria:

 

-         circuito oído laringe

-         circuito oído-faringe

-         circuito oído-boca (vocales)

-         circuito oído-pulmones

-         circuito oído-postura, etc

 

La persona llegara así a descubrir de una manera sensible y aguda el instrumento cantante de su emisión.

Las lecciones entregadas durante el curso audio vocal se refieren en primer lugar a las posturas de escucha y de canto, afín que las diferentes partes del cuerpo puedan ser sucesivamente concientizadas. Luego se trabaja el aparato fonatorio ( laringe, lengua, labios, etc) que tendrán que ser percibidos en su dinámica vocal. Después será emprendido un estudio profundo sobre la focalización, mientras que los mecanismos de la respiración serán a su turno considerados en su acción sinérgica con la laringe.

 

Estas diferentes informaciones se refieren también a la voz cantada y  hablada. Desde el instante en que el oído entra en función de escucha, desde el instante en que devine una captador de control, el aparato vocal manifiesta sus contra reacciones bajo la forma de una voz bien modulada, rica por su timbre, entregándole al sistema nervioso las estimulaciones que necesita para el desarrollo de su discurso. Las vías vestibulares y cocleares contribuyen  en esta perspectiva.  El beneficio no se deja esperar y actúa a nivel del dinamismo cerebral, cuyas respuestas se observaran en el plano físico y psicológico.

 

En el plano físico, la postura es la mas reveladora de la acción del oído interno.  La verticalidad, una cierta manera de asegurar la tenida de la cabeza, una parada  tranquila y bien balanceada constituyen los elementos esenciales del efecto de esta acción. La voz también expresará, por la riqueza de su timbre, la excelencia del control.

 

Lo físico y la voz están íntimamente imbricados. Esto lo sabemos a tal punto que de sus contra reacciones hemos podido deducir los parámetros que tocan la postura, de tal manera que podemos prever -en función de esta ultima- los sonidos que serán emitidos y en una cierta medida pronosticar la calidad vocal.

 

Hemos sido llevados a pensar que el psiquismo no puede quedar indiferente al conjunto de elementos que regulan la postura y la voz. Los estados del alma se transparentan tanto en el aspecto físico corporal como en las modulaciones de la voz y en las inflexiones del discurso. En efecto, el soporte acústico del discurso es más revelador del estado psíquico y mental de lo que puede mostrar la más estricta semántica reducida a los simples sentidos de las palabras.

 

Nadie puede negar lo fácil que resulta seguir y hasta llegar a ver doblados los efectos de un discurso, cuando la voz es musical, agradable y afinada. Porque cuando el que habla posee una buena auto-escucha, los dichos llegan a expresar muchos más que el significado de las mismas palabras. Hablar con la entonación precisa, es saber dar el calor, la severidad o el rigor exacto que se necesita.

 

 

 

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