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09.06.2013 22:39
 
“El amor es éxtasis” recibió el mismo año de su estreno el galardón: “Premios 
Golden Spire en San Francisco International Film Festival 1997”. 
Joseph y María son una pareja a punto de casarse. Ese día, camino de la 
Iglesia, Joseph admite nervioso a su amigo y padrino, que su futura esposa no 
es como las demás, que es compulsiva, neurótica, duerme con un matamoscas 
y que tiene tendencias suicidas, pero que la ama. Ella también parece tener 
dudas y malestar. 
El sacerdote une sus manos y pronuncia unas vaticinadoras palabras: 
“…os exijo a ambos, pues tendréis que responder en el día del juicio final, 
cuando los secretos de todos los corazones sean revelados…” 
Seis meses después ambos están sentados en la consulta de un terapeuta de 
parejas, Alfred, y aunque siguen enamorados, los problemas de comunicación 
son evidentes y cada uno expone lo que le disgusta del otro. Es así como 
Joseph se entera que su mujer finge los orgasmos, se da cuenta de que en 
realidad no conoce a María y que entre ellos existen secretos. Desconcertado 
le pide una explicación al doctor sobre el comportamiento de su esposa, y éste 
le dice que María ha sido muy valiente exponiendo lo que le pasa y que corre 
un riesgo al decirlo. 
Ellos siguen haciendo el amor, y ella comenta que aunque no pueda alcanzar 
el orgasmo, disfruta en la cama con él.
Joseph está cada día más cabizbajo y no disfruta con las bromas de sus 
compañeros de trabajo. Un día, visitando una de las construcciones que está 
edificando, descubre a los operarios distrayéndose con un telescopio que han 
instalado en la obra para espiar la vida de otras casas, sobre todo de una 
adonde acuden mujeres a practicar sexo con un hombre. Pero él no quiere 
participar de esa distracción y sigue con su trabajo pensando en los problemas 
que tiene en su vida conyugal. 
Uno de los juegos favoritos de Joseph y María es “Si me quisieras”, que 
consiste en decirse lo que les gustaría que el otro hiciese: “si me quisieras en 
nuestro segundo aniversario me llevarías a Paris” dice ella, “si me quisieras no 
faltarías a las citas con Alfred” dice él, mientras se cortejan e interpretan una 
danza de seducción con los ojos. 
Las sesiones de pareja son cada vez más difíciles, Joseph les recrimina a los 
dos, a su mujer y al terapeuta, que siempre se centran en él y en las cosas que 
hace mal. Ella acaba llorando y yéndose de la consulta con lo que Albert 
aprovecha para preguntarle, “¿qué es lo que quieres?” A lo que él responde: 
“Un matrimonio feliz y una esposa que me apoye”. Y Albert le contesta: “ella 
está dando la cara y es maravilloso, pero en lo que respecta a ti, Joseph, aún 
es muy frágil. Estas confrontaciones son destructivas”. 
Uno de los días que va a visitar la obra y no hay nadie, no puede resistir la 
tentación de mirar por el telescopio a la casa de citas. Su sorpresa y estupor es 
enorme cuando ve a su mujer entrando por el portal con sigilo. Decide ir a la 
casa y en la puerta hay una placa que dice: Dr. Baltazar Vincenza, la puerta 
está abierta y decide entrar, es una casa amplia, luminosa y mientras camina 
por el largo pasillo oye gemidos, llega a un salón y se queda absorto sentado 
en una silla escuchando el gimoteo placentero de María que le es tan conocido. 
Joseph, totalmente devastado, acaba tirado en el suelo de la obra con una 
botella vacía recibiendo al nuevo día, mientras unas campanas suenan a lo 
lejos. Cuando se recupera se presenta en casa de Alfred y le exige que le diga 
si conoce a ese tal doctor. Éste le responde con nerviosismo que lo único que 
sabe de él es que, se trata de un sexólogo que ejerce al límite de la ley, que 
intentaron cerrarle la consulta pero que nadie declarará en su contra. Joseph 
sigue preguntándole con dolor: 
-Joseph: ¿Por qué hace esto? 
-Alfred: Lo único que puedo decirte es que María muestra la 
 mayoría de los síntomas de lo que llamamos personalidad 
 inestable. No tiene una identidad real, tiene que recurrir al 
 exterior en busca de seguridad, consuelo y amor. No puede encontrar sustento en su interior, de ahí su personalidad 
 exaltada, su obsesión con las moscas, necesidad de tener el 
 control a cualquier precio. La mayoría de los afectados son 
 incurables, necesitan ser rehabilitados por completo. 
La convivencia del matrimonio se hace complicada, él le dice a ella que es una 
farsante y María se obsesiona con la limpieza. Joseph en un arranque de ira se 
dirige a casa del Dr. Baltazar y éste parece estar esperándole, le invita a pasar, 
pero Joseph lo insulta diciéndole que allí se hacen prácticas pervertidas del 
sexo y que lo va a denunciar. El doctor mantiene la calma, existe una gran 
armonía en su forma de vestir, en la luz que entra por los enormes ventanales y 
en los objetos de la espaciosa casa. Le ofrece una taza de té que Joseph 
rechaza diciéndole: 
 -Joseph: Aléjese de mi esposa es una enferma. 
-Baltazar: Estoy de acuerdo. 
Joseph tira con rabia los objetos que Baltazar tiene encima de la mesa. 
 -Baltazar: No entiendes nada, amigo mío. Soy psicólogo, todo lo 
 que hago es por algún motivo. Representar su fantasía de abu- 
 so permite a María superar la culpabilidad y la ansiedad que le crea 
 una relación íntima. Si no expresamos estas fantasías gobiernan 
 nuestras vidas insidiosamente. Cuando ella deje de pedir el abuso 
 su necesidad de él se habrá ido. 
 -Joseph: ¡Qué locura! Estoy aquí sentado con un sexólogo que se 
 folla a mi mujer. 
 -Baltazar: María lleva siete años de terapia con tres psicólogos, llega- 
 dos a este punto, ¿qué crees que funcionará? No existe una cura 
 psicoanalista, la mente no puede cambiar a la mente, el cambio real 
 no es un proceso mental. El sexo consciente que logra la felicidad 
 es el mejor remedio que existe. El sexo consciente física y emocio- 
 talmente integrado es una forma de curar a un ser humano. 
 El éxtasis cura lo inconsciente. Una mujer también puede curar a un 
 hombre. 
 Y Baltazar termina diciendo: No soy el enemigo. 
Un día Joseph regresa a casa después de un día de trabajo y se encuentra a 
su esposa limpiando compulsivamente, ha levantado toda la casa y cuando lo 
ve, le pide que también se ponga a limpiar porque los han invadido las moscas 
y están poniendo huevos por todas partes Entristecido y sin recursos, Joseph vuelve a visitar a Baltazar sin saber muy 
bien por qué. Éste a pesar de que son las seis de la mañana lo recibe con 
amabilidad y lo invita a desayunar. Cuidadosamente le prepara un mango 
cortado a trocitos con una dedicación y una precisión encomiable.
-Joseph: Quiero que me enseñe lo que sabe. Quiero curar a mi mujer. 
 -Baltazar: ¿Tocas algún instrumento musical? –el médico es un virtuoso 
 del violín. 
 -Joseph: No. 
-Baltazar: ¿Crees que serías capas de dejar a un lado tu rabia y escu- 
 charme? Te ayudo a ti, María debe seguir su camino. Te voy a enseñar 
 el arte de amar. 
 -Joseph: Pero usted tiene que prometerme que nunca volverá a ver a 
 María. 
 -Baltazar: ¡Ah!, ¡es por eso por lo que has venido! Dudo que no sientas 
 rabia, pero podemos aprovecharla. De acuerdo, mientras te enseño el 
 arte de amar no sería correcto que yo viese a María. 
Se estrechan la mano en un pacto de caballeros donde cada uno ha puesto sus 
condiciones y al despedirse, el doctor le pregunta: -¿De veras quieres tanto a
María? Joseph no contesta pero su mirada lo dice todo. El médico sonriéndole 
con complicidad dice: -Lo siento por ti. 
Al día siguiente Joseph acude como paciente a la casa de Baltazar y éste le 
hace una encuesta para ir conociéndolo, le pide que le describa cómo y cúando 
le hace el amor a una mujer. Joseph con cierto nerviosismo describe sus 
escenas de sexo con María. Baltazar a cada respuesta de él le contesta con 
una pregunta: -¿Cómo se siente ella? La mayoría de las veces, Joseph se 
encuentra respondiendo con un… “no sé cómo se siente ella”.
 -Baltazar: ¿Te haces el amor a ti mismo? ¿Te masturbas? 
 -Joseph: No, no. Si tengo una relación no suelo hacerlo. 
 -Baltazar: Eso tendrá que cambiar. ¿Cómo puedes hacerle el amor a 
 alguien, sino te lo puedes hacer a ti mismo? No quiero que le hagas el 
 amor a María hasta que yo te lo diga. Quiero que la abraces, que le 
 hables en la cama de cosas íntimas, de tus sentimientos más íntimos. 
 Cuando durmáis abrázala por la espalda, a esto lo llamamos “la posición 
 de incubación”. 6
El director, Lance Young, para presentar el aprendizaje
-Joseph: Quiero que me enseñe lo que sabe. Quiero curar a mi mujer. 
 -Baltazar: ¿Tocas algún instrumento musical? –el médico es un virtuoso 
 del violín. 
 -Joseph: No. 
-Baltazar: ¿Crees que serías capas de dejar a un lado tu rabia y escu- 
 charme? Te ayudo a ti, María debe seguir su camino. Te voy a enseñar 
 el arte de amar. 
 -Joseph: Pero usted tiene que prometerme que nunca volverá a ver a 
 María. 
 -Baltazar: ¡Ah!, ¡es por eso por lo que has venido! Dudo que no sientas 
 rabia, pero podemos aprovecharla. De acuerdo, mientras te enseño el 
 arte de amar no sería correcto que yo viese a María. 
Se estrechan la mano en un pacto de caballeros donde cada uno ha puesto sus 
condiciones y al despedirse, el doctor le pregunta: -¿De veras quieres tanto a
María? Joseph no contesta pero su mirada lo dice todo. El médico sonriéndole 
con complicidad dice: -Lo siento por ti. 
Al día siguiente Joseph acude como paciente a la casa de Baltazar y éste le 
hace una encuesta para ir conociéndolo, le pide que le describa cómo y cúando 
le hace el amor a una mujer. Joseph con cierto nerviosismo describe sus 
escenas de sexo con María. Baltazar a cada respuesta de él le contesta con 
una pregunta: -¿Cómo se siente ella? La mayoría de las veces, Joseph se 
encuentra respondiendo con un… “no sé cómo se siente ella”.
 -Baltazar: ¿Te haces el amor a ti mismo? ¿Te masturbas? 
 -Joseph: No, no. Si tengo una relación no suelo hacerlo. 
 -Baltazar: Eso tendrá que cambiar. ¿Cómo puedes hacerle el amor a 
 alguien, sino te lo puedes hacer a ti mismo? No quiero que le hagas el 
 amor a María hasta que yo te lo diga. Quiero que la abraces, que le 
 hables en la cama de cosas íntimas, de tus sentimientos más íntimos. 
 Cuando durmáis abrázala por la espalda, a esto lo llamamos “la posición 
 de incubación”. 
Foto: SEAMOS SIMPLES.. SEAMOS LIBRES... SEAMOS DESINTERESADOS... SEAMOS SUAVES .. ABANDONEMOS LA DESCONFIANZA Y SEAMOS INOCENTES... SEAMOS NIÑOS...Y SEREMOS NUEVAMENTE LIBRES PARA AMARNOS DE VERDAD. GENIAL VIDA!
El director, Lance Young, para presentar el aprendizaje de Joseph, crea una 
atmósfera de escenas superpuestas. Por un lado las conversaciones de los dos 
hombres en casa de Baltazar y a éste tocando el violín, y por otro lado las 
escenas de amor de Joseph y María, que muestran como éste se va 
contagiando de la filosofía del sexólogo ante el hecho amatorio. 
Algunas de las sesiones de terapia transcurren en una habitación amplia, con 
un gran espejo con soporte y recortes pegados en la pared que dicen: “Only 
here and now can we truly love” (Solamente aquí y ahora podemos amar de 
verdad); “You are not your body” (Tú no eres tu cuerpo); “Sex does not equal 
orgasm” (Sexo no es equivalente a orgasmo), alternándose con algunos 
dibujos de chakras. Un día Joseph, cumpliendo lo que le dicen, entra en la 
habitación y se queda en calzoncillos. Baltazar aparece también en calzoncillos 
y le espeta: -mírate al espejo y dime que ves, háblame de tu cuerpo. Él 
cohibido le dice lo que no le gusta, que está delgado, que sus piernas son 
delgadas, pero Baltazar agrega: -parece como si tu cuerpo no te gustara, yo lo 
encuentro delgado y fuerte, y mientras lo mira sentencia: -aquél que no acepta 
plenamente su cuerpo nunca podrá sentir el éxtasis y no puede hacer que otra 
persona lo sienta. Concluye diciéndole mientras lo mira a los ojos: 
-¿Qué piensas sobre tu pene? 
Y Joseph le devuelve una mirada orgullosa: -La verdad es que me gusta, es 
grande y poderoso.
 Y Baltazar le dice sonriendo: -Bien, eso es lo que quiero que sientas. Más 
adelante te enseñaré unos ejercicios para aumentar su tamaño, será bueno 
para ti y para María. Ahora cada noche antes de dormir quiero que practiques 
lo que yo llamo “la caricia de la felicidad”. Casi sin tocar a María acaricia su 
cuerpo con ternura de pies a cabeza con la mano. Estamos sensibilizando su 
cuerpo, despertando su respuesta estática. Luego que te acaricie ella. Imagina 
la energía vital fluyendo por sus manos. Siente la electricidad.
En la siguiente escena, continuando con el juego entrelazado que propone el 
director, una hermosa luz gris y violácea desciende sobre el rostro de Joseph y 
María, sus manos acariciándose recorren la piel; ombligo, pechos, pezones, boca, muslos, espalda; un paraíso de sensaciones y emociones atraviesa el 
dormitorio y lo envuelve en placer. 
María sigue yendo a la consulta de Baltazar, y un día le plantea angustiada que 
le prometió a su marido que no volvería a verlo, la respuesta de éste es 
invitarla a bailar. Los dos comienzan a danzar por la enorme sala y ella traza 
elegantes giros envuelta en los brazos del doctor. Acaba rendida y satisfecha: 
 -Baltazar: ¿Te ha gustado? 
 -María: Sí. 
 -Baltazar: A mí también me gustó mucho. Si te ha gustado el baile…
 -María: …entonces el baile es suficiente. 
 -Baltazar: Te lo prometo. 
El doctor utiliza toda su creatividad para sanar a sus pacientes. En este caso, el 
baile como goce y disfrute para que María despierte al mundo de los placeres, 
al paladeo y la sensibilidad de algo tan hermoso como el baile, sentir el cuerpo 
vibrar y estremecerse al ritmo de una melodía. 
También Joseph sigue yendo a terapia. En esta ocasión el doctor le ofrece 
unos puros; sigue la misma técnica que con su mujer, abrir los sentidos y 
disfrutar sin prejuicios de lo bueno que la vida nos pone a nuestro alrededor: 
 -Baltazar: Fuma un cigarro, son muy suaves. 
 -Joseph: No, no. 
 -Baltazar: Venga fúmatelo –y mientras Joseph aprende a encender un 
 puro, el doctor continua hablando-, la mayoría de los hombres temen 
 el poder de las mujeres. Una mujer sexualmente consciente es uno de 
 los seres más poderosos de este planeta. Entramos en una nueva Era, 
 será el resurgir del divino espíritu femenino. Debemos honrar ese espí- 
 ritu en nosotros mismos y en los demás. La finalidad del sexo no es el 
 orgasmo Joseph, sino el éxtasis. La satisfacción de María te dará el éx- 
 tasis. Hay nueve niveles o movimientos en el orgasmo femenino.La ma- 
 yoría de los amantes solo pueden alcanzar el cuarto nivel, pero es solo 
 el umbral; entre los movimientos cinco y nueve es donde se produce la 
 auténtica curación. Para alcanzar estos movimientos tienes que practi- 
 car con diligencia los ejercicios que te dé. Uno de los propósitos es ha- 
 cer del orgasmo y la eyaculación un acto voluntario. 
-Joseph: Pensaba que era lo mismo. 
 -Baltazar: Como mucha gente. El orgasmo y la eyaculación están gober- 
 dos por distintos mecanismos neurológicos, debes aprender a separar y 
 controlar cada uno a voluntad. La única forma de satisfacer a una mujer 
 y a ti mismo es manteniendo el control completo sobre tus eyaculacio- 
 nes, luego dejarás de guiarte por tu pene. Esto repercute enormemente 
 sobre todos los aspectos de la vida, ¿no crees? 
 -Joseph: ¿Está diciendo que no debo correrme nunca? 
-Baltazar: Cuando lo decidas, así no derrochas tu fuerza vital. ¿No te 
 sientes cansado después de hacer el amor? Yo te enseñaré a inyacular
 para que puedas tener muchos orgasmos sin perder tu energía. Sí, os 
 enseñaré a ti a María a gozar de un placer más grande de lo que podáis 
 imaginar.
 
09.06.2013 13:26

Iluminación

La práctica del sexo sagrado concibe a la mujer y al hombre como dos partes de una misma unidad de energía cósmica o universal. Se habla de un orgasmo superior cuando ambos son capaces de vibrar juntos y completar el circuito entre sus dos polos magnéticos.

La corriente de energía sexual por si sola no basta para acceder a este estado de conexión y flujo. Debe estar presente el amor, los órganos genitales por si solos no completan la riqueza que puede tener la unión. Los genitales no son capaces por si mismos de soportar el estallido de energía que implica un orgasmo. El sistema central está capacitado para hacerlo, por ello el trabajo de canalizar y hacer circular la energía es tan relevante.

Los genitales son solo puertas a través de la cuales entra y sale vida. Se hace necesario completar el circuito de la vida uniendo los polos superiores –en el corazón y la boca- y los inferiores, -genitales- como cuando se unen dos imanes de herradura.

La energía resultante de una unión superior e inferior es plena, fuerte y genera equilibrio y estabilidad. Por eso el sexo desligado del amor tiende a generar sentimientos de infelicidad y es vacío, ya que no logra satisfacer la necesidad de plenitud y no reestablece la energía invertida en el proceso.

Un trabajo de retención y movilización de la energía permite trabajar en una unión superior en que ambos se enriquecen y nutren mutuamente.

En el proceso de movilizar la energía en la sexualidad sagrada existen dos etapas de vital importancia que permiten iniciarse en este tipo de disciplina: práctica de la respiración y uso de la bomba sacro-craneal.

Circuito y anatomía de la Bomba Sacro-craneal

El sistema nervioso cuenta con un circuito de circulación de fluido cerebro-espinal considerado fundamental en la protección a las delicadas estructuras de la médula y cerebro. Dentro de la columna vertebral y la cabeza, circula el fluido cerebro-espinal que es impulsado por dos bombas que activan su circulación. La primera está ubicada en la zona del sacro y es denominada la bomba sacra. La segunda está en el cuello y la base de la cabeza y se llama bomba craneal.

Quienes han tenido la experiencia de activar este circuito, relatan tener la sensación de sentir una “gran burbuja” de energía que subía por la columna, como resultado de un trabajo respiratorio especial (respiración ovárica y/o testicular, que abordaremos en futuros números de la revista.

La tradición taoísta sostiene que el sacro es una bomba que permite retener la energía sexual que emana desde el escroto y transforma la energía, mientras la impulsa en dirección hacia la coronilla, a través de la columna. Si se bloquea la abertura del sacro, el Hiato, la fuerza vital o “Chi” no puede entrar y se devuelve hacia arriba (cabeza, coronilla llamado centro superior). El Hiato es una muesca del hueso sacro que se encuentra un poco más arriba del final de la columna y es el lugar por dónde pasa cuando está abierto, la energía sexual cálida hacia la columna

Para los taoístas el cráneo es considerado la principal bomba que moviliza la energía desde los centros inferiores hasta los superiores. Las investigaciones médicas de los últimos tiempos han demostrado que existen unos pequeños movimientos en las uniones de los 8 huesos craneales mientras se respira. Estos huesos craneales son dos parietales, dos occipitales, dos frontales y dos temporales., los que conforman la bóveda craneal.

El movimiento craneal de estos huesos es responsable de la producción y función del líquido cerebroespinal que rodea al cerebro y la médula espinal que se requiere para la producción de la energía y el funcionamiento nervioso del organismo.

Al fortalecer las uniones de los huesos craneales se logra aumentar la energía, evita los dolores de cabeza, problemas de los globos oculares y ojos, y evita problemas al cuello.

En la tradición hindú el uso de posturas invertidas y especialmente Sirasana o pararse de cabeza es fundamental para recuperar la energía e invertir el flujo de la energía vital, movilizándola hacia la cabeza. El uso de los esfínteres anales o mulabhanda para cerrar la salida de la energía hacia abajo es fundamental en todas las prácticas de yoga y de trabajo con la energía vital o prana.

Los taoístas trabajan con la pelvis, el diafragma escrotal y urogenital, la bomba sacra y craneal para impulsar la circulación de la energía sexual hacia los centros superiores.

Activación de las bombas sacra y craneales

La activación de la bomba sacra requiere de una concentración especial ya que la musculatura de la zona baja no suele ser fácil de manejar para personas que viven sentadas en asientos blandos. En nuestra habitual vida urbana no accedemos al uso de la musculatura inferior, por que usamos estructuras de apoyo (sillas, sillones, W.C., camas blandas) que impiden y evitan esfuerzos excesivos en el cuerpo. Por ello recomendamos que antes de intentar cualquier ejercicio de activación las personas movilicen los músculos de los glúteos, caderas, columna sacra y lumbar. Y a continuación tomen conciencia de cuanto esfuerzo muscular se hace necesario para sostener o apretar cada uno de los músculos de la zona sin bloquear ni rigidizar los movimientos.

Es necesario comprender que los trabajos de movilización , activación y retención de la energía son procesos sutiles que permiten que el cuerpo se transforme en un canal o recipiente. Por lo mismo, debe permitir la circulación y el pulso de los fluidos que acompañan y sirven de vehículo en gran parte de estas prácticas. No se debe apretar, sino sostener con la musculatura de cada zona, cerrando los esfínteres internos, que previamente hemos identificado y aprendido a sentir y manejar. Esta es una recomendación muy relevante si se piensa que muchas de las disfunciones del cuerpo están relacionadas con bloqueos y contracturas de músculos internos que impiden el natural funcionamiento de órganos y sistemas corporales. Si no se sabe cómo sostener sin bloquear la energía, recomendamos no intentar aún estas prácticas, ya que se suele apretar la musculatura sin saber cómo relajar posteriormente, lo que no permite pasar la energía.

En todos los textos se sugiere pedir consejo a profesionales especialistas, ya que pocos poseen una práctica corporal que les permita sentir su cuerpo, la energía en flujo y controlar la musculatura interna coherentemente. Aquellos que llevan una práctica de yoga, artes marciales o meditación con ejercicios corporales , entenderán a lo que nos referimos y probablemente sean ellos quienes disfruten de las prácticas que aquí mostramos.

En primer lugar incline ligeramente el sacro, empujándolo hacia atrás y con ayuda de los glúteos, ligeramente apretados, incline el sacro hacia adelante, apretando el ano y el perineo para dirigir la energía hacia arriba, por la columna vertebral. La bomba sacra, al ser activada, produce un vacío en el diafragma urogenital, que aspira la energía sexual caliente o Chi Ching (energía que surge de la excitación sexual).

La bomba craneal se activa presionando la parte plana de la lengua contra el paladar, mientras la base de la lengua presiona la mandíbula inferior, detrás de los dientes. Apriete los dientes ligeramente, mientras empuja la pera o mentón hacia atrás. Esto permite que la energía circule hacia abajo ya que une el canal gobernador con el de la función, (ver ecovisiones 8), completando la circulación microcósmica.

Haga las inhalaciones por la nariz, y aspire solo un décimo de la capacidad pulmonar mientras tira sus genitales -desde la musculatura interna, ingle, ciático y pubis, usando el músculo pubococcígeo en el caso de las mujeres- hacia arriba. Tirar de los genitales hacia arriba es equivalente a sostener los genitales apretando suavemente hacia arriba la musculatura del ano, o perineo

En el caso de los hombres se aprietan suavemente los tres dedos centrales de la mano derecha contra el punto Hui-yin, o puerta de la vida , -ubicado entre el escroto y el ano - esto mientras se exhala, no cuando se inspira-. Las mujeres con delicadeza deben abrir y cerrar con delicadeza la vagina, usando la musculatura pubococcígea. El solo hecho de abrir y cerrar la vagina con delicadeza, como si fuesen pétalos de una flor, comienza a hacer fluir la energía sexual que naturalmente tiende a ascender en el caso de las mujeres (ver ecovisiones 1).

Contraiga ahora los músculos de la parte inferior del cuerpo. Al mismo tiempo se empuja la lengua hacia arriba y se vuelven los ojos hacia arriba también como mirándose la coronilla. Importante, no se debe contraer los músculos del pecho.

Las contracciones pueden hacerse más fáciles usando una pared de apoyo para empujar el sacro y sentir cómo se bombea la energía desde los genitales usando la bomba sacra. La energía testicular u ovárica Ching suele ser más densa que la energía vital o chi por ello debe ser bombeada a través del sacro, para hacerla pasar a través del hiato hasta la columna vertebral. Se advierte que a veces se pueden sentir hormigueos, dolor o ligeros pinchazos en la zona, para ello se recomienda masajes con un paño de seda de modo de calentar la zona. Este es el mecanismo que inicia el movimiento de la energía sexual hacia la columna. Posteriormente trabajaremos los siguientes ejercicios para ascender la energía por la columna.

Bibliografía:

Amor Curativo a Través del Tao. Cultivando la Energía Sexual Femenina. Mantak Chia y Maneewan Chia. Editorial Mirach. Madrid, España, 1993.

Nei Kung de la Médula Osea. Mantak Chia y Maneewan Chia. Editorial Sirio, España.

Secretos Taoístas del Amor. Cultivando la Energía Sexual Masculina. Mantak Chia y Maneewan Chia. Editorial Sirio, España, 2001.

06.06.2013 19:18
El punto aparece en el círculo, aunque no estaba...

pues tal punto es el origen del círculo.
El punto crea en su girar el círculo,
a los ojos de quien lo mide.
Su principio y su fin se unen,
cuando el punto mide la totalidad del círculo.
Cuando éste se completa,
el compás junta sus pies con su cabeza,
y descansa.
Todos nostros estamos sin Ser, sin Ser.
Estamos sin Ser, y Tú eres el Existente.
Llamó al mundo entero Su sueño; miró una y otra vez,
y Su sueño era Él mismo.
 

 

Sayyid Ni'matullah Wali (s. XV)


Verdadero, sin falsedad, cierto y muy verdadero: lo que está abajo es como lo que está arriba, y lo que está arriba es como lo que está abajo, para realizar los milagros de la Cosa Única.
Y así como todas las cosas provinieron del Uno, por mediación de Uno, todas las cosas nacieron de esta Única Cosa, por adaptacion. (...)
 

 

HermesLa tabla esmeralda


El siguiente texto es la introducción a la edición española de la obra de los iraníes Nader Ardalan y Laleh Bakhtiar, El sentido de la Unidad. La tradición sufí en la arquitectura persa. Su autor es el doctor en Filología Árabe Carlos Varona Narvión, en la actualidad Director del Instituto Cervantes de Damasco, quien también a traducido la obra de Ibn Arabi.


La geometría del espíritu en la arquitectura irania, por CarlosVarona Narvión
 

Toda actividad humana, aun en campos de dificil límite como el religioso, cuenta indefectiblemente con unas consideraciones tanto conceptuales como útiles del espacio, es decir, con una apropiación más o menos abstracta, en este caso de la fe y la revelación, pero también con otra aplicada, y por tanto "estética". El fenómeno humano mismo es espacial, tanto como temporal; los son sus obras, y no puede sustraerse a tal echo. Esta obviedad, sin embargo, nos introduce en el núcleo mismo del presente texto: el sufismo, como cualquier otra vía o conjunto de identidades, por muy profundas que tenga sus raices ancladas en el espíritu y las vivencias más internas, también posee un tipo de materialidad, una manifestación y unas repercusiones espaciales y a la vez cronométricas, como son el caso de la danza y de la música, o por extensión la arquitectura y la caligrafía. Los caracteres externo (zahir) e interno (batin) de la existencia representan dos aspectos complementarios e integrantes de una totalidad superior a ambos, con los que el hombre ha de contar con una u otra medida mientras posea un cuerpo y unos sentidos. Tal y como se conoce al ser humano, estas dos variadas "geografías", la física y la causal, resultan en realidad del todo indisociables. Lo más próximo a la conciencia cotidiana es el cuerpo (yisim), su anatomía, y cuanto en el mundo se le evidencia por los sentidos, con sus texturas y materiales. De otro lado, las referencias al misterio, al espíritu (ruh), pueden vestirse con infinitas fórmulas, con innumerables posibilidades de aparición, mas nunca llegan a ser opuestos o irreconciliables con la base física del hombre y su percepción. Incluso el destello más lejano e inaprensible posee algún tipo de perfil, de configuración espacial, y despierta respuesta somáticas de bienestar y serenidad, o de disgusto y desazón. Tanto las experiencias más reiteradas y cotidianas como los vislumbres extemporaneos de lo sacro, las teofanías, aun siendo diametralmente distintas, guardan una cierta relación, les une un fino hilo: la imagen. De forma paralela a la del tiempo, la percepción del medio que interesa al sufismo es en esencia cualitativa. No preocupan estas dimensiones en un sentido extenso, del cuánto, sino interiorizado, del símbolo, de la representación mental, que mediante las claves de estos de dos parámetros introducen a la suprema sabiduría y a los secretos del universo, por mucho que éstos nunca lleguen a ser del todo desvelados. El tiempo es vivido como un presente continuo, como una sucesión de instantes únicos, reacios a cualquier escala y medida, mientras que el espacio acoge el despliegue de la manifestación divina a través de los Nombres, los cuales, reflejados en la infinidad de seres y cosas, revelan la Unidad (al-tawhid) de Dios y de su Obra: el universo (al-kawn).
Cabeza de León
 
En estas coordenadas de síntesis, las del equilibrio aplicado a la arquitectura, entre el espíritu y la materia, se inscribe El sentido de la Unidad. La tradición sufí en la arquitectura persa, de Nader Ardalan y Laleh Bakhtiar. Pone esta obra un espacial énfasis en la arquitectura tradicional, como fusión brillante y continuada de tales extremos, presentes en el hombre y en el mundo, ofreciendo a través de las construcciones iranias más destacadas una manifestación concreta de lo infinito, lo que podríamos llamar el "misterio de Dios" en la materia. En este terreno de conjunción, que los autores ligan a la alquimia en tanto ciencia tradicional, el simbolismo alcanza un papel vital como lenguaje omnicomprensivo, que desemboca siempre en la misma clave: la geometría. A su vez ésta, parafraseando al dintel de la Academia (de Atenas), encamina a los secretos del cosmos mediante patrones comunes a todo cuanto existe: las galaxias, los átomos, la luz, los frutos y flores, el cuerpo de los vertebrados y, cómo no, el humano. Según la víacosmológica del tasawwuf(sufismo), la geometría es un paso cardinal hacia "la visión del corazón". Si bien lo determinado, lo visible, no alcanza a contener el infinito, sin embargo sí puede manifestarlo mediante unos límites estructurados, más allá de toda subjetividad o idea de partida. La geometría, que quiere decir medida de la tierra, es orden y estructura esencial: es sintaxis. Independientemente de su extensión o superficie, en cualquier materia a la que se aplique, insufla el hálito de lo cualitativo; gracias a ella percibimos de forma clara las relaciones proporcionales entre las cosas. En la presente obra, la geometría supone el punto de partida y de llegada, ya que, nos vienen a decir sus autores, significa el primer y último paso de la arquitectura; todo lo demás resulta añadido, decorativo. Sólo la geometría confiere la facultad de relacionar y detectar equivalencias múltiples entre las formas que habitamos y el cosmos, así como el experimentar sus diversos ritmos, impresos en la materia. Ligada a la limpieza prístina de la geometría, se halla la luz, lugar recurrente en esta obra que presentamos al lector en lengua española. Tanto el fulgor del sol, que cae a plomo sobre los patios al mediodía, como el brillo del astro al atardecer, tamizado por la bruma o las celosías, suponen el culmen para la percepción humana en la sublimación de las formas, al tiempo que revelan la Unidad de la Existencia (wahdat al wuyud). De naturaleza enigmática, la luz significa la irrupción vertical del cielo en la tierra, la cual levita en respuesta hacia el cielo, podría decirse, mediante la construcción, en la que se resumen todo el saber y las aspiraciones humanas. Mas en la arquitectura también es necesaria la sombra, los intersticios e interiores. Y es esta síntesis de contrarios, el mutuo contrapunto del blanco y el negro, lo que en el cruce entre luz y oscuridad alumbra y define nuestro mundo polar. Las formas son visibles gracias a ese contraste, a que no todo es luz, como la urdimbre y la trama dan como resultante la tela, como la materia y el espíritu, que tal como los conocemos alumbra la vida. La luz es el cuerpo holográfico de lo indiferenciado, expresión máxima de la Unidad, de la suprema esencia de todas las manifestaciones, al tiempo que representa uno de los "pilares" del sufismo, y toma su base justamente de la azora de "La Luz": "Dios es la Luz de los cielos y la tierra, su Luz es comparable a una hornacina en la que hay un pábilo encendido" (C 24, 35). El corazón del creyente representa en tal hornacina la mecha, que recibe el fuego, y donde el resplandor prende. En íntima relación con la luz se halla el color, como cuerpo y vestidura suya, también tratado extensamente en el libro, por poseer profundas raíces simbólicas en la cultura irania. El fulgor del cielo, la zoroástrica Xvarnah, se vio adaptado en el Islam como Luz de Alá, "luz sobre luz", permaneciendo con una vital importancia en lo sucesivo, como vía de expresión metafórica de toda la mística musulmana. La filosofía de las luces de Suhrawardí, quien creó la tariqa (cofradía) israqiyya, habla de los brillos que ven los sufíes durante sus meditaciones y sama' (repetición de los Nombres divinos y eventual danza) en el "mundo imaginal", cuya vivencia continuará posteriormente Naym Al-Din Kubra (m. 1256), y de forma especial uno de sus sucesores, 'Ala' Al-Dawla Al-Simnnani (m. 1336), quien desarrolló toda una fisiología sutil de los tonos. La polarización de la luz en los siete colores revela igualmente para diversas tradiciones gnósticas las siete caras de la Unidad. Los principios del arte tradicional en Irán no son muy distintos en su espíritu de los que alumbraron las catedrales en el Medioevo europeo. La estética resultante, sin embargo, sí es muy alejada. Por la influencia tanto deliberada como inconsciente de un imperativo dogmático, en el arte cristiano imperan los ritmos numéricos trinitarios, mientras que los cuaternarios tienen un papel destacado en el Islam, y el cubo de la Ka'aba (custodia del betilo que se tiene por un fragmento del paraíso), templo máximo de esta religión, es un claro exponente de ello. De la misma manera, mientras en el seno de la primera cultura citada la verticalidad prima en los patrones de su arte sacro -sólo hay que entrar en una iglesia para comprobarlo-, en la segunda es claramente dominante la línea horizontal de las mezquitas, especialmente las del mundo árabe.En efecto, los símbolos y las formas seculares no pueden improvisarse, sino que se transforman y viven durante generaciones y siglos en determinadas regiones del globo, permaneciendo siempre allí, como un halo invisible, en el inconsciente colectivo. Nada queda al azar en este arte, pues todo es reflexionado y calculado sin afán de notoriedad o genio. Se consedera que cuanto el artista-arquitecto hace con su labor es fruto de la inspiración, aunque en sentido trascendente, y que por ello procede en última instancia de un lugar, más amplio que la sola mente de una determinada persona. El artista tradicional reconoce que nada trascendente puede ser patrimonio suyo. Expurga de forma implícita al ego y las referencias personales de su trabajo, algo que hoy en Occidente nos parecería del todo impensable, por la conocida evolución en esta órbita desde el Renacimiento, centrada en la fenomenología del individuo y en su relación con la comunidad. Igualmente, en la actualidad, toda construcción tiene fecha aproximada de caducidad, y con vigas de hierro y hormigón, el planteamiento de retar a la gravedad resulta absolutamente distinto. Para la visión del arte tradicional, pormenorizada en este trabajo a través de los elementos iranios, si algo vital existe, es el número. Se aplica aquí el sentido pitagórico de que "todo está ordenado en torno al número"; éste es una esencia, como la de la rosa, el jazmín o el almizcle... En su lado externo es enumerativo, cuantificador de masas y objetos, mientras que en el esotérico es cualitativo, expresa lo que podríamos llamar un código irradiente de actuación.
Alfabeto Hebreo
 
Los números no entran nunca al azar en un medio dado, sino que tanto individual como conbinadamente comportan un cierto "carácter", un orden; son, según su guarismo, una "huella", la traza indeleble de unas determinadas propiedades universales. En la arquitectura tradicional se da el cruce, la síntesis entre el número como patrón confomador y la materia como receptora. Y es ahí donde incide el número, no sólo como cantidad, como materia, sino como relación. El Uno es el punto de partida de todo, la Unidad y el impulso primigenio; el dos supone la polaridad, siendo el símbolo de lo femenino y la horizontalidad, y por lo tanto de lo más apegado a la tierra; el tres, la tríada, es la superación de los extremos, el movimiento, el suelo fecundado por el espíritu..., y así sucesivamente. El cuadrado es igualmente una de las formas básicas de inspiración sufí; con sus lados idénticos representa a los cuatro elementos y sus ángulos interiores suman los mismos grados que la circunferencia. El octógono está presente por su parte en la planta de muchas edificaciones, especialmente bajo cúpulas. Más allá de ser o no creyente en una determinada fe o sistema de creencias, debemos situarnos a lo largo del presente libro en una prolongada etapa histórica en la que el desafío del tiempo y las leyes de la gravedad son realmente concebidas como un logro. El arquitecto hace con su buen o mal trabajo que la mayor masa flote ingrávida en el aire, como en el caso de cúpulas y alminares majestuosos; o por el contrario, que el más pequeño objeto resulte una forma sin espíritu. Tanto para el saber tradicional de Oriente como para el Occidente, el artista y arquitecto participa de una gran homogeneidad colectiva. La evolución de éste es tanto interior como exterior, e imita el proceso y modo de operar de la naturaleza. Todo lo que existe en el universo está en él, pero él es más. Al igual que en la antroposofía occidental, se considera que el ser humano no es habitante casual y pasajero del universo, sino resumen de toda la evolución, y germen desarrollado de la deidad en la materia, es más: el cruce del espíritu con lo mejor de la materia. Estos dos extremos, lo que se ha dado en llamar el microcosmos y el macrocosmos, revelan un juego de espejos enfrentados, que el sufismo, como en todos los demás senderos espirituales, se explota imaginativamente hasta sus últimas consecuencias mediante el pensamiento, la música o la poesía, las artes. Éstas son algunas de las coordenadas que en nuestra opinión deberían tenerse presentes para entrar de forma adecuada en este trabajo sobre la arquitectura tradicional iraní, en ocasiones algo monótono en su forma de expresión, pero de un calado que lo liga al simbolismo universal de las formas, muy cercano a lo que se dio en llamar Philosophia Perennis. La introducción a la edición original inglesa, de hecho, corre a cargo de Seyyed Hossein Nasr, quien junto a René Guénon y Frithjof Schuon, es uno de los más conocidos representantes en su vertiente islámica. Con las secciones consagradas al espacio, la forma, superficie, color, orden natural, geometría y armónico, etc.., se van desgranando a lo largo de las páginas de esta obra las características propias de la arquitectura persa musulmana, a su vez influenciada por elementos anteriores, especialmente del periodo sasánida. Una de las principales señas de identidad del orbe constructivo iranio, y que más extendida se halla por el mundo, es la cúpula sobre trompas de ángulo, que ya desde antiguo se encuentra por todo el país, incluso en la arquitectura doméstica. Sin ir más lejos, nuestra palabra española "alcoba" (del árabe al-qubba = cúpula), procede de esa forma arquitectónica. Además de disponer en el interior de la cúpula de una gran riqueza de soluciones técnicas y de ornamentación, dota al conjunto con una destacada verticalidad, frente a la clara tendencia de la arquitectura árabe-omeya a la línea horizontal. Tal vez el paisaje montañoso iraní y el por lo general desértico árabe justifiquen al menos en parte esta propensión natural y este acentuado contraste en las dos expresiones arquitectónicas. Una vez que hubieron irrumpido con pujanza los modelos omeyas en la arquitectura religiosa iraní del siglo VIII, el rico pasado arquitectónico de Persia volvió a emerger con un claro protagonismo, además de por la disposición circular heredada de las antiguas ciudades partas, de forma especial por dos elementos de clara impronta en la región: el iwan y el kiosco. Directamente procedente de la padana aqueménida, el primero consiste en un portal abovedado y abierto, que suele utilizarse como sala de audiencias, siendo uno de sus antecedentes más conocidos el palacio sasánida del rey Sapor I en Ctesifonte (s. IV). De la misma manera, y como seña propia de identidad, destaca el kiosco o zócalo cubierto, que encuentra su origen en los altares del fuego mazdeo, de los que pueden hallarse algunos restos en el país, conocidos como atas gah. Basadas en este sistema, de la antigua división del círculo en cuatro cuadrantes, con un pabellón central, las mezquitas empiezan a contar como propiedad característica en Irán con cuatro iwan, uno por cada lado del cuadrado, con un patio central, y una pequeña o gran alberca en el centro. La escenografía del universo, con su eje y los cuatro cuadrantes, está servida. A esta patio con forma de cruz, donde se puede contemplar y sentir el orden puro, la unidad metafísica y su diversidad, suelen añadirse escuelas coránicas (madrasa ytekke), por lo común con corredores y salas hipóstilas. Igualmente, y en diversas construcciones, también civiles como por ejemplo algunos puentes, aparecen los nichos abovedados, ritmados y ciegos, ya presentes en los palacios aqueménidas de Persépolis y en el de Ardarshir I, en la actual ciudad de Firuzabad. Por lo que respecta a la ordenación espacial, se hace en efecto básica en estas consideraciones la presencia del centro, que expresa la naturaleza misma de la Unidad, sobre el que ésta, como un polo (qutb), se asienta, mas en el que no se resume: es el lugar ilocalizable del Ser. Existen formas especialmente ligadas a esa manifestación primigenia, tales como la esfera, símbolo para el hombre del universo y la totalidad material, que encuentra su plasmación en la bóveda y la cúpula, a su vez metáfora palpable de los cielos. Desde lo infinitamente pequeño, el punto, a lo infinitamente grande, el cosmos, ésta expresa el cuerpo arquitectónico. A partir del centro o nodo, la esfera puede contener una interminable serie de ritmos, de armonías y simetrías, de figuras geométricas reductibles a númerois y claves, que dan la justa medida de la riqueza de la Creación. En esa línea, el mandala, presente en el arteoriental y occidental, símbolo y visión del cosmos, representa con sus patrones geométricos y florales la mencionada división del círculo en cuatro cuartos, más infinidad de elementos interconectados. Como en un palimpesto transparente, en esta estructura cosmogónica se superponen de infinitas formas la circunferencia sobre el cuadrado, y la esfera en el cubo, lo que logra su correlato arquitectónico en Persia, siempre elegante e imaginativo, consiguiendo una visión concreta y unificada en los patios y jardines. Gracias a los atributos numéricos, cuantitativos y culitativos, que se encuentran a medio camino entre la total abstracción ('alam al mithal) y el campo de las manifestaciones, la contemplación en edificios u objetos de estas formas paradigmáticas conduce a los misterios de la Creación. Devenidos figura, estos arquetipos revelan una armonía, siempre presente aunque no manifiesta, que aplicada a la ordenación de los sonidos produce la música, y a los volúmenes, la arquitectura y las artes plásticas.

Isfahan(Irán). Mezquita del Imam. Galerías abovedadas.

El reflejo directo de este orden en la conjunción de líneas, volúmenes y colores, realizado mediante la sabia interpretación del artista, hace nacer eso que llamamos la belleza. Tanto para Al-Gazzali como para Ibn 'Arabi, dos de los máximos representantes de la espiritualidad musulmana, aunque muy distintos entre sí, lo bello significa también lo bueno, siguiendo la corriente platónica de tal identificación. Resulta más que significativo el que desde la primera línea del prólogo a su Taryuman al-Aswaq, o Interprete de los deseos, uno de los libros clave del sufismo, Ibn 'Arabi enfatice el canto a la belleza como demostración de la divinidad: "Loor a Dios, el Bello y de acción bondadosa, Él, que ama la belleza, el Creador del universo en cada una de sus formas y hermosuras, en las cuales insertó su arcana sabiduría cuando las hizo existir. Señaló el lugar del secreto que surgió de Él, y desveló a los gnósticos la (suprema) síntesis, haciendola clara. (Todo) cuanto hay sobre la tierra de las manifestaciones Él lo puso, y mediante la emoción y la tristeza, a aquéllos arrobó en la contemplación de tales ornamentos". Se hace también obligado recordar en este apartado el famoso dicho del Profeta (hadith), comentado por numerosos pensadores, entre ellos Al-Gazzali: "Dios es Bello y ama la belleza" (Allahu Yamil fa yuhibbu al yamal). Se refiere esta tradición a la hermosura visible y palpable por los sentidos, sin perjuicio de que igualmente indique otros planos de interiorización de esa grata percepción que denominamos belleza. En el capítulo IV de la obraIhya' 'ulum al-din(Revivificación de las ciencias de la religión), el iman Al-Gazzali dedica sin embargo un pequeño tratado ("Fi bayan ma'na al-husn wa-l-yamal") a argumentar que en ningún caso lo atractivo puede reducirse únicamente a las percepciones visuales (al-mudrakat al-basar), a la armonía, la de los órganos y facciones en el cuerpo, sino que son los sentidos internos las puertas que en el hombre espiritual poseen la verdadera primacía. En su introducción al apartado "Kitab al-mahabba wal-sawq" de su famosa Ihya', donde trata de la Majestad (yalal) y Belleza (yamal) divinas, Al-Gazzali también se apresura a señalar la superioridad del sentido de la visión interior (basira) sobre la externa, que más allá de la razón pone de manifiesto el carácter sublime (kibriya') e inabarcable ('azama) de los atributos divinos. Aunque por parte de los pensadores y hombres espirituales musulmanes es cierta la constante de esta preferencia de la dimensión interior (batini) o trascendente ante el mundo de las formas, no lo es menos que en grados superiores de evolución espiritual algunos de ellos optan por la superación de la, a la postre, aparente exclusión recíproca del mundo interior y esterior, ya que en tanto el hombre continúe siendo tal, vive y se manifiesta inexcusablemente a caballo entre los dos ámbitos. La aproximación sufí a la Creación se basa en que el camino más directo para su conocimiento, el de la Obra Divina, pasa por la realidad interna y esencial, respecto de la que las formas externas son una manifestación eventual. Antes de cualquier otra consideración, el gnóstico ('arif) busca pues la beldad divina allí donde menos condicionada se halla, es decir: en el mundo interior, no en el de los sentidos. El atractivo sensible, sin embargo, puede ser tomado como un acercamiento, como una adaptación a ese reflejo interno. Gracias a su corazón (qalb), órgano sutil que le posibilita para distinguir lo bello de lo inarmónico e inacabado, el gnóstico ('arif) también accede a la comprensión de la Unidad en lo múltiple (al-wad fi-l-kathar), que late en la Creación. De hecho, se dice que el Profeta tenía en alta estima a los hermosos caballos, los perfumes... y las bellas mujeres. La visión de Dios a través de la hermosura de la amada (sea ésta real o imaginaria), de la teofanía (tayalli), es en este sentido un posible camino de aproximación, a menudo recorrido por la mística de diversas religiones, entre ellas el Islam, como medio de procurarse la cercanía y eventual visión de la presencia divina en el mundo de las formas. Conciliando estos dos niveles, Ibn 'Arabi emprende una marcha poética en su Taryuman, obra antes señalada, recorriendo desiertos y montañas en busca de su amada, Nizam. Una joven de catorce de origen persa, según nos dice en un verso, es rodeada de símbolos y claves de diversa lectura, que no es otra sino la personificación de la Belleza esencial. La contempla en los altos del camino (al-manázir al-ala) en toda su hermosura, mas la ve sólo en su corazón, puerta entre dos mundos, que como acabamos de señalar es en el sufismo el órgano sutil de la percepción, por el que Dios se revela al hombre.Los Nombres Divinos como (Al-Yamil) el Bello son teofanías esenciales, operan como forma sin forma de Dios. Étas expresan preciosos paradigmas de poder y equilibrio entre ambos planos, el palpable y el sutil, ya que en 99 términos o epítetos presentes en el Corán poseen una presencia tanto material como simbólica. Se hallan a la vez desvelados por la Palabra en el libro sagrado musulmán, lo que nos introduce en el campo de la caligrafía, también abordado en El sentido de la Unidad. De la misma manera que la música y su ordenación del tiempo, o las consideraciones espaciales en la construcción, la escritura, comunicadora de saber y arte en sí misma, resulta para la tradición sufí de vital importancia. "Signos de la actividad divina", como los llama Yalal Al-Din Rumi, las letras resumen toda una visión del mundo, con aplicación en los más variados campos. La capitalidad de la escritura radica en que es concebida como reflejo o impresión de la energía pura en la materia. Supone la transmisión de la Palabra y el saber, que se hace visible tanto en los libros como en la decoración de paredes y edificios, en telas, metales, maderas, o los más variados materiales. La labor suprema del calígrafo consiste en hallar el equilibrio entre el vacío y el lleno, en armonizar los caracteres con mayor o menor proliferación de signos y dibujos florales o geométricos, sobre la extensión virgen del material, sea éste un muro o una página. Desde la idea más abstracta a la descripción física más concreta, a la caligrafía se unen la simetría, el ritmo y el contenido. En este sentido, la escritura es la encarnación de cuanto más distingue al hombre respecto del resto de los seres, pues ofrece cuerpo al pensamiento, al lenguaje, dado que los sonidos articulados pueden ser incluso animales, más el símbolo de la escritura es únicamente humano. El papel primordial de la caligrafía en la tradición islámica se debe a que la letra representa el "cuerpo" audible aunque increado del Corán, el cual permanece en los cielos. La letra es también el soporte y significado esenciado de la Creación, la luz que se abre paso entre las sombras, para ofrecer un mensaje al hombre, el único ser vivo que en estos términos puede entenderlo. Por todo ello, se consideró siempre la caligrafía el arte tal vez más elevado, al cual se acercaban y también practicaron los más altos dignatarios. Tanto para la tradición sufí como para la chií, 'Ali bin Talib, el cuarto califa, es considerado el primer calígrafo, quien inauguró este arte sacro, del que tanto hombres espirituales como reyes fueron y son entusiastas. Sin embargo, como es sabido, es Alá en última instancia el eterno Calígrafo, el eterno Pintor. Dado que por esta extraordinaria importancia de la que hablamos es la escritura el dibujo del pensamiento, se ha buscado a lo largo de las épocas un extenso y complejo simbolismo para todas las letras del alfabeto árabe, así como para la enorme tipología existente en su ejecución (cúfico, diwaní, magrebí,thulth, etc.) Para Rumi, por ejemplo, elalif -un trazo vertical- posee el honor de ser "por su unidad y sinceridad" "la primera letra de Alá". Igualmente, se dan casi infinitas especulaciones sobre el punto de la ba' (segunda letra del alifato árabe), y de todos los demás caracteres: de las vocales (harakat), así como sobre el simbolismo de cada letra. El movimiento horizontal de la escritura representa en esencia el cambio, así como el vertical la irrupción de la Realidad superior. Sin insistir más en la importancia de la Palabra Divina e inspirada en la escritura, íntima aliada del edificio musulmán, así como en su cristalización a lo largo de la obra de los grandes nombres sufíes: Ibn 'Arabi, 'Omar Ibn Al Farid o Yalal Al-Din Rumi, concluimos esta introducción con un verso de éste último: Somos el cálamo en las manos del Maestro, 
no sabemos adónde nos lleva.
 

 

06.06.2013 19:11

"Amores Perros"

 
 
Mir Tuni, Dama dando de beber a un perro. Pintura sobre papel.
Isfahan s. XVII




Llámame perro, ¡oh Amada mía!, y no me eches de Tu umbral,
que un solo hueso me basta viviendo en Tu vecindad.
Si en Tu vecindad encuentro un simple hueso,
un gran festín ofreceré al ave de la fortuna.

Farid ad-Din ATTAR


Recojo en esta entrada, algunas anotaciones a partir de la lectura del libro El perro y los sufíes, en el que el Dr. Javad Nurbakhsh recopila y comenta pasajes extraídos de la literatura clásica del sufismo amoroso persa, muchos con un gran sentido alegórico que servían para difundir las enseñanzas entre los discípulos.

El perro ha sido considerado tradicionalmente como un ser impuro tanto en el Islam como en otras religiones semíticas. Despreciados por la mayoría de la gente, sólo los adiestrados en la caza y el pastoreo gozaban de algo de respeto aunque siempre bajo la condición de esclavitud. Los vagabundos y callejeros eran los peor tratados. Ostentaban los peores atributos de fealdad y bestialidad, y llamar a alguien perro era el peor de los insultos. Dentro del Islam, los sufíes de influencia persa fueron los primeros en reaccionar contra esa visión injusta hacia el perro, descubriendo en él virtudes de las que muchos seres humanos carecían, encontrando en la fidelidad y sumisión a su amo, la imagen metafórica por la que el iniciado en la Senda se identificaba en su entrega al Amado, a la divinidad. Se ha de tener en cuenta que para los persas practicantes de religiones arias anteriores a la invasión islámica, el perro era considerado animal casi sagrado. Compusieron versos y relatos en los que mostraban amor hacia el perro siendo objeto de caricias y respeto. Unos de los más divulgados fueron los dedicados al perro guardián de la casa de Laila, amada de Majnum, protagonistas de la historia de amor más bella de la literatura persa, interpretada por los sufies como los desvelos por el amor divino. En esta versión procedente del Masnavi de Rûmî, se hace también referencia a un aspecto de suma importancia dentro de las enseñanzas de esta tradición, el no dejarse cegar por las realidades exteriores:

Una vez Majnum fue visto acariciando y besando a un perro, dando vueltas con gran reverencia y humildad alrededor de él, como un peregrino que gira alrededor de la Kaaba. Besaba la cabeza, las patas y el ombligo del animal y le ofrecía una ambrosía más dulce que la miel.
Un ocioso hablador que pasaba por allí vio a Majnúm y le dijo en tono crítico: "Oh tú, inmaduro Majnúm!, ¿acas te has vuelto loco? ¡Qué insensatez es esa de adorar y besar a un animal tan impuro como ese, que se alimenta de toda clase de basuras y se limpia con la lengua!".
El hombre seguía enumerando pródigamente los defectos del perro, sin saber que quien se fija en los defectos externos de las cosas es incapaz de contemplar su realidad interior.
Majnum le contestó: "Viajero, tú eres totalmente prisionero de la forma y el aspecto externo. ¡Entra en mis ojos y mira a través de ellos!, porque éste perro es un talismán sellado por el Señor y es el guardián de la morada de mi amada Laila. ¡Contempla cuán puro es su corazón y cuán elevada su sabiduría que ha elegido este sublime lugar para morar! Es un animal de semblante bendito, el perro de mi cueva, que comparte mi pena y mi aflicción. El polvo de las garras de un perro que mora en la vecindad de mi amada es más valioso que los leones poderosos. No cambiaría un solo pelo de este perro de la morada de mi amada por cientos de leones. ¡Oh amigo!, ¿cómo puedo hablarte de mi amada, de quien los leones no son sino simples esclavos de los perros de su vecindad? Así que, ¡déjame y sigue tu camino!"
¡Oh amigos!, si vais más allá de la forma, es el Paraíso y rosaledas dentro de rosaledas. (Sólo) cuando logras quebrantar y anonadar tu propia forma podrás quebrar (ir más allá) de todas las formas.

Se escribieron poemas donde el sufí se considera igual o incluso inferior al perro ejemplificando el estado de pobreza espiritual, vaciamiento necesario para la Unión con el Amado. Este de Yami es muy ilustrativo:

¡Oh Tú!, hacia quien todas las criaturas
vuelven el rostro de la necesidad.
¡Oh Tú!, que diriges la mirada de Tu gracia hacia todos.
Los enamorados se desviven por Tu amor.
Con ardor en sus corazones, Te desean.
La pena de Tu amor es su único compañero.
La quemadura de Tu amor, el bálsamo de sus penas.
En Tu adoración, se han liberado de sí mismos.
En Tu servidumbre, han encontrado el verdadero señorío.
Vestidos con el manto de la pobreza y el anonadamiento,
se esfuerzan en la Senda de la sinceridad y la pureza.
Orgullosos por llevar dogal como Tus perros,
recorren velozmente el camino de la felicidad.
También yo (Yami), el más pequeño de Tus siervos,
sigo como ellos la tradición de la lealtad (hacia Ti)
He caído en el lazo de Tu amor,
¡no me prives de la marca de Tus perros!
He cerrado mis ojos al banquete de la riqueza (material),
¡arroja un hueso de pobreza espiritual ante mi!
¡Regálame con la paciencia en la pobreza y el anonadamiento!,
¡hazme dulce la amargura de la espera (de Tu Unión)!


Detalle de miniatura persa inspirada en la Sura coránica de La Caverna, donde un perro forma parte del grupo de compañeros elegidos por Dios
 

En el siguiente relato de Farid ad-Din Attar, el perro protagoniza una escena alegórica cuya meditación será reveladora para decidirse a iniciar el camino de la Senda.

Una vez alguien preguntó a Shebli sobre quién le había guiado por primera vez en la Senda de Dios, y respondió: "Vi a un perro sediento al borde de un camino. Había allí un charco tal que, cada vez que el animal se acercaba a él, veía su propia imagen y se alejaba con horror, pensando que dentro había otro perro. El miedo al otro animal le imposibilitaba beber el agua. Finalmente, se desesperó tanto que no pudo contener su sed por más tiempo y se lanzó a beber, lo que hizo que el otro perro, que no era más que su propia imagen reflejada en el agua, desapareciera. Cuando (la imagen de) él mismo se borró de sus ojos, quedó claro que él era su propio velo. Esto me enseñó que yo era mi propio velo (entre yo y Dios). Por tanto, me anonadé en el Amado y alcancé la Unión. Así que un perro fue mi primer maestro en la Senda".
¡Oh enamorado!, levanta tú también el obstáculo de tus propios ojos, porque tú eres tu propio velo. Apártate de en medio. Si hay un solo pelo de tu yo en la Senda, se convertirá en su propia cadena. Habría sido una dicha par ti, ¡oh hombre débil!, si te hubieran llevado directamente desde la cuna al ataúd. El honor que Dios concedió a Moisés fue que había cambiado la cuna por un ataúd (una cesta). Si anhelas que la presencia de Dios sea continua para ti, abandona tu yo completamente. No vengas (a Su presencia) con tu propio yo, aléjate de ti mismo, porque esta no-existencia del yo es "Luz sobre luz".

Aquí la imagen reflejada en el charco simboliza el ego, lo que se interpone en el viaje espiritual. También en muchos escritos los maestros sufíes se refieren al ego (nafs) -considerado el alma inferior o cualidad negativa del yo dominante- como al perro que ha de ser dominado, condición indispensable para progresar en la Senda del amor. Estos otros versos de Farid ad-Din Attar son explícitos al respecto:

Has caído bajo por tu nafs perruno, 
ahogado en impureza y defectos. 
Aquel perro del infierno del que has oído hablar, 
oculto está en ti, y tú, inconsciente de él, descansas. 
Este perro del infierno que se alimenta del fuego, 
que devora todo cuanto le das, 
es el perro de tu nafs, de tu yoidad (soberbia), que mañana, 
por su enemistad hacia ti, te hará emerger en el infierno.
Este nafs es tu enemigo, es un perro rabioso, y aún peor. 
¿Hasta cuando seguirás alimentándolo? ¡Oh ignorante!

Dentro de la utilización del perro como imagen de los aspecto negativos que el ser humano alberga, dejo unos últimos versos de Rûmî que dan testimonio de una realidad que se muestra en circunstancias, que, lamentablemente, son propiciadas de forma continua en un mundo que fomenta la competitividad y el acúmulo material, teniendo como resultado la avaricia y depredación tan extendida.

Los deseos son como perros dormidos,
el bien y el mal están en ellos.
Cuando ven un cadaver,
entonces, la llamada de la avaricia les despierta.
Cuando un burro cae muerto en un barrio,
son despertados por él cien perros dormidos.
Cada pelo en cada perro se transforma en un colmillo,
menean la cola para conseguir su objetivo.
En nuestro cuerpo están dormidos cien perros tales.
Cuando no tienen presa, permanecen ocultos.



Lecturas:

Dr. Javad NurbakhshEl perro y los sufíes. Editorial Nur 2011

 

06.06.2013 19:07

ha, árbol del universo

 
El árbol Asvattha


"El señor de la muerte habla del árbol cósmico que arraiga en el Ser, el alma cósmica: Esa es la higuera eterna, que tiene sus raices en lo alto y sus ramas en lo bajo. Esa es la raíz de lo puro, es el Ser inmortal. Todos los mundos se asientan en ella, y nadie puede pasar más allá. Esa es la verdad. Su forma no es visible, pues nadie la percibe con el ojo, solo el corazón, el pensamiento y la mente pueden concebirla. Aquellos que saben eso alcanzan la inmortalidad."
 
 
 
 
Upanishads


"El hombre es una planta celestial, y lo que esto significa es que el hombre es como un árbol invertido, cuyas raíces tienden hacia el cielo y cuyas ramas tienden hacia la tierra."

 
Platón

"El eje del universo es una escala en la que hay un perpetuo subir y bajar. Haber talado el árbol es haber alcanzado su cima, y emprendido el vuelo; es haber devenido la Luz misma que brilla y no meramente uno de sus reflejos."

"Habiendo cortado y talado el árbol con el arma de la gnosis, y deleitándose en adelante con el espíritu, nadie retornará allí de nuevo."

 
Coomaraswamy, El árbol invertido

 


El Asvattha o Pipala se conoce en la India como la higuera sagrada, Ficus Religiosa. En Budismo es llamado Bodhi-Árbol, árbol bajo el que Budha alcanzó la plena iluminación. Metafísicamente es el árbol del universo, simbolizando la estructura vital de este y de sus jerarquías cósmicas en todas sus variadas interrelaciones. Sus raices, dirigidas hacia arriba, el origen o el espíritu, representan al ser supremo o causa primera, el logos, que recuerdan a Kether del árbol cabalístico, y sus hojas, hacia abajo, la verdad contenida en los sagrados libros de los Vedas, que como las hojas del árbol nutre y mantiene el universo. También puede verse como símbolo del ser humano. Sólo quién va más allá de sus raices no se reencarnará, liberándose del ciclo temporal de vida y muerte y de la dualidad de la existencia alcanzando la eternidad, lo que también recordaría en Cábalah aEin-Sof, el infinito.

En la obra clásica hindú Bhagavad Gita, en sánscrito "el canto del Señor", se sintetizan las principales filosofías y doctrinas de los Vedas. El Canto Gita forma parte de la epopeya hindú delMahabharata, y literariamente se concreta en un diálogo de elevada filosofía espiritual, con diferentes niveles de lectura, en el que el héroe Arjuna es instruido por Khrisna sobre el combate que tiene que librar contra sus enemigos (sus egos) , y la forma de derrotarlos para alcanzar la inmortalidad (en la imagen, Krishna dirigiendo a Arjuna en el campo de batalla).

En uno de los capítulos más importantes del Bhagavad Gita, por encontrarse en él todo el sentido de la obra, se hace una descripción del árbol sagrado Asvattha. La versión de este capítulo que presento, perteneciente a la edición de Consuelo Martín (Trotta, 2002), viene acompañada de los comentarios de Sánkara ( s. VII), ayudando con ello a descubrir su profundo simbolismo cosmológico, encontrándose en él la imagen arquetípica del axis mundi o eje del mundo, comunicador entre el cielo y la tierra presente en tantas tradiciones y por el que ascendiendo por sus diferentes niveles de conocimiento, o grados del Ser, se irá tomando conciencia de "El espíritu supremo".


Capítulo XV
El espíritu supremo (Purusottama)
 

"Como el efecto de las obras de los que realizan actos y deberes religiosos y el efecto de las obras de los que van por el camino de la sabiduría están a disposición mía, aquellos que me adoran siguiendo la vía devocional, una vez que han transcendido las cualidades por grados que conducen a la iluminación, llegan a la iluminación por mi gracia". No se dice, pero se sobreentiende, que aquellos que han descubierto la realidad de su propio Ser llegan allí. Por eso, aunque Arjuna no pregunte, Krishna dice: "Con las raíces hacia arriba..." con intención de hablar sobre la realidad del Ser.Y aquí, con objeto de que surja el desapasionamiento, describe la naturaleza real del mundo mediante la imagen de un árbol. Porque sólo es digno de descubrir la verdad de Dios quien está ya desapegado del mundo. Por eso...

1. Krishna, el señor, dijo: Se habla de un árbol eterno que tiene hacia arriba las raíces mientras sus ramas se hunden hacia abajo y sus hojas son los Vedas.

Esto concuerda con el texto upanisádico: "Tiene sus raíces hacia arriba y sus ramas hacia abajo" (Ka. Up. II, 6, 1). También lo encontramos en el Purana: "Brota de la raíz como lo inmanifestado, crece por la potencia del mismo Uno. Y tiene una gran inteligencia como tronco mientras los huecos son las aperturas de sus órganos. Los grandes elementos son sus ramas, y tiene a los objetos percibidos como sus hojas. El bien y el mal son sus bellas flores y la felicidad y el sufrimiento los frutos que sostiene. Este árbol eterno dirigido por Brahman es el ámbito existencial de todas las criaturas. Es en verdad el asiento de Brahman. En él habita por siempre".
Una vez derrivado y partido este árbol con la gran espada de la Verdad, se alcanza la plenitud del Ser y ya no se vuelve de allí (Mbh. As. 47, 12-15).
El árbol tiene sus raíces hacia arriba y está formado por la ilusión de la existencia mundana, que tiene sus ramas dirigidas hacia abajo, el principio del "yo", los elementos sutiles, es como si fueran sus ramas. Por eso tiene sus ramas hacia abajo. Ese árbol con sus rama hacia abajo no dura ni siquiera hasta mañana.
Por tener una existencia sin principio de tiempo, este árbol del universo es imperecedero. Se le conoce como el que mantiene la serie sin principio ni fin de los cuerpos. Se le llama el imperecedero.
Así como las hojas protegen al árbol, así lo Vedas protegen el universo. Porque revelan lo que es bueno o malo y sus causas y efectos. Y no existe nada fuera de este árbol del universo con sus raíces, ni siquiera un ápice de alguna otra cosa queda por conocer al conocerle. El que comprende el sentido, el propósito de los Vedas, lo conoce todo. Por eso, el Señor, Krishna, alaba el conocimiento (sobre el significado) del árbol y sus raíces. Se presenta a continuación otra imagen de otras partes del mismo árbol:

2. Las ramas de ese árbol se extienden arriba y abajo alimentadas por las tres cualidades (gunas) y con los objetos sensoriales como yemas. En cuanto a las raíces, cuya continuación son las acciones, penetran abajo en el mundo humano.

Desde el creador hasta el Dharma estarían "en concordancia con su mundo y conforme su conocimiento de la verdad" (Ka. Up. II, 2, 7). Esas ramas son el resultado del (nivel de) conocimiento de la verdad y de las obras. Los objetos de los sentidos es como si brotaran, como nuevas hojas, de las ramas (los cuerpos y demás), que son el resultado de las obras. Por eso se dice que las ramas tienen como yemas los objetos sensoriales.
La raíz suprema, la causa material del árbol del universo se ha prsentado ya. Y ahora se presentan las impresiones latentes de atracción y expulsión, nacidas de los resultados de las obras, que son como raíces secundarias que crecen después y llegan a ser causa del involucrarse en lo correcto y lo incorrecto.

3. Aquí, entre los humanos, no se percibe su forma, ni dónde termina ni donde comienza o continúa. Cuando se ha cortado este árbol profundamente enraizado con la espada del desapego...

No se percibe la forma porque es como un sueño, como el agua en un espejismo, es ilusoria como una ciudad imaginaria vista en el firmamento, que se destruye tan pronto como se ve. Nadie considera que llega a existir a partir de un determinado momento. Su continuidad, su estado intermedio, tampoco lo percibe nadie. Con la fuerza de una mente que se dirige al Ser supremo, y se ha afilado en la piedra de la práctica constante del discernimiento, con la espada del desapego se corta ese árbol. Se refiere a la posibilidad de salir del deseo por la progenie, la salud y los mundos mediante esa espada.

4. Se debe buscar aquel estado de donde no se vuelve jamás: Me refugio en aquel espíritu primordial de quien ha surgido este eterno proceso de manifestación.
5. El sabio que está libre de orgullo y falsedad, el que ha conquistado el mal de la identificación y vive siempre dedicado a lo espiritual, liberado por completo de los deseos, y de los opuestos placer y dolor, alcanza ese estado imperecedero.
6. Ni el sol, ni la luna, ni el fuego pueden disminuir Aquello. Es mi suprema morada y quien llega a ella no regresa mas.

Se presenta una objeción: Se ha dicho: "quien llega a ella no regresa más". ¿No es algo sabido que todo lo que va acaba por retornar y que a las uniones les siguen las separaciones? ¿Cómo se dice aquí que no hay regreso para los que llegan a esa morada?
Respuesta: Escucha la razón de eso:

7. En realidad una parte de mí mismo se convierte en el Ser individual eterno en la región de los seres vivientes y atrae hacia sí los sentidos y la mente que habitan en la naturaleza.

Como el sol (al reflejarse) en el agua es una parte del sol (real) y va hacia el mismo sol, sin retornar cuando el agua, la causa del reflejo se elimina, así también esa parte está unida con el mismo Ser. Como el espacio encerrado en una vasija, delimitado por las formas añadidas, como la de un cuenco, al ser una parte del espacio, no vuelve después de haberse unido a él cuando la causa ( de la limitación), la forma de cuenco, por ejemplo se destruye. Y por eso se ha echo la correcta afirmación: "Quien llega a ella no regresa más".
Alguien pregunta: ¿Como puede tener partes o miembros el Ser que es indiviso? Si tuviera miembros cabría la posibilidad de ser destruido al desmembrarse.
El vedantín responde: No hay problema. Porque sus fragmentos, que son limitaciones añadidas, surgen de la ignorancia que imagina que tiene partes (lo que no la tiene). 

8. Cuando el Señor abandona o asume un cuerpo, se los lleva consigo, como la brisa se lleva consigo el aroma de las flores.
9. Al dirigir los oídos, los ojos, la piel y la lengua, las fosas nasales e incluso la mente, experimente los objetos.
10. Los que están confundidos por las ilusiones no le ven cuando abandona su cuerpo, cuando permanece en él o cuando experimente algo o está identificado con las cualidades (gunas). Sólo le ve el que tiene el ojo de la sabiduría.

El que está identificado con las cualidades, con la felicidad, con el sufrimiento y la ilusión, aun cuando, bajo esas condiciones, intensifique mucho su nivel de percepción, las personas que están confundidas con distintas ilusiones porque sus corazones o intelectos están fuertemente atraídos por las experiencias de los objetos visibles o invisibles, no lo ven. Y Krishna, el Señor, acaba diciendo: ¡Cuánto sufrimiento ocasiona esto! Los que tiene una comprensión intuitiva que surgió a partir de los medios válidos de conocimiento, es decir, los que tienen una clara visión, lo ven.

11. Los yoguis que son diligentes en su práctica lo ven en sí mismos. Mientras los que no tienen discernimiento y les falta auto-control no pueden verlo aunque se esfuercen.

Para explicar lo omnipenetrante del estado (del imperecedero, del que no regresa) y el hecho de ser el sustrato de todas las metas empíricas, Krishna habla, en resumen, en los siguiente cuatro versos de la manifestación divina de ese estado que la luz del fuego, o del sol, no ilumina, aun cuando ellos iluminan todas las cosas, del estado que una vez alcanzado por los apirantes a la liberación ya no tiene retorno a la existencia mundana, del estado en el que los seres individuales según su identificación con los diversos límites añadidos son partes, como los espacios encerrados en la vasija son partes del espacio total.

12. Reconoce que la radiante luz del sol que ilumina el universo entero, la luz de la luna y la del fuego es mi propia luz.

La luz que es conciencia, que está en el sol, en la luna y en el fuego, has de saber que es mía. Me pertenece a mí, a Dios, Vishnu. El objetor dice: ¿No es cierto que la luz que es conciencia está lo mismo en lo animado que en lo inanimado? Siendo así, ¿a qué viene el mencionar en particular la "luz del sol..."? No hay tal problema, dice el vedantín, porque a causa de la amplitud de la armonía (sattva) puede darse la amplitud (de la conciencia). Como en el sol la cualidad de (sattva) puede darse la amplitud (de la conciencia). Como en el sol la cualidad de sattva es evidente, es muy brillante, se da también en él más luz, más conciencia. Y por eso se menciona en especial. Pero eso no quiere decir que sólo allí se encuentre la conciencia en amplitud. Lo mismo que en la experiencia habitual un rostro, aun estando en la misma posición, no se refleja en la madera o en la pared sino en un espejo, pues se refleja según el grado de transparencia, así sucede aquí.

13. Y al penetrar en la tierra mantengo a todos los seres con poder y alimento a las plantas transformándolas en el Soma que es su savia.

Mantengo los seres del mundo con poder, el poder de Dios que está libre de pasión y de apego y que penetra en la tierra para mantenerla, el poder por el cual la tierra no cae ni se desmorona. Hay un verso que dice lo mismo: "(Aquello) por lo que el cielo se hace poderoso y la tierra firme" (Tai. Sam. IV, 1, 8, 5) y "Él mantiene la tierra" ibid., IV. 1, 8, 3). Por tanto es correcto lo que se ha dicho: "Al penetrar la tierra mantengo los seres animados e inanimados". El Soma son todos los jugos, es la fuente de todos ellos. Y alimenta a todas las plantas infundiéndoles su propio jugo en todas ellas.

14. Bajo la forma de Vaisvanara (el que surge del fuego) resido en los cuerpos de los seres vivientes y junto con la expiración (al respirar) llevo a cabo la digestión de las cuatro clases de alimentos.

Se menciona esto en textos upanisádicos como : "El fuego que está dentro del hombre y digiere el alimento comido es Vaisvanara " (Br. Up. V, 9, 1). Los cuatro alimentos son los que se mastican, chupan, lamen y beben. El que come es el fuego llamado Vaisvanara y lo comido es el alimento, Soma. El que ve todo lo que existe como fuego y Soma no es afectado por la impureza de los alimentos.

15. Yo habito en los corazones de todos los seres. En mí tiene su origen la memoria y el conocimiento y también la perdida de los dos. Yo soy el único que se ha de conocer mediante los Vedas, soy el autor de la filosofía vedanta y el conocedor de los Vedas.

El conocimiento y la memoria de esos seres que realizan buenas obras; y lo mismo sucede con la pérdida, el deterioro de la memoria y el conocimiento de los que llevan a cabo malas obras que vienen a mí según estas obras. Soy el creador del Vedanta, es decir, el origen de la escuela tradicional de enseñanzas del Vedanta; y yo soy el conocedor de los Vedas, el conocedor de estas enseñanzas. En el verso que se refiere a: "... la radiante luz del sol" (v. 12) se ha afirmado con certeza la majestad de Dios, el Señor llamado Narayana, que surge a partir de especiales limitaciones añadidas. Aquí en los versos que vienen a continuación, se trata de determinar la naturaleza real de el mismo Dios como Incondicionado y Absoluto, distinguiéndole de las limitaciones añadidas, es decir, de lo perecedero y lo imperecedero. En este sentido, y tras dividir en tres partes las enseñanzas de los capítulos precedentes y siguientes , dice Krishna:

16. Hay dos principios en el mundo: el de lo perecedero y el de lo imperecedero. Todos los seres son perecederos. Sólo al Indiferenciado se le llama Imperecedero.

Dios, llamado también Maya, es la semilla del principio perecedero. Y aquello que es receptáculo de las impresiones, los deseos y las acciones de los innumerables seres que transmigran es el principio imperecedero.

17. Pero hay otro principio diferente, el Espíritu supremo conocido como el Ser trascendente, el Dios eterno que interpenetra los tres mundos y los sostiene.

Los tres mundos: Bhuh (la tierra), Bhuvah (el espacio intermedio) y Svah (el cielo) son sostenidos por él con sólo estar presente en su propia esencia. Es el eterno, el creador (Ishvara), el omnisciente Ser llamado Narayana, en esencia Dios. Esta manera de nombrarle: "El Espíritu supremo" de Dios, es muy conocida. Cuando se muestra, el hombre tiene la capacidad, por su significado etimológico, de que Dios se revele él mismo como si dijera: "Yo soy Dios, el que no puede ser superado".

18. Al transcender lo perecedero y estar por encima de lo imperecedero, soy conocido en el mundo y en los Vedas como el Espíritu supremo.

Estoy por encima de lo perecedero y lo imperecedero, y por encima de la ilusión, de Maya, que se llama árbol del universo y es la existencia en el mundo. Los religiosos me conocen así y los poetas utilizan también este nombre, Purusottama, en sus poesías. Ellos me glorifican con ese nombre. Aquí se presenta el efecto que obtiene quien conoce el Ser tal como se ha descrito:

19. Aquel que, libre de ilusión, me conoce como el Espíritu supremo, lo conoce todo, y en todo me adora con el ser entero, ¡oh vástago de los Bharata!

"Lo conoce todo", conoce todas las cosas por auto-identificación con la totalidad, es decir, se vuelve omnisciente, y me adora en todas las cosas, con todo su ser, contemplándome con su mente como el Ser de todo. Una vez presentado en este capítulo el conocimiento sobre la verdadera esencia de Dios que tiene como fruto la liberación, se le alaba en el siguiente verso:

20. Te he revelado, ¡oh impecable!, la más secreta de las escrituras. Quien la comprende llega a ser sabio, y con ella culminan todas sus obras, ¡vástago de la dinastía Bharata!

Aunque el Bhagavad Gita como un todo se considera como "escritura", sin embargo este capítulo hace referencia a ello y es para alabarlo, como se evidencia por el contexto. Porque no sólo se presenta en este texto el sentido completo de la escritura sino que además aquí está comprendida por completo la finalidad de los Vedas. Y se ha dicho: "... El que toma conciencia de esto conoce los Vedas" (v. 1) y "... Yo soy el único que se ha de conocer mediante los Vedas..." (v. 15). El sentido es que cualquier cosa que un Brahman tenga que hacer por su nacimiento queda cumplida al conocer (descubrir) la realidad de Dios. Y esto quiere decir que nadie culmina sus obras, sus deberes de otra manera. Y se ha dicho: "Hijo de Pritha, toda acción en su totalidad culmina en el conocimiento de la verdad" (IV, 33). Manu dice también: " Esto es en realidad el cumplimiento final de cada brahman. Porque sólo cuando "el nacido por segunda vez" lo alcanza tiene cumplido sus deberes, y no de otra manera" (Ma. Sm. 12, 93).
Al haber escuchado la verdad que te he revelado sobre la Realidad suprema, has alcanzado tu meta, vástago de la dinastía Bharata.

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06.06.2013 18:59
Muy cerca fui donde mora
Layla, cuando oí su llamada.
Esa voz, ¡ojalá la oyera siempre!
Ella me favoreció, y me atrajo hacia sí.
Me hizo entrar en su recinto,
Con palabras de intimidad me habló.
Me hizo sentar a su lado, y más todavía se acercó,
Y retiró el manto que de mí la ocultaba,
Sumiéndome en la maravilla,
Confundiéndome con su belleza.
Me tomó y me deslumbró,
Y me ocultó en lo más secreto de sí.
Hasta que pensé que ella era yo,
Y mi vida tomó como tributo.
Ella me cambió, me transfiguró,
Y me marcó con su signo especial,
Me estrechó contra sí, me concedió un privilegio único,
Me nombró con su nombre.
Después de matarme y desmenuzarme
Empapó de su sangre los fragmentos.
Luego, después de mi muerte, me resucitó:
Mi estrella brilla en su firmamento.
¿Dónde está mi vida, dónde está mi cuerpo,
Donde mi alma obstinada? Su verdad,
Desde ella irradió hacia mí,
Secretos que para mí estaban ocultos.
Mis ojos nunca han visto más que a ella:
No pueden dar fe de nada más.
Todos los significados en ella están comprendidos.
¡Gloria a su Creador!
.
06.06.2013 18:57
¿Perteneces al mundo de los ángeles o al de los hombres?
Dímelo, porque la confusión se burla de mi entendimiento.
Veo una figura humana, pero, si uso de mi razón,
hallo que es tu cuerpo un cuerpo celeste.
¡Bendito sea el que contrapesó el modo de ser de sus criaturas
e hizo que, por naturaleza, fueses maravillosa luz!
No puedo dudar que eres puro espíritu atraído a nosotros
por una semejanza que enlaza a las almas.
No hay más prueba que atestigüe tu encarnación corporal
ni otro argumento que el de que eres visible.
Si nuestros ojos no contemplaran tu ser, diríamos
que eras la Sublime Razón Verdadera
04.06.2013 19:24

  “Los hombres religiosos hablan de la Providencia Divina;pero muy pocos creen en ella. Todos afirman conocerla, pero soloteóricamente, pues tan pronto se enfrentan a una dificultadcualquiera, se olvidan de Dios y de Su Providencia y así intentanhuir. Esto se puede demostrar con mucha facilidad. Imaginad quese declara un incendio en una gran sala, donde están reunidosreligiosos y creyentes. ¿Qué sucederá? Todos huirán. Cada unointentara ser el más rápido en salir. ¿Por qué huyen? Pues porqueno han tenido tiempo de concentrarse, de pensar en Dios y en laProvidencia Divina. Cada uno actúa según su instinto y no segúnsu razonamiento.Muy a menudo el hombre salta violentamente sin ningunacausa visible. Esto es debido a sentimientos instintivos que actúanen él cuando le entra el miedo. Trabajad sobre vosotros mismos,dominaros, a fin de liberaros de estos sentimientos. Algunaspersonas tienen miedo de las ranas, otras de los ratones, sin tansiquiera preguntarse si este miedo tiene algún sentido. Es normaltener miedo de una serpiente, pero no de una rana o de un ratón.Estas saltaran o se esconderán sin haceros ningún mal.El miedo actúa en el hombre y lo paraliza. Es por eso quedebe dominarlo y volverse valiente. Esto no quiere decir tampocoque no haya peligros en la vida. Los peligros existen, pero elhombre solo cae en ellos cuando trasgrede las leyes razonables dela naturaleza. Mientras viva en armonía con estas leyes, ningúnpeligro puede existir para él.

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En esta página, el Maestro nos invita a reflexionar más amenudo sobre la Gran Ley de la Providencia Divina, nosolamente cuando estamos libres para hacerlo, sino también encaso de peligro como es el caso del incendio, inundación,bombardeo. En estos casos, debéis uniros inmediatamente a laProvidencia; es lo primero que debéis hacer. ¿Por qué? Porquehay un gran secreto escondido aquí, que os explicará muchascosas al mismo tiempo.Observad un hombre que tiene miedo. El miedo dice elMaestro, es un instinto. Este hombre tiene miedo tanto de unarana, tanto de un ratón. Estudiemos el proceso psicológico delmiedo que sufre. Esto nos explicará ciertas leyes. Estos animalesa los cuales el hombre tiene miedo, no pueden hacerle daño; sireflexionase un poco, en lugar de dejarse llevar por su instinto dehuir, seria ciertamente mejor. Son más bien las mujeres quepierden la cabeza en tales ocasiones.Un día, a Lariflette
(personaje de dibujos animados, que representa a unpadre de familia)
 le perseguía su mujer. Los dos trabajaban en unparque zoológico. Su mujer quería pegarle y él encontró refugiodetrás de un león para poder escapar a sus castigos. Su mujer notenía miedo de los leones, por lo tanto, iba directamente hacia él,haciendo caso omiso del león que allí se encontraba protegiendo asu marido. Arrogante y amenazante, tumbó al león y descubrió asu marido temblando detrás. Entonces se levantó corriendo y fue arefugiarse detrás de un elefante. Como su mujer tampoco teníamiedo del elefante, desesperado, ya no sabía dónde escondersepara estar protegido. Pero de repente la Providencia llego en suayuda. Ella vio como salía un ratón de un agujero que atravesó elparque a toda velocidad. La mujer de Lariflette, asustada a morir,soltó a su marido que acababa de atrapar y empezó a huir a lacarrera con gritos de desesperación. Chillaba: ¡A mí, a mí!Abriendo una enorme boca, en su huida. Lariflette estuvo muyorgulloso de sí mismo, por haber vencido. Ni el león, ni elelefante pudieron asustar a su mujer, pero el pequeño ratoncillo lohabía podido conseguir
 
Nos preguntamos ¿Porque la mayoría de las mujeres tienetanto miedo de los ratones y de las ranas? Tengo una amiga enBulgaria, que es terriblemente valiente. Cuando desea discutir conalguien, no hay quien se le resista. Es realmente brava. Sinembargo tiene una debilidad. Cuando una mosca empieza a giraren su entorno en la calle, se pone a chillar desesperadamente, yhuye locamente, en todos los sentidos. Es capaz de tirarse debajode un coche, para poder escapar a este peligro imaginario, que leda miedo. Pierde literalmente la cabeza y la razón por una abeja, oun insecto cualquiera. Le he hablado en numerosas ocasionessobre este tema, explicándole como puede ser de ridículo sucomportamiento en estos momentos. Pero nada que hacer.Si estudiamos la cuestión, podemos constatar que talesmiedos provienen de un pasado del que lo resiente, o de la que loresiente. Ciertamente esta amiga tuvo que ser picada con muchodolor en por un insecto y así guardo un recuerdo que permanecióvivo. Este reflejo de terror quedo gravado en su sistema nerviosoy es muy difícil de hacerlo desaparecer.Porque todas las mujeres o - casi todas – ¿Tienen miedo delos ratoncillos? Debemos suponer que esto viene de muy lejos, deotros tiempos, cuando vivían en el Paraíso. Si estudiamos elmiedo, podemos constatar que paraliza la inteligencia y perturbamucho el sistema nervioso y el corazón. Todo estalla y seencadena en la persona que lo tiene y sufre del miedo. En lugar desalvarse, se precipita en los lugares más peligrosos. Se tira alfuego. Puesto que el miedo “paraliza” toda reflexión e incluso elcuerpo, lo mejor que podemos hacer es no hacer nada en absoluto,cuando aparece, por lo menos durante el primer momento,reflexionar, calmarse.La inteligencia estando paralizada en ese momento, sedesatan otras facultades. Por ejemplo, hemos constatado quequien tiene miedo se pone a actuar, y en estos momentos cometeacciones privadas de sentido y de la lógica. Como así le sucedió al pasajero de un transatlántico en peligro que, una vez el peligrohabía pasado, se encontró con gran estupor suyo en el mismopuente del barco, teniendo en sus manos un plato que contenía unpollo asado que ciertamente durante el terror, fue el mismo abuscar a la cocina.A menudo el miedo paraliza los brazos y las piernas, y elhombre que así reacciona ya no puede actuar por sí mismo, lo quees muy grave. En general el miedo, no es que sea muy violento;tenemos la movilidad de las piernas y podemos huir, como así lohacen los animales. Para vencer verdaderamente el miedo, nodebemos darle la posibilidad de actuar. Debemos permanecerunos momentos inmóviles e inmutables interiormente. Todo elsecreto está ahí. En este momento, dominamos las células delcuerpo y ellas obedecen. Podemos ordenar al corazón, al sistemanervioso. Todos los miembros que tiemblan pueden ser calmados.Debemos hacer una honda respiración, que lo apaciguará todo, através de la voluntad consciente y después solamente, nos damoscuenta de lo que debemos hacer.Todo este proceso puede realizarse en algunos segundos.Después, todo lo que llevaremos a cabo será sensato yprovechoso. Pero si dejamos que nuestros miembros haganmovimientos desordenados, después no podremos calmarlos.Todo acontece como si hubierais abierto las puertas a las fierasdel parque zoológico. Después os será muy difícil hacerlas entrarde nuevo dentro de sus jaulas. Si dejáis que vuestros miembros seagiten, después no conseguiréis calmarlos. Mientras al contrario,si ponéis otros reflejos voluntarios en el lugar de esta agitacióndesordenada, os podréis calmar y todo irá bien.Aquí, hay tantos cañones de D.C.A.(
cañones antiaéreos de lasegunda guerra mundial, el Maestro está hablando en plena 2ª guerra mundial, año1944
)cerca de casa que sin cesar nos despiertan bruscamente todala noche y el corazón se pone a palpitar. A cada detonación,sentimos una gran sacudida, pues en nuestro sistema nerviosotodo esta desordenado y esto nos perturba todas las noches. Para hacer frente a este brusco despertar de todas las noches, debéisponer dentro de vosotros cada noche antes de acostaros elpensamiento de que, incluso cuando haya detonaciones terribles,el sistema nervioso no se agitará, puesto que ya estará prevenido.Este pensamiento trabajará en el subconsciente y embotará,apaciguará, los ruidos insoportables para el sistema nervioso.Al principio de un bombardeo, como nadie se espera lacaída de bombas, su explosión nos sacude violentamente. Cuandoya sabemos que podremos soportar el ruido, ya no estamos tanaturdidos. Suponed que habéis puesto la alarma de vuestrodespertador, estáis ya advertidos de que sonará, y así, ya no estáistan aturdidos cuando suena por la mañana. Este ruido ya os parecemás desahogado. Pero si habéis preparado el despertador sinprestar atención y se pone a sonar cuando menos lo esperáis,estáis tan perturbados que vuestra agitación tardará más encalmarse. Sucede lo mismo, cuando en la calle, un amigo llegabruscamente y pone su mano en vuestra espalda y os hace saltarviolentamente, pues no lo esperabais. Hoy vivimos ¡muysensibles! Debemos pues estar preparados. Antes de dormiros,pensad que probablemente habrá sacudidas, bombardeos muycerca de nosotros. Si la voluntad no la ponéis en acción, entoncespuede producir en vosotros sacudidas violentas que quizás nopodéis soportar.Dejadme que os cuente una experiencia que hice. Por reglageneral cuando me encuentro fuera de casa cuando la D.C.A. estátirando cañonazos, actúo con tranquilidad y confianza. Inclusiveme he encontrado a veces volviendo de la estación en el caminode casa que los obuses caen por todos los lados y no siento ningúntipo de temor, os lo digo con toda sinceridad. Pero, un día, y sinsaber por qué, decidí ponerme a ir deprisa, al oír los tiros de loscañones. Así pues, me puse a correr para poder evitar lasexplosiones que caían a mí alrededor. Caían por todos los lados.Mi rapidez desencadenó, contra mi voluntad, células miedosasque me hicieron poner a salvo con precipitación, constatando queun miedo instintivo se estaba apoderando de mí, que me impedía ser dueño de mis actos y reflejos, y estos aumentaban a medidaque avanzaba corriendo por la calle. Entonces, me detuve,indignado y descontento conmigo mismo, llame a mi propiavoluntad para que me ayudara a calmarme. Así lo conseguí, perocon mucha dificultad.Esta experiencia me reveló lo que os estoy explicando hoy.Cuando me puse a correr, disparé el miedo que se encuentraadormecido en cada ser. Se trata de un miedo irreflexivo, perocuando lo dominas, entonces no se vuelve a despertar. No creáisque los hombres llamados valientes no sean miedos y temerosos.Un día entendí que el miedo se encuentra en el interior de todaalma humana y es por eso que es el mayor enemigo del progreso,el mayor obstáculo y peligro en que podéis encontraros.Podéis pensar que el miedo no es nada. Pero cuando lobuscamos, la encontramos en el fondo de cada cosa. La cobardía,el egoísmo, la maldad, la vanidad, todo viene del miedo. Los hayque dicen que no tienen miedo de nada, pero tienen miedo de sumujer; tienen miedo de morir de hambre, temen las críticas de laopinión pública, de los amigos, o de la sociedad. Todos tienenmiedo del ridículo, o miedo por su vida, o por el estomago, porsus amigos, por sus riquezas, por su salud, sus bienes, su belleza.En particular es del ridículo que la mayoría tiene miedo.Os contaré la historia de Nastradine Hodja
(Mulla Nasrudin)
,cuando un día quería ganar mucho dinero. Y encontró el sistema.Se presento delante del rey y le dijo: “Señor su majestad, deme laposibilidad de viajar por todo su reino, y escriba para mí, en unahoja de papel con su sello real, que nada puede oponerse a mipaso y que todos aquellos que encuentre que tengan miedo, debenpagarme un céntimo de multa. En aquella época un céntimo, eraya una suma importante. El rey pensó que esta suma no era muyimportante y aceptó. Nastradine Hodja salió, provisto de susalvoconducto real. Al cabo de cierto tiempo regresó, a la cabezade una gran caravana de camellos. Fue a encontrar el rey y le dijo:“He viajado por todo tu reino y no he encontrado a ningún hombre que no fuera miedoso. En consecuencia y enagradecimiento os vengo a entregar el diezmo de mis ganancias.Recorriendo todo el reino he encontrado a una mujer que es lapersonificación de la belleza y os la he traído como regalo enprueba de agradecimiento” Oyendo estas palabras el rey se asustóe inclinándose hacia Nastradine Hodja le susurro a su oído,“¡Cállate! No hables tan alto, que no te oiga la reina y ténganosproblemas- ¡Ah! Respondió Nastradine Hodja, ve su majestadcomo también tiene miedo. ¡Deme Vd. también un céntimo!”.El rey tuvo que pagar también como todos los demás. Tuvomiedo de la reina que se encontraba cerca de él. Todos susapetitos se habían despertado en el con el pensamiento de labonita mujer que le ofrecía Nastradine Hodja y el temor de que sise enteraba su mujer la impediría su bella aventura. NastradineHodja considero que también el rey tenía que contribuir comotodo el mundo y no dudó en reclamar su paga.Esta historia de Nastradine Hodja me recuerda la de Balzac.Balzac presumía de conocer bien el corazón femenino, y de poderdecir inmediatamente, solo viendo a una mujer como había vividodesde su nacimiento. Girándose hacia una dama, en el salón endonde estaba hablando de este don que tenía, Balzac le dijo:“¿Desea, querida Señora, que le dé una prueba de este don queposeo?” Asustada, la señora le respondió: “No hable tal alto, porfavor no hable tan alto, Señor Balzac.” Como veis pues todo elmundo tiene miedo.Hubo incluso generales que se lanzaban sin miedo a lasbatallas y que después temblaban delante de un cangrejo, inclusocuando ya estaba cocido y bien rojo. Otros tenían miedo de lasarañas. Ya no hablo de las serpientes, pues casi todo el mundo lasteme. Para vencer este terror, es costumbre en Bulgaria de pasearpor todos los sitios serpientes a fin de que todo el mundo lastoque, las acaricie. Esta sensación de de quedarse helado debe servencida. Cuantas veces, los alumnos se han burlado de suprofesor haciéndole el regalo de una cajita de donde salía, cuando  
a abrían, un ratoncito, o una lagartija o cualquier animaldestinado a hacerle tener miedo.Vencer el miedo es toda una ciencia. Lo que os acabo dedecir puede pareceros infantil, pero la cuestión es más profundade lo que os podáis imaginar. Para los Iniciados, lo más difícil enel trayecto de la Iniciación, es encontrarse cara a cara con elespíritu que produce el miedo. Este espíritu se le llama “ElGuardián del Umbral”. No deja pasar a nadie. Para vencer suguardián del umbral, se requiere estar provisto de conocimientos,conocer los remedios y sobretodo poseer el amor. Nada puedevencerlo salvo el amor. Eh aquí porque el Maestro, que conocía laprofundidad de esta cuestión y que sabía en frente de que peligrosse encontraba el alma humana, nos dio una formula. Entraba en lasala diciendo: “Sin miedo y sin oscuridad”. Los discípuloscontestaban “Con amor y luz”, ya que el amor es el vencedor delmiedo y la luz de las tinieblas. El Maestro sabe que todos lospeligros y todos los obstáculos se pueden resumir en dos palabras:miedo y oscuridad. Todos los fracasos dependen de esto.Imaginaros lo extensa que sería la cuestión si tuviéramosque estudiar el miedo a través de los siglos, en el transcurso de laevolución, bajo el punto de vista esotérico. El miedo ha cambiadoen el transcurso del tiempo. Ya hemos dejado de tener miedo aciertos espíritus que en un “pasado” aterrorizaban a los humanos,pero tenemos miedo de otras cosas que los Antiguos no conocían.Cada siglo nos trae con él un miedo particularmente nuevo. Esesta una cuestión muy importante. De todas formas debemoshacer todo lo posible para vender el miedo.¿Porque la gallina, que es pequeña, no tiene miedo de unanimal diez veces más grande que ella? Cuando tiene pollitos quedefender, se hincha y se lanza sobre los enemigos que la atacan oque ella cree tener que atacar. ¿Porque la perra se vuelve unatigresa cuando se trata de defender a sus cachorros? No se hallegado a encontrar mejor remedio contra el miedo, que el amor.Si amáis, el miedo desaparece. El conocimiento disminuye 
igualmente el miedo, pero no es nunca tan eficaz como el amor,pues el miedo es instintivo. El amor estando profundamenteenraizado en los instintos, es capaz de combatir el miedo.La luz que está en la inteligencia se encuentra un pocoalejada del instinto. Así pues no es gracias a las explicaciones nilos razonamientos como podemos vencer y dominar un instinto,es a través de otro instinto que lo conseguiremos. Puede sucederque la razón apacigüe el miedo, pero el resultado final no esseguro. Tocad el corazón de alguien, haced aquello que ama y setirara al fuego por vosotros. Si le habláis a través de la lógica, noobtendréis ningún resultado y su miedo subsistirá. Una jovencuando descubre que alguien está en peligro. Duda si debesalvarlo. Pero si se da cuenta que es su bien amado, ella estarádispuesta hacer cualquier esfuerzo para salvarlo.Si os creéis que pasareis así, sin problemas, al encontraroscon el miedo en la Iniciación, os equivocáis. Todos deben vencereste espíritu y vencerlo. Es necesario pues, aumentar el Amorhacia Dios, el Maestro, la Enseñanza, se requiere trabajar con laayuda de la voluntad, de la pureza y la justicia, y el miedodesaparecerá. El miedo tiene ordinariamente su origen en laignorancia de la extensión de la vida. Todo el mundo ha sidoinstruido de esta manera, los hombres creen que después de lamuerte física, no tendrán ninguna otra existencia. Todo se basasobre el miedo, sobre la falta de fe. Cada quien intenta salvaralguna cosa, a prolongar y conservar lo que posee. Los que nocreen en la extensión de la vida, en el más allá, la inmortalidad delalma, tiemblan por la mas mínima cosa. Los que creen que hayotra existencia y que somos inmortales, tienen menos miedo. Espor esta razón, que nuestra enseñanza hace disminuir el miedo,dando a los seres otra convicción relativa, de la vida en el másallá.¿Porque los Hindúes no tiene miedo de marcharse, deperder sus vida? Esto les da lo mismo, pues han sido educadosdesde hace muchísimo tiempo y creen en la existencia del alma Los Japoneses, como los Orientales, inclusive desprecian a lamuerte. No tienen este miedo que reina en Europa donde loshombres más civilizados, tienen miedo y tiemblan por su piel.Para salvarla
(su piel)
, cometen toda clase de errores, falsedades,crímenes. Venderían hasta su padre. Y es justamente, para salvarsu piel, ¡y qué piel! No dicen “que vieja piel”, pues, a menudo, nivale la pena salvarla.El miedo es un enemigo muy grande, que se debe vencer. ElMaestro dice: “Trabajad sobre vosotros mismos, disminuiros avosotros, a fin de liberaros de estos sentimientos”. El método queos voy a dar, el secreto de esta pequeña charla, es el de unirse a laProvidencia Divina. En lugar de dejarse ir y hacer movimientosbruscos, que precipitaran el miedo difícil de dominar, es necesariounirse a la Providencia Divina y esta unión paralizará el miedo,aclarará la inteligencia, y os dará la libertad de acción. En lugarde lanzarse en precipitaciones, de pronunciar palabras insensatas eincoherentes, lo primero que debéis hacer es establecer esta unióncon Dios. Es como si se tomara un calmante. La luz aumenta, eldominio de sí mismos también, y la claridad se manifiesta envosotros.La idea de la Providencia está unida a las células situadas enla parte más alta del cerebro. Son células que dan su acento, suimpulso. Probadlo y lo constatareis. Cuando os encontréis frenteun gran peligro, no olvidéis que lo que debéis hacerinmediatamente, es quedaros inmóviles, no hacer movimientos; es justamente en este mismo momento que debéis uniros a laProvidencia Divina. La tercera cosa es utilizar la luz que se haceen vosotros y que nos aclarará en cuanto a la dirección quedebemos adoptar para la salida.El Maestro dice: “Esto no significa que no haya peligros enla vida. Los peligros existen, lo que sucede es que el hombre nocae en ellos más que cuando transgrede las leyes razonables de lanaturaleza. Mientras que esté en armonía con estas leyes, ningúnpeligro existirá para el.” Lo que es extraordinario, es ver como el miedo aumenta amedida que aumentan el número de transgresiones cometidas. Laprueba la tenéis en que el primer hombre no tenía miedo de nada.Mientras Adán vivió en los límites de la ley del amor y de lapureza y que escucho a Dios, no tuvo nunca miedo. La primeratransgresión, introdujo el miedo en el alma humana. El origen delmiedo es pues el pecado. Fuera de esta, no encontrareis ningunaotra explicación. Cualesquiera que sean las explicaciones de lossabios y de los psicólogos, nada en ellos prevalecerá más quecuando no se ha hecho ningún mal, solo entonces no se sienteningún tipo de miedo. Cuando se transgreden estas leyes, ya seaen el presente, como en el pasado, se tiene miedo, se es miedoso.Si queremos vencer el miedo, se debe vivir una vida exentade pecados, de faltas, de transgresiones. Solo entonces, no setendrá miedo de nada. De la misma manera no se temerá a ningúnanimal, ya que el Maestro, tanto como la Kabala, explica que enun principio, el hombre poseía una fisionomía Divina, cuyosrasgos eran tan armoniosos, remarcables y potentes, que todos losanimales veían en él la imprenta divina sobre su cara y leobedecían. Después que el hombre perdió esta imagen, losanimales empezaron a reírse de él. Le dijeron: “No tenemosmiedo de ti puesto que eres débil y que has transgredido las leyesdel amor.”Suponed que un discípulo desea restablecer su purezaprimordial. A partir de este momento, todos los animalesempezarán de nuevo a obedecerle, a someterse a él. Y lo mismosucederá en cuanto a los hombres. Cuanto más se viva una vidapura, siguiendo las leyes sin transgredirlas, mas se respetan loshombres y empiezan a resentir un miedo sagrado delante de ellos.Mientras que más nos demos a los pecados y a las debilidades,más se ríen de nosotros y nos faltan al respeto. Nos volvemos elhazme reír de los niños. Si reflexionáis en estos hechos, os daréiscuenta de la verdad que se esconde tras ellos  
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Que no os sorprenda que los otros no os quieran, que no osrespeten, que no tengan miedo de vosotros. No hablo aquí delmiedo que se puede sentir delante de un asesino o de unaserpiente venenosa, sino mas bien del miedo que es sagrado,cuyas Escrituras nos dicen: “El miedo a Dios es el principio de lasabiduría” Solo existe un miedo legitimo y bienvenido que sedebe tolerar en sí mismo, es el miedo a Dios. Ningún otro temorestá permitido. Ninguno mas debe invadir el alma humana.Si tenemos miedo de morir de hambre o de sed, si tenemosmiedo de la opinión de la muchedumbre, no somos un discípulo.Si tenemos miedo del rayo cuando truena y cae, no somos undiscípulo. El discípulo solo teme trasgredir las leyes, pues en estemomento nada puede salvarlo, más que la reparación de la faltaque ha cometido. Aquí no se puede contar con la indulgencia, nicon el favoritismo de los suyos. No hay ayuda para nadie, todoslos seres se encuentran iguales, inclusive los santos. LosIniciados, incluso ellos son castigados cuando transgreden la ley.Inclusive lo son más severamente que los hombres ordinarios,pues ellos conocen más cosas y han sido instruidos sobre estasconsecuencias.Un día, el Maestro dijo delante de los Hermanos biensorprendidos: “Sabéis que yo, vuestro Maestro, no tengo derechoa cometer la mas mínima infracción de las leyes, por pequeña quesea. Estoy obligado a vigilar y estar atento sobre todos mis actos.Si transgredo las leyes, me volveré un carbón y me meterán bajola tierra.” Si un Maestro como el nuestro, que ha hecho tantascosas magnificas, corre el riesgo de ser castigado de esta manerapor una falta, con más razón a los seres como nosotros, nos caería¡la severidad del Cielo! “¿Acaso pensáis que yo puedo hacer loque me plazca? Decía el Maestro. No en absoluto.”Observaros y constatareis que en el transcurso de los días,de las semanas y de los meses cuando empecemos a caminarsobre el camino de la verdad, vuestro miedo disminuirá, vuestrocoraje aumentará y sobretodo, vuestra fe aumentará al mismo tiempo que la esperanza, que el éxito, crecerá en vosotros. Cadadía estaréis más animados para hacer esfuerzos. Mientras quecuando transgredís las leyes, vuestra fe disminuye, os sentís masdesanimados y dejáis de tener confianza en vuestra fuerza.Empezáis a sentir que os empiezan a pisotear.Otro pensamiento profundo es que el miedo atrae lospeligros. Observad la cadena de los hechos. El pensamiento deque se comete una falta, unida al sentimiento y a la accióncorrespondiente, introduce el miedo. El miedo una vez ha nacido,atrae el peligro. Mientras que el pensamiento justo correcto, unidoa los sentimientos y a los actos buenos, expulsa el temor, aumentala fe y la confianza, y aleja los peligros. Esto es una verdadabsoluta. Analizad los hechos y podréis constatar que digo laverdad. El miedo atrae los peligros. Para expulsarlos, no esposible actuar directamente sobre ellos. Es liberándonos delmiedo que lo conseguiremos. Para liberarse del miedo, debéistrabajar con la luz y el amor y embarcaros en una vida verídica,conforme a las leyes. No existe otro método. La enseñanza puedeliberarnos de muchas cosas, si la seguís tal como os latransmitimos. Os trae las llaves de los estados en que sufrís.Os deseo que sigáis la Enseñanza en su plenitud y de ponervuestra vida en acorde con todas las leyes. Entonces, conoceréisel pleno equilibrio en una confianza estable e iluminada.Acordaros que el ser humano no huye porque tiene miedo,tiene miedo porque huye.Que el cielo os bendiga
04.06.2013 18:45

 
Los desánimos, las debilidades, las flaquezas, los desmayos,nos asaltan continuamente, aunque esto, no representa nadatodavía. Podemos estar muertos uno o dos días, y despuésresucitar. El mejor arte que podéis manifestar es de saber cómoanimaros a vosotros mismos, pues nadie es más fuerte que unomismo para ayudarse. El hombre a veces, está construido, deórganos, de tejidos muy débiles y esto se puede reconocer muy amenudo por la simple apariencia. Los tejidos débiles sedesaniman fácilmente. Hay, en efecto, tejidos tan duros, comoaquel trozo de carne que quería cortar el célebre Lariflette
(personajede dibujos animados, que representa a un padre de familia)
en donde se rompiósu cuchillo. Después quiso hacer de él una suela de zapato, peroincluso allí los clavos se torcieron dentro y finalmente, tuvo quetirarla. Hay dos clases de carnes: unas tan dulces y tiernas y otrastan extremadamente duras. Las primeras son las que conocen muya menudo, los descorazonamientos, los desánimos, las otras, no.Las primeras pertenecen a las personas que parecen piedras quegiran, y después se paran. Debemos darles de nuevo otra patada,para que se pongan de nuevo a girar. Para llevarlas hasta la cima,debemos darles patadas, empujones de forma sucesiva, hasta quelleguen hasta arriba, y allí, ellas se quedaran inmóviles.El espíritu es eterno, poderoso, es él que debe ayudar a lapersonalidad. Esta representa el sexo débil; el espíritu, es elhombre que ayuda a la mujer, que le dice: “Vamos, avanza todavía un poco mas.” Si dejamos la personalidad trabajar sola, alcabo de dos días, todo habrá acabado. Si el espíritu no abandonala personalidad, ella podrá vivir miles de años, tan pronto laabandonará, ella morirá. Debemos ayudar siempre a lapersonalidad, cuidarla, reforzarla, por la presencia del espíritu. Elespíritu no debe nunca abandonarla a si misma.* * * * * *Todos los seres humanos conocen el desánimo, ya seaobservando a las personas, ya sea constatando, que les han sidocolocados obstáculos en su camino. Cada quien tiene mil razonespara estar deprimido o descorazonado, pero el arte consiste enempezar de nuevo sin cesar de trabajar animadamente. Si nopodemos fabricar la piedra filosofal dentro de sí, no tieneimportancia. Solo los alquimistas que conservan el fuego interior,llegan a vivir mucho tiempo debido a esto. No dejan de soplarsobre el fuego sagrado. Los verdaderos alquimistas no sedesaniman; mientras que los que lo son solo por curiosidad,pronto paran de trabajar; ¿Para qué sirve intentar soldar dos cosas juntas, que siempre se separan?Se deben casar, unir los dos elementos antagónicos, a fin eque den nacimiento a un hijo. Debéis unirlos a la fuerza,calentarlos. La preparación de las condiciones necesarias, paraque esta unión se vuelva posible, es la historia más larga quedeberéis llevar a cabo, la más difícil que se conozca. Cuando sesabe despertar la atracción entre estas dos materias, acto seguido,nace el hijo. El alquimista entonces debe cuidar este hijo, que sevolverá tan fuerte y grande, que podrá modificar todos losmetales. Los alquimistas se parecen a la madre. Se requiere paraesto la paciencia más grande. Sucede lo mismo para el espíritu humano. Existen dos materias antagónicas en nosotros y debemosreconciliarlas. Esta reconciliación permitirá transformar lascondiciones de la vida en oro. Las dos materias están en nosotros;¡Cuántas veces intentaremos ponerlas en contacto una con la otra,pero el esfuerzo es en vano!¿Cómo conseguirlo? Gracias a la esperanza absoluta, loconseguiremos un día, a través de una fe inalterable en lospoderes que Dios ha puesto en nosotros. Por el amor en estascosas. Por la voluntad que debemos ejercer cada día. Por estoscinco elementos: esperanza, fe, amor, paciencia, y voluntad, loconseguiremos, pues la paciencia nace del amor y de la fe, elsaber, el conocimiento vendrán después por la voluntad.Palpando, probando, leyendo, descubriremos como actuar,escucharemos dentro de nosotros la voz de la sabiduría. Si estascinco cualidades faltan, no podremos llegar hasta el final, pormuchos libros que leáis que traten de este tema. Estos cincoelementos, son el pentagrama.Sin la voluntad, sin la paciencia, no hay nada que hacer.Estas son las cinco virtudes más necesarias. La sabiduría, el saber,no son una virtud, pero un resultado, una riqueza. La pacienciadepende de nosotros. Si queréis ser pacientes inmediatamente,esto depende de vosotros; pero el saber no puede seré adquiridoen un instante. Es algo que debe surgir, emanar de vuestroespíritu, es alguien que os lo da, mientras que la pacienciadepende de vosotros. Entonces, si deseáis actuar, esto depende devosotros. Pero el saber vendrá solo a causa de las virtudes puestasen acción, y cuando llegue, sabréis como trabajar.Esta es la razón por la cual el Maestro nos dice que estamosexpuestos al descorazonamiento. Empezamos, trabajamos y todo y así no lo conseguimos. Yo mismo tengo importantes problemasque resolver y así muchas veces me desanimo también; peroempiezo de nuevo y me animo de nuevo, practicando el arte queel Maestro me ha enseñado. Moisés, Mahoma, Jesús llegaron asentirse muy desanimados, en ciertos momentos de su vida. Nodijo Jesús a sus discípulos; “¿Hasta cuándo os tendré que soportarraza ingrata?” También, pienso en ellos y en el hecho que se debeconocer la ciencia que nos enseña el Maestro: que la personalidadse desanima fácilmente, y no podemos obtener nada así de un sologolpe, que hay ciertas cosas que son lentas para ver sus resultadosy que debemos tener paciencia para esperar que aquellos aquienes instruimos, comprendan y acepten una enseñanza, y quedebemos amarlos a pesar de sus debilidades; todas estasreflexiones que me hago, me dan ánimos para proseguir.Si estamos desanimados por la actitud de los otros, debemosponernos a amarlos. Si estáis desanimados por vosotros mismos,debéis esperar y creer, tener fe. No es por el amor, quecambiareis vuestro propio desanimo pero, si este proviene de losotros, será amándolos que lo disipareis.Esperanza, fe, amor, voluntad, paciencia, he aquí lasvirtudes que pueden restablecer el coraje en vosotros, cuandollega el desanimo. Suponed que os sentís muy desanimados; ¿cuáles la virtud que os dará coraje? La fe. La voluntad. La esperanza.Cuando tendréis la fe, restableceréis la voluntad y la esperanzallegara enseguida. Si el descorazonamiento proviene de los otros,deberéis llamar a la paciencia y amareis a aquellos que osquitaban el poder de actuar. No hay nada que pueda resistirdelante de estas cinco virtudes, dice el Maestro. Podéis si queréisdarles otros nombres: bondad, justicia, amor, sabiduría y verdad
Estos nombres son la traducción de las otras. La bondad es lavoluntad, las dos son físicas, la paciencia, es la justicia. ¡El amor,sigue siendo el amor! La sabiduría y la verdad, son la fe y laesperanza que vienen a ser casi la misma cosa, pero una en elplano espiritual y la otra en el plano físico. (
Consultar en la web, secciónTalismán – Las siete invocaciones divinas-. Si lo practicáis en voz alta o media voz, veréis losgrandes resultados que conseguiréis
.)Sabiduría, es saber lo que es la verdad, pues, la sabiduría yla verdad se transforman a menudo en una o la otra. Sabemos loque es verídico, mientras que ignoramos lo que es real. Las cincovirtudes pueden crear otras cinco, ellas tienen disfraces y gracias aestos, pueden introducirse por todos los sitios. Citadme algunacualidad y os diré que la misma corresponde a la rama de una deestas cinco virtudes fundamentales. Analizándola, y clasificándolasegún sus manifestaciones, su naturaleza, constatareis que es hijade una de estas cinco virtudes, son madres de todas las demás.Podemos así clasificar todas las virtudes humanas. Podemostambién hacer transposiciones. No os sorprendáis que podamosencontrar siempre cinco, siete, diez o veinte virtudes, pues todastienen la misma raíz. Ellas manan como los ríos, puede que llevennombre diferentes, pero su origen es siempre el mismo.Tengamos la misma confianza de las hormigas y las abejas.Observaremos pensando en estos insectos, como nos están dando continuamente un ejemplo de seres incansables. Nunca se ha vistouna hormiga descorazonarse. Las abejas tampoco se descorazonannunca. Las células de la sangre, no se descorazonan nuncatampoco. Nunca paran, ni interrumpen su trabajo. Las célulasignoran lo que es el cansancio, salvo cuando el espíritu lasabandona, pero en este momento es que el hombre ha muerto.Cuando el hombre está herido, enfermo, las células de la sangrecontinúan su trabajo, a pesar de que las otras células, éstas si sedesaniman, pero las de la sangre nunca. Las células de la sangre, osea las del corazón, no paran nunca. Es por esta razón que se diceque el corazón es superior al cerebro que es egoísta y calculador.A menudo el cerebro dice: “Descansemos un poco, dejemostrabajar los otros” Pero el corazón dice lo contrario: “Cuandotodos descansan, yo permanecerá vigilante sobre mis hijos, loslavaré, los purificaré, no los abandonaré nunca.” El corazón es laúltima instancia del amor, del sacrificio
04.06.2013 17:58

En el momento que abandonamos esta tierra, debemos reconciliarnos, es decir estar en armonía con todas las criaturas. Y si hayalgunas con las que estamos en conflicto, no debemos permitir que dure esta situación, sino hacer también las paces con ellas. Sino, esto se grabaráen nosotros como una deuda a pagar. Y nos la llevaremos al más allá

 
 
El coche o el barco, es tu cuerpo,éste eres tú, tu y todo lo que has aprendido de la vida que te dará una ciertaseguridad, pero tener el seguro de accidentes a mano, es muy importante. Diréisque para el mas allá no hay compañías de seguros, y yo os digo que sí. Cuandodebéis asegurar vuestro barco, se debe pasar lo que se llama un Survey primero.Si, el Survey que viene a ser un certificado de navegabilidad cuando es aceptadoentonces te dán el seguro de accidentes. Y preguntareis que quien da estecertificado de navegabilidad? Pues a mí me lo ha dado la enseñanza de la reencarnación. Una vez has pasado este tipo de reválida o survey, o comollamamos en España la ITV para los coches, entonces podremos salir de viajecon el Seguro en los bolsillos. Si, el seguro que el Maestro nos acompañara eneste transito tan maravilloso que es el misterio del Gran Viaje al más Allá. Yademás con billete de retorno pagado. Billete que según tus meritos o esfuerzospuede ser en
furgón de cola
o clase Turista o Club, Business o primera Clasecon cabina de Lujo. De ti solo dependerá.
hecho esto posible?. Pues para mantenernos el mayor tiempo posible aquí!Diréis que la naturaleza no ha engañado siendo ella misma quien crea las otrasregiones y las otras existencias en las cuales iremos después de esta vida? Puessi así es nos guste o no, y el Maestro nos dice que esto viene a ser una pruebamás de su sabiduría y prevención. Pues de no ser así a lo mejor decidiríamosmarcharnos mucho antes, pero lo habríamos sin haber cumplido nuestrosdeberes y esto sería un fallo imperdonable.Que la muerte no existe, podéis estar seguros que sí existe. Que del otrolado se está mejor podéis estar cien por cien seguros de que es así. Pero tambiéndebéis estar bien seguros que solo nos iremos el día señalado, ni un minuto antesni un minuto después y debemos procurar que cuando llegue este minuto quepuede ser en cualquier momento, tenemos que estar bien preparados pues así como os digo y os afirmo que el viaje es una delicia, también os digo que si noestáis preparados, puede ser un viaje bien accidentado y esto puede ser dolorosoen todos los aspectos.Entonces, si de una cosa debéis tener miedo, es de tener que marchar undía sin tener vuestro barco bien preparado y el seguro en orden. De no ser así,vuestro barco puede naufragar. Y allí en alta mar, quizás solos deberéis esperaralgún auxilio de alguna alma bondadosa que os lleve de nuevo a tierra, en billetede turista y algo incómodos para volver a empezar todo de nuevo, vuestrotransito en esta vida, habrá sido TIEMPO PERDIDO. O un fracaso.Pero sabed como dice el Maestro y no al 100% sino al 1000%, que siestáis preparados os espera un viaje fabuloso, emocionante, esplendoroso, unviaje de ensueño. Pues será un Ángel, el Ángel de la Muerte que os vendrá abuscar y no os dejara hasta el final del Gran Viaje. Y allí en otro mundoparecido pero más bello, todo igual pero más puro, volveréis a empezar unanueva vida y después de esta otra todavía mejor y después otra mejor en dondeos iréis preparando instruyéndoos para vuestro retorno glorioso, pues de lo quetenéis que estar más que convencidos es que volveréis. Aquí en este mundo o enotro igual parecido o mejor, esto ya dependerá de vosotros, pues en todos lossitios deberéis hacer vuestros esfuerzos, la evolución nunca se termina. Lapredestinación del hombre, su predestinación lejana, es llegar a ser como suPadre celestial, acercarse cada día más a su sabiduría, a su amor y a su poder y amanifestarlos en sus vidas. Está escrito que somos dioses en formación.

¿Qué es la Ciencia Iniciática?

Si hemos bajado a la Tierra es, en primer lugar, para cumplir con las deudas que hemos contraído en nuestras encarnaciones precedentes. Después debemos comprender la situación en la que nos encontramos actualmente. Y, por último, debemos trabajar para perfeccionarnos en todos los ámbitos. La mayoría de los humanos no conoce la razón de su vida en la Tierra, e incluso se preguntan qué hacen en ella y, mientras esperan para marcharse de nuevo, se contentan con comer, beber, dormir, divertirse, pelearse… Pero para el discípulo de la Ciencia iniciática, todo está claro: sabe que debe reparar los errores cometidos en sus vidas precedentes. Luego, intenta comprender por qué está en tal país, en tal familia, por qué posee tales facultades o tales lagunas y lo que se espera de él. Por último, se esfuerza en desarrollar todas las semillas de las cualidades y virtudes que el Creador ha puesto en él desde la eternidad. Por eso es tan indispensable una Escuela iniciática, porque no hay nada por encima de la luz que aporta al discípulo sobre el sentido de su vida terrestre. 
 No por leer libros iniciáticos llegaréis a ser Iniciados. La iniciación es un trabajo ininterrumpido de organización, de purificación, de control. Por eso, lo que ocurre actualmente, este interés que se observa cada vez más por las obras de ocultismo, no responde en realidad, a la necesidad de una verdadera espiritualidad, sino al deseo de sumergirse en un terreno desconocido, misterioso, prohibido. Además, se ven los resultados: estos libros no hacen que la gente sea más sensata, más equilibrada, más pura; al contrario, liberan en las personas fuerzas oscuras, trastornan sus ideas, las hacen víctimas de entidades inferiores que sólo buscan dañar a los humanos… 

… El objetivo de la iniciación es, en primer lugar, despertar la consciencia del discípulo a la existencia del mundo superior, y después trabajar para hacer de su cuerpo una morada para la Divinidad. Y esto es precisamente lo que hacemos en la Escuela Divina: despertamos nuestra consciencia al mundo divino y construimos nuestro templo con los materiales más puros para atraer al Espíritu Santo, con el fin de que haga de nosotros su morada. Este templo es el cuerpo de gloria, del que os hablé al explicaros cómo atraer las partículas celestiales que deben contribuir a su edificación. 
Se ha hablado y se ha escrito mucho sobre las iniciaciones, pues a lo largo del tiempo y en diferentes lugares de la Tierra éstas han adoptado formas muy diversas. En realidad, todas las iniciaciones, las del pasado y las de hoy, y sea cual sea el lugar, tienen sólo un objetivo: realizar la unión del espíritu y de la materia. Sí, un solo fin: la unión, la fusión del espíritu y de la materia, del hombre y de su Creador. Y si para alcanzar este fin único las explicaciones, las presentaciones son tan variadas y múltiples, es porque los conocimientos necesarios para realizar esta fusión son infinitos. Todos los medios que el hombre posee, todos los conocimientos que adquiere continuamente, debe ponerlos al servicio de un solo fin: unirse a la Divinidad, fusionarse con la Causa primera. Mientras busque otra cosa, no hará más que errar por caminos sin salida
En el pasado, el que quería ser admitido en una Escuela así era sometido a ciertos exámenes que debían revelar sus cualidades mentales y psíquicas. Se le encerraba, por ejemplo, en una habitación después de haber puesto ante él una figura geométrica (círculo, cuadrado, triángulo…) y debía interpretarla. Se le dejaba allí con un poco de agua y de comida, y algunos días después se le pedía que expusiera el resultado de sus meditaciones. En función de la interpretación que hacía de la figura, se le aceptaba o no en la Escuela. Ahora, las Escuelas iniciáticas están abiertas a todos, lo que, por un lado, es algo bueno, pues cada uno a su nivel puede, si es sincero, encontrar por lo menos una verdad que le permitirá progresar. Pero aquellos que, empujados por la vanidad, la codicia, la sensualidad, el gusto por los poderes, buscan otra cosa que no sea el perfeccionamiento, corren, psíquicamente, los mayores peligros.

El yoga de la nutrición

No es tan esencial saber qué o cuánto comer, sino cómo comer, cómo considerar el alimento, cómo hacer que el acto cotidiano de comer deje de ser banal y devolverle el significado místico que pudo alcanzar en la Santa Cena. Incluso aquél que no valora este aspecto espiritual comprenderá que, con su forma de considerar el alimento, puede penetrar más profundamente el misterio de las relaciones entre el hombre y la naturaleza. La naturaleza da el alimento al hombre, pero el hombre puede, con su pensamiento y sus sentimientos, extraer de este alimento elementos más sutiles que contribuirán al desarrollo de todo su ser. 
Comer es introducir en nuestro organismo materiales que se utilizarán en la construcción de nuestro cuerpo físico, pero también de nuestros cuerpos sutiles. Por lo tanto, es particularmente importante realizar este acto que repetimos cada día, varias veces por día, en un estado de paz y armonía. Por eso siempre insisto en la importancia de recogerse algunos minutos antes de las comidas. Sé que no es una costumbre muy extendida; la mayoría de la gente ni siquiera hace una oración: enseguida se lanzan sobre la comida, tragan hablando, riñendo, haciendo ruido con los cubiertos… Por eso no obtienen muchos beneficios del alimento, sólo absorben los elementos más toscos. Para absorber los elementos sutiles, los elementos etéricos que contribuyen a nutrir también nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, hay que prepararse para comer en la armonía y el recogimiento
Puesto que el hombre no sólo posee un cuerpo físico sino también otros cuerpos más sutiles, sede de sus funciones psíquicas y espirituales, la cuestión que se le plantea precisamente es saber cómo alimentar estos cuerpos sutiles, que por su ignorancia se quedan a menudo sin alimento. Sabe más o menos lo que debe dar a su cuerpo físico, pero no sabe alimentar sus demás cuerpos: el cuerpo etérico (o cuerpo vital), el cuerpo astral (sede de los sentimientos y emociones), el cuerpo mental (sede del intelecto), y aún menos los demás cuerpos superiores. 

…Para el cuerpo físico es necesaria la masticación. Para el cuerpo etérico hay que añadir la respiración; la digestión es una combustión…, por lo que, al comer, debéis deteneros, de vez en cuando, y respirar profundamente, para que esta combustión permita al cuerpo etérico extraer las partículas más sutiles del alimento. 

…Deteniéndoos algunos instantes con una actitud de amor hacia los alimentos, preparáis vuestro cuerpo astral para extraer partículas aún más preciosas. …Cuando el cuerpo astral ha absorbido estos elementos, tiene todas las posibilidades para suscitar sentimientos de un orden extremadamente elevado: el amor por el mundo entero, la sensación de ser feliz, de estar en paz y de vivir en armonía con la naturaleza. 

…Para alimentar su cuerpo mental, un sabio se concentra en el alimento, e incluso cierra los ojos para concentrarse mejor. Como el alimento representa para él una manifestación de la divinidad, se esfuerza en estudiarlo bajo todos sus aspectos: de dónde viene, qué contiene, qué cualidades le corresponden, qué entidades se han ocupado de él. Estando su espíritu absorto en estas reflexiones, extrae del alimento elementos superiores… De esta forma accede a una claridad, una penetración profunda de la vida y del mundo… 
El hombre come, todas las criaturas comen, pero ¿por qué? Dirán que es para tener fuerzas. Sí, pero ¿no hay otra razón? Todo lo que hacemos no tiene sólo una razón, un solo fin, y si comemos, no es solamente para mantenernos con vida y con salud… Mirad, ¿qué hacen las lombrices? tragan la tierra y después la expulsan. Haciéndola pasar de esta forma a través suyo, las lombrices trabajan la tierra con el fin de airearla, de hacerla más rica, más fértil. Pues bien, eso es lo que el ser humano hace también con el alimento. Por sus facultades psíquicas, espirituales, el hombre pertenece a un grado muy superior al de la materia que absorbe; así, al hacerla pasar a través de él, enriquece y afina la materia. Esta es una cuestión que merece la pena ser meditada.
Omraam Mikhaël Aïvanhov
 

 

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