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03.04.2013 18:36

Dios enciende el fuego del amor en los corazones de los elegidos, para que sus seres carnales se consuman. Una vez encendido, el fuego del anhelo nunca muere. Esa es la llama de la que el Profeta dijo: "Cuando Dios quiere el bien de su siervo, Él Kin ... DALE una luz de la fe en su corazón." Cuando le preguntaron cuáles eran los signos de el fuego, respondió: "La desviación de la morada de la vanidad;. Progresión hacia el Eterno" ~ Abu Sa'id Abil Khayr

03.04.2013 18:19

 
 

La atención

La primera fase, la atención, provoca la ruptura de los hábitos de la percepción estereotipada. La tendencia natural es “habituarse” al mundo circundante, sustituir los patrones cognitivos abstractos o las preconcepciones perceptivas por la cruda experiencia sensorial. La práctica de la atención tiene como fin la pérdida de las costumbres: afrontar los hechos desgastados por la experiencia, viendo cada hecho como si ocurriera por primera vez. El medio de perder las costumbres es la observación continua de la primera fase de la percepción cuando la mente está en un  estado “receptivo” y un poco reactivo. La atención se limita a la mera observación de los objetos. Los actos de percepción se observan desde el momento en que aparecen por cualquiera de las cinco puertas de los sentidos, lo que en el “Visuddhimagga” constituye el sexto sentido. Mientras el meditante se ocupa de las impresiones sensoriales, la reacción se guarda para un mero registro de los actos de impresión observados. Si apareciese en la propia mente, con posterioridad a esto, algún comentario, juicio o reflexión mental, se convertirían en objetos de mera atención; ni son repudiados ni perseguidos, pero sí sustituidos después de su observación. La esencia de la atención es, en palabras de Nyanaponika Thera (1962), “el claro y decidido conocimiento de lo que  nos sucede a nosotros y en nosotros, en los sucesivos momentos de percepción”.

 

En la búsqueda global de la atención es donde tiene su mayor utilidad el desarrollo de la concentración. Para adquirir y servirse de este nuevo hábito se necesita la simple percepción, la concentración y demás factores concomitantes de la concentración.

 

El nivel óptimo de concentración para practicar la atención es, como siempre, el más bajo: el acceso. Se debe poner atención a los procesos perceptivos de la consciencia normal, que cesan a partir del primer jhana. Un nivel de concentración menor que el de acceso, por otro lado, se vería eclipsado por pensamientos inoportunos y elucubraciones mentales y no sería útil para poner en práctica la atención. Sólo en el nivel de acceso es donde hay un equilibrio perfecto: la percepción y el pensamiento conservan todo su vigor; per la concentración es lo suficientemente poderosa para evitar que la mente se aparte de la atenta observación de los procesos de percepción y pensamiento.

 

El mejor método para cultivar la atención es empezar con el entrenamiento de las jhanas. Si tiene alguna habilidad en samadhi, el meditante aplica entonces su poder de concentración a la tarea de la atención. Hay, de todos modos, un método de “mera percepción”, en el que estas prácticas se acometen sin ningún logro previo en la absorción. Con la mera percepción, el nivel requerido de absorción se consigue mediante la práctica de la misma atención. Durante los primeros estados de mera  percepción, la mente del meditante estará interrumpida intermitentemente por la divagación y los pensamientos molestos que surgirán durante los momentos de observación. Algunas veces se dará cuenta y otras, no. La concentración momentánea de la mente en la observación se irá fortaleciendo poco a poco, hasta que se observen  virtualmente todos los pensamientos descarriados; tales pensamientos se podrán dominar tan pronto como se observan, para seguir inmediatamente después con la práctica que nos ocupa. Finalmente llegaremos a un punto en el que la mente no tendrá tendencia a divagar. Entonces, la observación de procesos perceptivos y cognitivos continuará sin interrupción; esto supone un funcionamiento equivalente a la concentración de acceso.

 

En la práctica hay cuatro tipos de atención, idénticos en funciones pero diferentes según su punto de vista. La contemplación puede centrarse en el cuerpo, en los sentimientos, en la mente o en los objetos mentales. Cualquiera de ellos sirve como un punto fijo para la mera atención en los procesos de experiencia. La atención del cuerpo consiste en estar pendiente en todo de la actividad del cuerpo, como es la posición y el movimiento de los miembros, sin tener en cuenta la naturaleza de la actividad que estamos realizando. Todas las funciones del cuerpo, en la experiencia diaria, deben captarse claramente observándolas, simplemente, según se van produciendo. Hay que olvidarse de la finalidad de la acción y considerar que el punto focal de nuestra atención está en el acto corporal en sí. La atención a los sentimientos supone el enfoque de las sensaciones internas, observando tan sólo si son agradables, molestas o indiferentes, pero sin detenerse en ellas. Todos los estímulos de la propia receptividad se observan, sencillamente, cuando llegan a la atención. Algunos se producirán como una primera reacción a la entrada sensorial, otros como consecuencias fisiológicas de los estados psicológicos, otros como subproductos de procesos fisiológicos vitales. Se registra la sensación, cualquiera que sea su origen.

 

En la atención de la mente, son sus estados, tal como llegan al conocimiento, los que sirven de tema. Cualquiera que sea el humor, el modo de pensamiento, o el estado psicológico, ha de registrarse como tal. Si, por ejemplo, hay indignación por un ruido molesto, en este momento uno observa, simplemente, “indignación”. La cuarta

 técnica, la atención de objetos-mente, es en esencia la misma, tal como se ha descrito, con la excepción del nivel en que se observen los trabajos de la mente. Más que advertir la calidad de los estados mentales tal como surgen, el que medita observa los temas de los pensamientos que ocupan estos estados, como, por ejemplo, “ruido molesto”. Cuando surge un pensamiento se advierte como un plan para clasificar los contenidos mentales que considera, de forma general, todas las formas del pensamiento como obstáculos o factores de iluminación
03.04.2013 18:12

 

“Reunirse de nuevo con su ángel es, pues, el destino, la vocación, susceptible de ser aceptada o rechazada, de todo ser humano, y ese encuentro tiene lugar en la «confluencia de los dos océanos», es decir, en un mundo intermedio en el que confluyen el mundo inteligible y el sensible; es lo que el Islam llama âlam al-mithâl o mundo del malakût, que no es, pues, ni el mundo de los sentidos ni el mundo del entendimiento abstracto; es el mundoimaginal, que no tiene nada de imaginario en el sentido habitual de la palabra sino que es absolutamente real, estando poblado por realidades ajenas a la materia sensible pero que tienen forma y dimensión. Es, según la fórmula sufí, el mundo donde se espiritualizan los cuerpos y se corporifican los espíritus, mundo no localizable en los mapas de la geografía terrenal, pues no está en este mundo, sino que es más bien nuestro mundo el que se encuentra en él. «El mundus imaginalis—nos dice Corbin— es en definitiva un universo que simboliza con la substancia corporal, pues posee forma, dimensiones y extensión, y a la vez con la substancia separada o inteligible porque está esencialmente constituido de luz (nûrânî). Es a la vez materia inmaterial e incorporeidad corporificada como cuerpo sutil. Es el límiteque separa esas substancias y que al mismo tiempo las une».”

“Ese mundo imaginal, al que Occidente renunció cuando se olvidó del Alma del Mundo, está atestiguado —limitándonos al mundo islámico— por infinidad de testimonios coincidentes, en especial entre ishrâqîiyûn y sufíes. En todo caso, ya Sohravardî, previniendo las posibles objeciones de los escépticos, advertía: «Cuando leas en los tratados de los antiguos sabios que existe un mundo provisto de dimensiones y de extensión, distinto al Pleroma de las Inteligencias y distinto al mundo gobernado por las Almas de las esferas, un mundo en el que se encuentran ciudades cuyo número es imposible calcular y entre las que el Profeta citó las de Jâbalqâ y Jâbarsâ, no te apresures a gritar “¡Mentira!”, pues es dado a los peregrinos del espíritu contemplar ese mundo, y en él encuentran todo lo que es objeto de su deseo». Ese mundo, denominado también «octavo clima», [es aquél] al que el ser humano tiene acceso por medio de la Imaginación activa cuando ésta se coloca al servicio del Intelecto, es decir, cuando deviene Imaginatio vera, que nada tiene en común con lo que llamamos «fantasía» [...].”

“Es importante subrayar la función rigurosamente cognitiva de la imaginación activa a través de la experiencia visionaria tal como la contempla la gnosis chiíta, experiencia que transmuta todo en imágenes-símbolo reveladoras de la correspondencia entre lo oculto y lo visible, y que reconduce las formas aparentes del mundo físico a las formas ocultas del mundo espiritual. Esta operación es lo que se designa mediante el término ta’wîl, que implica la idea de volver a llevar los datos a su origen, a su arquetipo, para lo cual hay que rescatarlos de los niveles o planos a que descendieron para hacerse manifiestos y convertirse en objeto de nuestra experiencia común en el plano físico. A esa adecuación de niveles o reconducción que realiza el ta’wîl, la hermenéutica espiritual, es a lo que también se refería Frithjof Schuon, por su parte, al hablar con expresivos términos de la «transparencia metafísica de los fenómenos»; y esa visión que torna lo opaco en transparente y permite ver a su través es lo que los gnósticos chiítas designan como «ver el mundo en Hûrqalyâ», el mundo transfigurado a la luz de Xvarnâh. Se abre así la puerta a una serie de recurrencias armónicas encadenadas, pues la manifestación de un ser cualquiera en un plano de la realidad «simboliza con» —como dirá Corbin— sus manifestaciones en planos superiores, en otras octavas de universo, pues, como nos dice Sohravardî en uno de sus más hermosos relatos visionarios, «los Sinaíes se escalonan unos encima de los otros». Abrir la puerta hacia esa serie ascendente de recurrencias es la función propia de la imaginación activa y ahí radica la capacidad reveladora, noética, de la experiencia visionaria en su sentido más puro. Para Sohravardî, como para Platón, la contemplación visionaria es superior al análisis del entendimiento, y aunque el visionario, ciertamente, no queda liberado por su visión, sí sale de ella de algún modo transformado, de modo que el ethos del exilio se ve radicalmente modificado a partir de ese instante, pues el gnóstico es ya plenamente conocedor de su condición, y lo es precisamente porque ha visto —con una claridad que no es la de los sentidos físicos— la realidad que se extiende más allá de su prisión material, el camino para escapar al «exilio occidental» que le ha sido mostrado por el Ángel. La confirmación efectiva de estas potencialidades dependerá, ciertamente, de que sean adecuadamente cultivadas, pero estamos, en todo caso, ante una verdaderametanoia. La visión es, en consecuencia, iniciación en el sentido fuerte y más radical del término, pues «el Ángel» —que cumple, en este sentido, la función de lo que podríamos llamar el «maestro interior»— abre y despliega ante el gnóstico el camino que éste deberá seguir, a la par que le transmite los conocimientos necesarios y la influencia espiritual que le ayudará a recorrerlo, de modo que pueda finalmente atravesar el umbral y «volver a casa». De este modo, las etapas sucesivas del destino espiritual del gnóstico se nos presentan con toda claridad en los relatos de Sohravardî: caída del alma en el mundo de la materia, olvido de su origen celestial, audición de la llamada que despierta el recuerdo dormido, puesta en camino para efectuar el regreso, regeneración a través de pruebas sucesivas durante el viaje y apoteosis final. Estamos ante la recurrencia de los temas eternos de la gnosis, y sin duda este esquema recordará a muchos, como los propios relatos de Sohravardî y en especial el «Relato del exilio occidental», el famoso «Canto de la Perla» de los Hechos de Tomás.

03.04.2013 18:03

 

Si quieres conocer el camino para subir a la montaña.

                                    Deberás preguntar al hombre que vuelve de allí.

03.04.2013 17:58

. Se controlan los órganos de los sentidos, adquiriendo el hábito de observar las percepciones sensoriales y no permitiendo que lleven a la mente hacia cadenas de pensamiento que son reacciones ante dichas percepciones

03.04.2013 17:17

 

ia. Cada persona, desde su potencial psicogenético, 
historia, madurez personal, capacidades, creatividad, meditaciones, experiencias, 
identificaciones, apegos y demás vivencias y circunstancias experimenta y podría 
reconocer en sí misma una conciencia exclusiva. Por no poderse equiparar, en rigor 
concluimos con que existen tantos EC como sujetos y situaciones. 
e "Los estados mentales neurofisiológicos 
clásicamente derivados y estudiados desde enfoques psicobiológicos"
e los "estados alterados de conciencia son 
todos aquellos que no obedecen al ritmo cerebra
"ritmo 
cerebral" las "oscilaciones de potencial, que se producen en la corteza cerebral como en 
muchos otros órganos"
e "estado 
alterado de conciencia", como: 
 un estado mental que puede ser reconocido subjetivamente por un individuo (o por un observador objetivo del 
individuo) como diferente, en funciones psicológicas, del estado "normal" del individuo, del estado de alerta y de 
vigilia 
J. Rof Carballo: Junto a la "conciencia ordinaria", mejor dicho, junto a los estados de "conciencia discretamente ordinaria" o 
habitual, como prefiere decir Charles T. Tart, hay "estados alterados de conciencia". Nuestros padres lo admitían 
siempre. Se conocían el arrobo, el trance, el éxtasis místico o el orgasmo sexual, etc. Pero las investigaciones sobre 
el sueño activo o paradójico y el análisis de la neurofisiología cerebral moderna han llevado a la conclusión de que 
estos estados alterados de conciencia forman constantemente, no en seres excepcionales o en situaciones de 
excepción sino en todo hombre un continuo, de constante vigencia, con la conciencia llamada habitual, la cual es una 
cosa "socialmente construida"
Definimos estados de conciencia como diferentes maneras de expresarse la conciencia, 
o sea, formas de la razón humana desde las que tienen lugar procesos mentales 
característicos, niveles de pensamiento y/o grados de evolución interior. Socialmente 
suelen ir acompañados de contenidos mentales (sentimientos, actitudes, prejuicios, 
procedimientos, conceptos, anhelos...) muy asociados entre sí.
P.D. Ouspensky (1978) identifica tres características de los EC, observables 
(autoevaluables) "por cada uno en sí mismo": a) Duración del pensamiento propio de la 
conciencia, b) Frecuencia de los procesos propios, y c) Amplitud y penetración: "Pues 
esto puede variar mucho con el crecimiento interior del hombre"
03.04.2013 17:04

 

"SAGRADO" ARTE

 El arte “sagrado” es un arte “mágico”. La “magia” del arte “sagrado” consiste en la transformación del artista en un ser humano mejor.

El arte “sagrado” es alquímico, permite al artista entrar en un proceso transformador que le posibilita adquirir una mayor y mejor sensibilidad estética-ética-espiritual...
El arte es pues, también, puede ser, entre otras cosas, un vehículo para el autoconocimiento, una herramienta para el desarrollo personal y colectivo.

...puedo afirmar y afirmo ahora: Que el arte consiste, en toda época y en cualquier lugar, en un proceso integrador, religador, del hombre y su realidad, que parte siempre de una nada que es nada y concluye en otra Nada que es Todo, un Absoluto, como respuesta límite y solución espiritual de la existencia. Todo el proceso del arte prehistórico europeo acaba en la Nada trascendente del espacio vacío del cromlech neolítico vasco. Todo el arte primitivo de Oriente, acaba en el mismo concepto espiritual de los espacios vacíos, que aún conserva firmemente su tradición artística y también su tradición religiosa... "
QUOUSQUE TANDEM...!

Jorge Oteiza
...la construcción vacía de un cromlech, es un lugar sagrado, es un lugar, construcción espiritual, de protección...
El cromlech es nuestro tótem sagrado del Neolítico, como lo fué el caballo en nuestros santuarios prehistóricos...
"El cromlech pone ante nuestros ojos abiertos, aquello que hemos aprendido a ver cuando cerramos los ojos. Cerrar los ojos, es suspensión espiritual, se borra la expresión, se desocupa el espacio, convirtiéndolo en sitio receptivo para actividad de la conciencia, en espacio-iglesia…"
"Dije en QT que el Arbol de Gernika nace en el cromlech neolítico, puedo decir ahora que nacen mucho antes, nuestro cromlech en la bóveda tótem de la noche y nuestro roble sagrado como encina simbólica del cielo...
"La misión del artista: enseñar a fijarse a los demás, desocultar siempre el sentido y la significación de todo lo que vivimos, de todo lo que nos rodea. Curando nuestras limitaciones y nuestros miedos que constituyen esa incomodidad existencial que ante el supremo temor de la muerte llamamos sentimiento trágico de la vida. El arte cura el sentimiento trágico, trata de curarlo, devolviendo el hombre a la naturaleza.
"El arte, la escuela del arte, es una escuela política de tomas de conciencia. Es un proceso dialéctico de preguntas y respuestas, de idas y regresos a la Naturaleza, a la realidad del hombre, tanto interior como exterior, es un sistema de desocultaciones por las que, en el laboratorio de la experimentación estética, se elabora un tipo de sensibilidad existencial, para la percepción libre de la realidad y, al mismo tiempo, para su dominio natural, como una fórmula de identificación en el pensamiento y la acción..."
"El arte transforma al artista en un hombre libre y la educación estética (que el artista libre tiene la misión de transformar y transmitir) es la que gradúa al hombre en libertad, y estos hombres libres son los que tienen que transformar la realidad..."
"…existe una LEY DE LOS CAMBIOS DEL LENGUAJE… Esta ley consta de dos fases. En una primera fase, el arte es un arte de comunicaciones, de información. La expresión va creciendo, enriqueciendo sus motivos y la intensidad con que los cuenta. La técnica es de ocupación del espacio, técnica acumulativa, multiplicante, no importa que sea formalista o informalista. Se cree corrientemente, entre los mismos artistas, que el arte no es más que esta fase de creciente comunicación...
Sucede que la ley de los cambios no está entera si no consideramos una segunda y última fase, que oponiéndose a la primera la completa...
...si el arte era una física de la comunicación en la primera fase, se convierte ahora en una metafísica, por una técnica de desocupación del espacio -formalista o informal-, en una estética negativa, como protección espiritual de la sensibilidad (lógicamente de una sensibilidad que ya debiera estar formada en parte por el arte anterior, para sentir ahora la necesidad de protección de un arte actual)...
QUOUSQUE TANDEM...!
Jorge Oteiza
"La angustia es, quizá, ese sentimiento de impotencia ante las cosas que queremos saber y conocer y trascender... El arte, me parece, puede ser una forma de curación para el artista; es, al menos, una forma de combatir esa angustia..."
Eduardo Chillida
 
Arte Árabe
03.04.2013 16:51

 

 

Interculturalidad

* Desde la ética y los valores sociales, la identidad e interculturalidad se las promueve como el reconocimiento y respeto de la diversidad social, con acciones sobre la dignidad y derechos de las personas y colectivos sociales, para que éstos se constituyan en factores sustanciales de sociedades integradas, democráticas y estables.


* Desde las prácticas e interacción cotidiana, la identidad e interculturalidad, posibilitan actitudes para el entendimiento y relaciones entre “los distintos” para beneficio mutuo y colectivo.

* Como un horizonte de vida, la interculturalidad representa la apertura a nuevos escenarios, conocimientos y prácticas sin contradecir la estima, identidad y capacidades propias de las personas y colectividades.


El reconocimiento de la identidad y la interculturalidad requiere de un diálogo con buena intención, que hay que impulsarlo con lo mejor que tienen las comunidades e individuos, con los aspectos más atractivos de sus culturas, favoreciendo la eliminación progresiva de prejuicios y resistencia mutuos. un diálogo con buena intención, que hay que impulsarlo con lo mejor que tienen las comunidades e individuos, con los aspectos más atractivos de sus culturas, favoreciendo la eliminación progresiva de prejuicios y resistencia mutuos. 

 

Enseñar a valorar las diferencias

 

Desde hace algunos años nuestra sociedad se compone de una diversidad que antes no habíamos experimentado. Hasta hace algunos años conocer a una persona de otra raza y cultura era algo poco frecuente y exótico. Afortunadamente hoy convivimos con personas de distintas procedencias, que traen con ellos sus diferentes culturas, idiomas, religiones, vestimentas, gastronomías…
 
La diversidad siempre es fuente de conocimiento y reflexión, facilita el despertar de la actitud crítica, la curiosidad, el re-planteamiento de ideas, los nuevos conceptos… es una oportunidad para reinventarnos y aprender de los demás aquello que también es válido para uno mismo.

   A fin de hacer presente en el día a día de los niños/as y adolescentes el valor de la diversidad, y evitar situaciones de mala convivencia, incluso de conflicto, los educadores (padres/madres y profesores) tienen un papel relevante. 

 
Las pautas básicas para la educación intercultural y para fomentar una buena convivencia en los centros educativos y entornos sociales del menor, son:
 
 

Tener presente que el respeto es la premisa básica para vivir en sociedad, y más si ésta es plural. Que no compartamos o comprendamos algo: una idea, una vestimenta, una costumbre… no nos autoriza a despreciarla.
 

Explicar a nuestros hijos/as que todas las costumbres están enmarcadas en el contexto histórico e ideológico en el que surgieron. Multitud de factores condicionan el surgimiento y evolución de una costumbre. No hay que olvidar que aunque en el momento actual parezca no tener sentido sí hubo un tiempo en que lo tuvo. Como ejemplo podemos recordar que nuestra tradición de comer doce uvas en Nochevieja se hizo popular en 1909 como recurso para comercializar el excedente de producción de ese año.
 

Enseñarles a situarse en el lugar del otro. Para comprender a una persona, todos sabemos que hay que situarnos en su realidad, lo mismo tenemos que hacer cuando queremos comprender una cultura: informar a nuestros hijos/as sobre su historia, los avatares de sus gentes, los principios que la sustentan, cómo son sus tierras, sus recursos… les ayudará a comprenderla y a situarla en su momento actual.
 

Evaluar el sentido de nuestras costumbres. Asumimos las costumbres que se nos inculcan en la niñez sin ningún cuestionamiento, las consideramos naturales. Sin embargo las costumbres ajenas nos parecen, en ocasiones, grotescas y disparatadas, fácilmente criticables. Pero… ¿nos planteamos el sentido de las nuestras y qué les parecerán a personas de otras culturas? Enseñarle al niño/a a preguntarse el porqué de las cosas, a mirar con sus propios criterios la realidad, es un sano ejercicio, formarse ideas propias es signo de reflexión e inteligencia.
 

La adopción y el intercambio de ideas, alimentos, costumbres del entorno con quien se convive es un fenómeno natural. No es extraño que en los hogares españoles se cene pizzas o se beba té, o se experimente con un wok o una fondue. Ni siquiera que el 24 de diciembre llegue a nuestras casas Santa Claus o, como nosotros le llamamos, Papá Noel. Sin duda, conocer otras costumbres ha hecho que nos enriquezcamos, que tengamos más opciones entre las que elegir y el hecho de que en la familia se viva esa diversidad hace que nuestros hijos/as se eduquen como adultos más abiertos y receptivos, con menos prejuicios, con más posibilidades.
 

Todos poseemos nuestra propia escala de valores, la hemos ido “elaborando” con la ayuda de la de la sociedad en que la nacemos, la comunidad en la que crecemos, la familia que nos educa, nuestras experiencias… Conocer la escala de valores de los demás, nos garantiza comprenderlos mejor y aprender algo valioso de ellos. Además podremos descubrir rasgos comunes, como el sentido de la hospitalidad que compartimos con otras culturas como la china o la africana.
 

Una forma entretenida y sencilla de iniciar a nuestros hijos/as en el conocimiento de otras culturas y costumbres es el uso de sus juegos, algo a lo que sus mismos compañeros les introducirán, la lectura de sus cuentos e historias tradicionales, el análisis de sus refranes o frases populares, el visionado de su cine, sus dibujos animados, conocer a sus personajes ilustres y sus obras, etc.

 

         Pero sin lugar a dudas, la mejor forma de comprender una cultura es tener el privilegio de convivir con gente que proceda de ella, algo que todos podemos llevar a cabo. El entorno escolar nos ofrece hoy en día una gran oportunidad para abrir esa ventana a otras culturas. Debemos tener presente que para nuestros hijos e hijas, lo natural es jugar, hablar, aprender y convivir con niños de distintas procedencias y es esa naturalidad la que debemos asimilar los adultos.

Compartir su amistad en el patio del colegio, invitarles a los cumpleaños de nuestros hijos/as, hablar con las madres y padres de esos compañeros… Se trata de dejar los prejuicios a un lado y normalizar una relación de padres/madres, vecinos e individuos que conviven en la misma sociedad, ya que todos compartimos los mismos espacios y el mismo deseo de bienestar para nuestros hijos e hijas.

 
  

      

03.04.2013 16:42

Lecciones de Islam: El mensaje revolucionario de los Profetas (P

 En el Nombre de Dios, El Compasivo, El Misericordioso

 

  El mensaje revolucionario de los Profetas (P)

 

  La palabra “Profecía” en el contexto de las enseñanzas islámicas no se circunscribe a la predicción de acontecimientos futuros, sino que alude al Mensaje de Dios para la Humanidad. En consecuencia, “Profeta” no es quien anticipa el futuro sino quien transmite un Mensaje de parte de Dios.

 

Los Profetas (con ellos sea la Paz) son hombres escogidos por Dios para transmitirnos un Mensaje de Su parte. Tal Mensaje es una completa guía para encaminar al hombre hacia su completitud, su bienestar, su felicidad, dándole lo que necesita para cumplir con su objetivo en su existencia. Sin tal guía, estaríamos perdidos, buscando la felicidad por caminos falsos, dejándonos llevar por costumbres engañosas inventadas por algunas personas con el fin de entretenernos y distraernos mientras ellos se quedan con los bienes materiales del mundo.

 

Es común que se critiquen a las religiones y se las considere como “el opio de los pueblos” y como “las principales responsables de los mayores males que ha padecido la Humanidad”. Y no vamos a negar que grandes males ha habido por las manos de personas corruptas, desviadas y perversas que han usado a la religión como excusa ante la gente. Pues la religión ofrece para ellos un disfraz óptimo tras el cual ocultar sus malvadas intenciones y justificar su accionar opresor. Cuando la gente observa el resultado de las incursiones de los poderosos que invaden, masacran, despedazan, destruyen, violan, saquean y dejan un rastro de despojos irreconocibles, tal resultado les causa abominación y un rechazo tan fuerte que no se puede justificar únicamente por la obtención de bienes mundanales y poder. Entonces, necesitan refugiarse en alguna causa emblemática superior, un bien mayor que los tranquilice y así permitan a los tiranos seguir sus obras malvadas e injustas. Ese “bien mayor” lo aporta la religión, y por eso siempre ha sido usada como excusa por los déspotas. Del mismo modo, hoy apelan a otros “bienes” como la libertad y la democracia, valores que en sí no son culpables ni responsables de que ocurran invasiones y masacres en su nombre.

 

En sí, la religión tampoco es culpable de lo que hayan hecho (y aún hoy sigan haciendo) en su nombre las personas corruptas y desviadas. Tales personas no siguen los Mandatos Divinos de amor al prójimo y respeto por los derechos humanos, elementales en todas las religiones. Siguen su propia codicia y el anhelo de acumular aquello que no les pertenece, aquello que la misma religión les prohíbe.

 

Si nosotros observamos los Mensajes de los Profetas a lo largo de la historia, podremos reconocer enseñanzas que han cambiado el rumbo entero de la Humanidad. Por eso nos referimos a tales Mensajes como “revolucionarios”, porque en sí han sido las auténticas revoluciones que han tenido las sociedades.

 

Por ejemplo, si recordamos la historia de los hijos de Adán (P), Abel y Caín, recordaremos que uno de ellos era agricultor y el otro ganadero. Aquí vemos dos temas que han cambiado el rumbo de las sociedades humanas, que antes de Adán (que es el primer hombre de esta Humanidad actual, el primer “homo sapiens”), las comunidades “humanoides” eran fundamentalmente cazadoras, y a partir de Adán (P) se incorporan dos actividades que cambian todo el modo de vida de los seres humanos, convirtiéndolos en “humanos”, siendo que antes eran sólo depredadores (sin diferencia con los animales).

 

Luego de él, tenemos en otro Profeta, Idris (Enoch –P-), fue el primero en escribir usando un cálamo, inventando la escritura. Otro elemento revolucionario que cambia substancialmente el modo de vida de los pueblos dándoles una cualidad netamente humana, un rasgo diferenciador de los animales. Aquí se sientan las bases para el desarrollo de la cultura humana, base de la misma civilización. Y todo gracias a las enseñanzas legadas por un Profeta (P).

 

Otro Profeta, José (“Yusuf” –P-), va a enseñarle al Faraón los fundamentos para una correcta administración de los bienes de estado de manera tal que en las épocas de buena productividad se prevean reservas para las épocas de carestía. Se sientan las bases de lo que ha de ser la justicia social que provea de bienestar a toda la comunidad en su conjunto, con conciencia colectiva. El resultado de esto fue un Imperio Egipcio esplendoroso.

 

Luego Moisés (P) que se encarga de sacar al pueblo de Israel de la situación de esclavitud en la cual habían caído injustamente y va a establecer en detalle un completo y abarcativo código legal que contempla todas las facetas de la vida humana. Un código similar trajo nuestro Profeta Muhammad (BPD), constituyendo las normas de lo que hoy llamamos “Islam”: una religión que contempla absolutamente todos los aspectos de la vida humana, tanto en lo individual como en lo social, lo espiritual y lo mundano, con detalladas referencias a la economía, la política, la moral y la vida social. Tal es, sin lugar a ninguna duda, la mayor revolución que pudo haber existido en la historia. Una revolución cuyos efectos perduran hoy, 14 siglos después de haber aparecido en el desierto de Arabia, en la Meca. En una ciudad menor ubicada en una tierra árida casi como un paso para las caravanas, un hombre sin ninguna instrucción escolástica, un simple comerciante analfabeto, trae un Mensaje que habrá de cambiar totalmente dicha sociedad y la hará crecer hasta formar un Imperio que se extendió más que ningún otro en la historia, con enseñanzas que aún hoy perduran y una religión que hoy sigue creciendo siendo la de mayor índice de crecimiento de la actualidad, abarcando a más de una quinta parte de la Humanidad. ¿Qué otra revolución ha tenido semejantes resultados en la historia?

 

Vemos entonces que los Profetas (P) no han sido meros transmisores de Mensajes, sino que son verdaderos maestros para el género humano. Las grandes ciencias de importancia vital para el desarrollo de las sociedades, como la escritura, la agricultura, la ganadería, el comercio, la sabia administración de recursos, etc., nos han llegado a través de ellos. Además, ellos son seres humanos extraordinarios, modelos ejemplares de conducta para imitar y seguir por parte de la gente. Ellos representan el estado ideal del ser humano, la cumbre elevada de la humanidad a la cual toda persona debe aspirar y hacia la cual conduce el Mensaje de la religión.

 

Abdallah Yusuf de La Plata – Argentina.

 

 

03.04.2013 16:07

por Abdallah Yusuf (

En el Nombre de Dios, El Compasivo, El Misericordioso

 

Saludamos a todos los amigos católicos hoy que ellos celebran el día de la Virgen María (la Paz sea con ella) y de regalo, unas aleyas del Sagrado Corán. María (P) es considerada en el Islam como una de las mujeres más virtuosas de toda la Humanidad. Incluso un capítulo del Corán lleva su nombre.

 

Saludos. Abdallah de La Plata

 

 

Superioridad de la familia de Jesús (P)

            1) “Dios Ha elegido a Adán, a Noé,  a la familia de Abraham y a la familia de Imran por encima del resto  (de la Humanidad), como descendientes unos de otros. Dios todo lo oye, todo lo sabe”. ( La familia de Imran: 33 y 34)

 

Superioridad de la virgen María (P)

            2) “Y Dios pone como ejemplo para los creyentes a la mujer de Faraón... y María, hija de Imran, quien conservó su virginidad y en la que infundimos de Nuestro Espíritu. Ella tuvo por auténticas las Palabras de su Señor y Su Li- bro, y fue de las devotas”. (La prohibición: 11 y 12)

 

Nacimiento de María (P)

            3) “Cuando la mujer de Imran ( la madre de María) dijo: ¡Señor! Te ofrezco en voto el fruto de mi vientre, a Tu exclusivo servicio. ¡Acéptalo! Tú eres. quien todo lo oye, todo lo sabe. Y al dar a  luz una niña, exclamó: ¡Señor! ¡He dado a luz una niña! -Y Dios sabía perfectamente lo que había engendrado- Y no es lo mismo un varón que una mujer (para dedicarse a servir en el Templo). Le he puesto por nombre María y la dejo bajo Tu Protección contra el maldito Demonio, a ella y a su descendencia’. (La familia de Imran: 35 y 36)

 

Nota: 

            Según figura en las Tradiciones islámicas de los Imames al  Baquir y As Sadiq (P), cuando la mujer de Imran realizó este voto, su marido ya había fallecido y ella pensaba que estaba embarazada de un niño, pues Dios le Había prome- tido a Imran una descendencia. Por eso ella prometió que su hijo se dedicaría exclusivamente al servicio de Dios en el Templo. Como la mujer de Imran estaba dispuesta a cum- plir su promesa, le puso por  nombre a su hija María ( en árabe: “Mariam”), que significa “la devota” o “la que adora a Dios”.

 

Sorteo entre  los eminentes para determinar quién cuidaría a María (P)

            4) “Esto forma parte de las noticias de lo oculto que te hemos revelado (¡Oh Muhammad!). Tú no estabas presente cuando arrojaron sus cálamos al agua (echando suerte) para ver quién de ellos se encargaría de María, y tampoco esta- bas presente cuando ellos se la disputaban”. (La familia de Imran: 44)

 

Zacarías (P) se hace cargo de María (P)

            5) “Su Señor la acogió favorablemente (a María), la hizo crecer  bien y la confió a Zacarías. Siempre que Zacarías entraba al Templo para verla, encontraba alimentos espe- ciales junto a ella, y le preguntaba: ¡Oh, María! ¿De dónde obtienes esto? Ella le decía : “De Dios. Por cierto que Dios provee sin medida a quien El quiere”. (La familia de Imran: 37)

 

 

 

Nota: 

            Según las tradiciones transmitidas por los Imames Baquir y Sadiq (P), Zacarías (P) al visitar a María (P) en el templo, encontraba junto a ella frutas que no pertenecían a la estación correspondiente; en verano hallaba frutas de invierno y viceversa. El Corán nos cuenta que al ver esto, Zacarías (P) le pidió a Dios una descendencia buena y pura, y Dios le concedió a Juan el Bautista (P).

 

María (P) es elegida por Dios

            6) “Y (recordad) cuando los ángeles le dijeron: ¡Oh, Ma- ría! Dios te Ha escogido y purificado. El te Ha preferido sobre todas las mujeres del mundo. ¡Oh, María! (Para agra- decer esta gran Merced), ten devoción hacia tu Señor, Prostérnate e inclínate junto a los que se inclinan (en ora- ciones colectivas)”. (La familia de Imran: 42 y 43)

 

Anuncio a María del nacimiento de Jesús

            7) “(Recordad) cuando los ángeles le dijeron: ¡Oh, María! Dios te anuncia la buena nueva de una Palabra ( un ser extraordinario) procedente de El. Su nombre es el Me- sías Jesús, hijo de María. Tendrá prestigio y nobleza en este mundo y en el más allá, y será de los allegados ( o próxi- mos a Dios). Hablará con la gente desde la cuna y en la madurez, y será de los justos.Ella inquirió : ¡Señor! ¿Cómo voy a tener un hijo si ningún hombre me ha tocado? Le dijo: Así será, Dios crea lo que quiere. Cuando decide algo (ordenado su existencia), solo dice:¡Se! Y entonces es (inmediatamente).El (Jesús) enseñará el Libro y la sabiduría, la Torah y el Evangelio” (La familia de Imram: 45 a 48)

 

 María queda embarazada 

            8) “Menciona en el libro a María, cuando dejó a su familia para retirarse a un lugar oriental (Jerusalem), y entonces tendió un velo para ocultarse de ellos. Entonces enviamos hacia ella a Nuestro Espíritu, quien se le presentó como un hombre acabado. Ella le dijo: Me refugio en el Compasivo de tí, si es que le temes. El le respondió: “Sólo soy un enviado de tu Señor (he venido a tí) para regalarte un joven purificado”. Ella inquirió: ¿Cómo he de tener un niño, si no me ha tocado hombre alguno ni soy una ramera? El le contestó: Así será. Tu Señor dice: “Es facil para Mí, hacer de él un Signo para toda la  humanidad y una Miseri- cordia de Nuestra parte. Y este es un asunto ya decidido”. Entonces (María) quedó embarazada y se retiró con él a un sitio alejado”. (María: 16 a 22)

 

María (P) conserva su virginidad

            9) “Y (recuerda) a la que conservó su virginidad (María). Infundimos en ella de Nuestro Espíritu e hicimos de ella y de su hijo un Signo para todo el mundo”. (Los profetas: 91)

           

Nacimiento de Jesús (P)

            10) “Entonces los dolores del parto la empujaron a (María) hacia el tronco de una palmera. Ella dijo:¡ Ojalá hubiera muerto antes de esto y hubiera sido olvidada com- pletamente! Entonces (Jesús o el Espíritu Santo -P-) la llamó desde abajo suyo (diciéndole): ¡No estés triste! Tu Señor Ha puesto un arroyo a tus pies. ¡Sacude hacia tí el tronco de la palmera y ella arrojará sobre tí dátiles frescos y maduros! ¡Come, pues, bebe y alégrate! Y si ves a alguna persona, dí: He hecho voto de silencio al Compasivo, y por lo tanto no hablaré hoy con nadie”. (María: 23 a 26)

 

María presenta a Jesús a sus parientes

            11) “Entonces (María) se presentó ante los suyos lleván- dolo (a Jesús). Ellos exclamaron: ¡Oh, María! ¡Ciertamente has cometido algo inaudito!¡Oh, hermana de Aarón! Tu pa- dre no era un hombre malvado ni tu madre una ramera. Entonces ella les indicó ( a Jesús -P- para que hablasen con él). Ellos inquirieron:¿Cómo vamos a hablar con alguien que es una criatura que está en la cuna? (Jesús) les dijo: Por cierto que yo soy el siervo de Dios. Me Ha dado la Escri- tura y me Ha hecho  Profeta. Me Ha bendecido donde quie- ra que me encuentre, y me Ha ordenado la oración y la caridad en tanto viva, y que sea piadoso con mi madre. No me ha hecho violento ni desgraciado. ¡La  paz sea sobre mí el día  en que nací, el día en que muera y el día en que sea resucitado a la vida! Tal es Jesús, hijo de María, para decir la verdad  de la que ellos dudan. Es impropio de Dios adoptar un hijo.¡Glorificado sea ! cuando decide algo, tan sólo dice ¡Sé!, y entonces es”. (María: 27 a 35)

 

Ejemplo de Jesús que nació sin padre

            12) “Para Dios, el ejemplo de Jesús es semejante al de Adán, a quien creó de tierra y luego le dijo: ¡Sé!, y fue. La verdad proviene de tu Señor. ¡No seas, pues, de los que dudan!” (La familia de Imran: 59 y 60)

 

 

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